Un chico en una manifestación contra el Gobierno de Sánchez.

Un chico en una manifestación contra el Gobierno de Sánchez. Víctor Lerena EFE

Sociedad

Esta es la ofensiva expresión que surgió en Madrid aunque el resto de España no lo sabe: nadie quiere que se lo llamen

Esta palabra comenzó a usarse en la capital y ahora es tendencia en todo el país aunque muchos desconocen que su origen está en unas protestas callejeras.

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Dicen que el castellano es uno de los idiomas más ricos que hay. Su complejidad, su variedad y su diversidad lo convierten en una lengua única en todo el mundo y en una de las formas de comunicación más extendidas de todo el planeta. Por ello, buena parte de su valor reside en las particularidades que registra en diferentes puntos del mundo y sobre todo de España, como en Madrid.

Y es que cuando pensamos en los diferentes tipos de castellano, casi siempre lo hacemos poniéndonos en el lado más extremo. Desde Galicia hasta País Vasco pasando por regiones como Cataluña, donde más allá de sus diferentes lenguas cooficiales, también tienen un castellano propio y diferente al del resto del país. Otras regiones, aunque no tengan dialecto propio como Andalucía, también gozan de una versión del castellano muy diferente al que se habla en el resto de España. Pero no hace falta acercarnos a los extremos, ya que en Madrid o en Castilla-La Mancha, el español adquiere dimensiones diferentes.

Es por ello que podemos usar una palabra en una zona del país que, llevada a otro punto, signifique una cosa totalmente diferente. O incluso una palabra que saliéndonos de una región determinada no se conozca. Nos mirarán con cara rara y extrañados, ya que pensarán que nos los estamos inventando. Sin embargo, la riqueza de la lengua también reside en que estos términos pasen de unos a otros y se extiendan por todo el país.

Es lo que sucede con una palabra que hace un tiempo significaba algo totalmente diferente al sentido que tiene actualmente. De hecho, antes tan solo era un nombre. Sin embargo, ahora es casi un insulto, algo con lo que muchas personas odian que se les identifique, un término que genera un rechazo total y que sirve para clasificar a ciertas personas o incluso a un sector de la sociedad.

Esta palabra, que surgió en Madrid aunque muchos no lo sepan, es 'cayetano', algo que, como decíamos, hoy en día se usa como un insulto o como una especie de calificativo negativo dirigido hacia algunos chicos y chicas. Generalmente, se identifica con un estilo de vestir, de actuar y de comportarse que es rechazado por buena parte de la sociedad.

¿Cómo y dónde surgió la expresión 'cayetano'?

Hasta hace tan solo unos años, Cayetano era un simple nombre. Gustara más o gustara menos, no tenía una connotación ni llevaba implícito ninguna carga, ni positiva ni negativa. Sin embargo, eso ya es historia. Para muchos, la palabra cayetano es sinónimo de insulto o de un calificativo con alguna señal negativa.

Esta palabra, o mejor dicho su significado actual, surgió al calor de las redes sociales y de algunas canciones protesta. Desde entonces, forma parte del vocabulario habitual de los madrileños hasta extenderse a todo el país. Tiene un tono despectivo y una carga social importante, por lo que es una etiqueta popular que la mayoría quieren evitar.

En la actualidad, un cayetano es un joven cercano a la clase alta, de estética cuidada y generalmente de ideas conservadoras. Algo así como lo que ha sido un pijo de toda la vida. Y el origen y consolidación de esta expresión se produjo durante las manifestaciones de Núñez de Balboa que se produjeron durante la época del confinamiento. Mientras unos sacaban las cacerolas para protestar contra las medidas del gobierno de Pedro Sánchez, otros tildaban a estas personas de aparente procedencia acomodada de 'cayetanos'. Y de ahí, al resto del país.

La explosión definitiva se produjo cuando el término fue utilizado en un tweet por el periodista Antón Losada y recogido en el Congreso de los Diputados por Cayetana Álvarez de Toledo. La expolítica del PP acusó al Gobierno de lanzar esta palabra contra aquellos que habían protestado contra su gestión como algo despectivo. Aunque todavía no forma parte de la RAE, sí ha conseguido dar el salto a la cultura, especialmente después de que el grupo Carolina Durante lo llevara hasta una canción con el verso 'todos mis amigos se llaman Cayetano'.