Simón, el quiosquero con las obras de Conde de Casal al fondo, este lunes.

Simón, el quiosquero con las obras de Conde de Casal al fondo, este lunes. Cedida

Sociedad

Simón, el último quiosquero de Conde de Casal que pide ayuda al Rey para no cerrar: "Pongo dinero cada día para abrir"

Gravemente afectado por las obras de Metro, ha enviado correos explicando su situación a la Casa Real, el Ayuntamiento y Comunidad de Madrid.

Más información: Los comerciantes de Conde de Casal al límite por las obras: "No sé cómo vamos a salir. He despedido a siete empleados"

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Rodeado de antiguos quioscos abandonados, El Trébol de la Suerte es el único que resiste en la zona de Conde de Casal.

El próximo año cumplirá una década desde que reabrió este quiosco que estuvo abandonado durante 6 años —"tocó arrancar de cero un negocio que no sabíamos si podría funcionar"—. Pero las obras de Metro para la construcción de un nuevo intercambiador ponen en peligro su continuidad.

Ubicado a menos de 10 metros de la boca del subterráneo cerrada por las obras, está el quiosco de la calle Doctor Esquerdo 171, que desde la reforma de la plaza se encuentra "incomunicado", ha perdido a su clientela habitual y también ha sufrido daños materiales en sus instalaciones.

Estado de la calle Doctor Esquerdo, donde se encuentra el quisoco.

Estado de la calle Doctor Esquerdo, donde se encuentra el quisoco. Mar León

En él resiste como puede Simón, un vendedor de periódicos que ha perdido la sonrisa. "Está triste y con mucha rabia", lamenta su hijo, Jonathan, que le ayuda cada día.

Desde que empezaron hace 2 años las obras para construir el nuevo intercambiador de Conde de Casal, la situación para el quiosquero se ha ido tensando para su negocio hasta que se ha vuelto insostenible: "Voy a tener que cerrar. No puedo seguir aguantándolo más de 2 meses. Pongo dinero cada día para abrir".

La situación es angustiosa para Simón y su hijo, que están pidiendo a la desesperada ayuda y ser escuchados para evitar que cierre el último quiosco del barrio.

Por ello, ha enviado correos a la presidenta Isabel Díaz Ayuso, al alcalde José Luis Martínez-Almeida, hasta a los Reyes de España. "Juro que ya no sé qué hacer", confiesa Simón.

Tras poner varias reclamaciones en la Junta Municipal del Distrito de Retiro sin obtener grandes resultados —"dicen que no son responsables y se pasan el problema de unos a otros, nunca se sentaron con nosotros a explicarnos"—, también ha pedido poder intervenir en el próximo pleno, pero hasta 5 días antes no sabe si le concederán el turno de palabra.

Viendo que no van a poder resistir abiertos más de un par de meses, Simón y su hijo han enviado una carta remitida por correo a la Casa Real, al Consorcio Regional de Transportes Públicos Regulares, a la Comunidad y al Ayuntamiento de Madrid.

Por Avenida del Mediterráneo la mayoría de los transeúntes son obreros.

Por Avenida del Mediterráneo la mayoría de los transeúntes son obreros. M. L.

En ella explican que no han podido optar a la única retribución ofertada a los negocios afectados por las obras: "La ayuda que sacó la Comunidad era de 5.000 euros y a nosotros no nos correspondía, ya que según marcaron estamos fuera de la zona de obra aparte como se imaginarán con esa ayuda poco podemos hacer".

Además, piden que alguna autoridad vaya a la zona perjudicada para poder demostrarle con facturas las grandes pérdidas económicas.

Por el momento, los quiosqueros sólo han recibido respuesta de Casa Real, que le ha indicado que harían llegar el correo al Consistorio capitalino.

Asimismo, lamenta que los negocios vecinos se encuentran igual de afectados. El barrio se encuentra, según describe en la carta, en una "una especie de muro de Berlín, complicando todo más aún".  Comercios como El Obrador de Goya están empezando a vaciar su local de la Avenida del Mediterráneo para clausurarlo.

Avenida del Mediterráneo, en obras.

Avenida del Mediterráneo, en obras. M. L.

Otro problema que afecta al barrio es que las vallas blancas y rojas que delimitan las obras han estrechado las calles aledañas de la plaza de Conde de Casal, tomando un aspecto de pasillos o callejones que incrementan la inseguridad por las noches. 

"Hace dos sábados intentaron robar en la autoescuela Lara y en una verdulería, abrieron El Obrador de Goya, atracaron con violencia a una señora en la Avenida del Mediterráneo y hubo un tiroteo tras el robo de una furgoneta. Alguien tiene que venir a verlo y defender esta zona", piden.

El barrio, antes

Las reformas para conectar la L11 y L6 de Metro en esta plaza comenzaron en agosto de 2023, pero la construcción más visible y las grandes afecciones al tráfico comenzaron en 2024 y, especialmente, el 17 de febrero de 2025.

Hasta que llegaron los obreros, era el punto de encuentro de autobuses urbanos e interurbanos procedentes de otros municipios, como Rivas Vaciamadrid, Arganda del Rey, Perales de Tajuña o Villarejo de Salvanés, y de muchos pasajeros, por la proximidad de la Autovía de Valencia (A-3).

Simón señala que han "matado al comercio de esta zona". Además, lamenta que no se hayan molestado en crear un acceso directo para cruzar la carretera de Valencia para que puedan circular los vecinos por su propio barrio.

"Las cosas se pueden hacer bien, hablando con todas las partes... Es un barrio de gente mayor. Tienen con su carro y bastón que dar una gran vuelta. A algunos clientes les llevo el periódico a casa y no les cobro", informa el quiosquero.

La otra parte de su clientela era de los municipios cercanos a la capital, cuyo bus tenía su parada en la plaza. Alberto, antiguo cliente de Rivas, pasa con menos frecuencia de la que le gustaría por las grandes dificultades. "En Rivas no hay quiosco, pero ahora el bus me deja en Méndez Álvaro. Lo tengo más difícil para venir", cuenta.

No sólo peligra el último quiosco de la zona. Las peluquerías, bares, restaurantes, tiendas de ropa, fruterías y demás comercios de la plaza de Conde de Casal se cuestionan con angustia cómo van a sobrevivir hasta noviembre de 2027, cuando está previsto que finalicen las obras de la Línea 11 de Metro y la construcción del intercambiador.