Un par de ejemplares de tortuga "mordedora" americana (Chelydra serpentina), una especie potencialmente peligrosa para los humanos, han sido descubiertos por vecinos de San Fernando de Henares mientras pescaban en el río Henares.

Estas tortugas, originarias del continente americano, pueden alcanzar hasta 50 centímetros de longitud en su caparazón y suelen habitar en áreas húmedas y cursos de agua de flujo lento.

Los animales, procedentes de la confluencia entre el río Jarama y el Henares, fueron trasladados al Centro de Recuperación de Animales Silvestres (CRAS), según confirmaron fuentes de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Agricultura a Europa Press.

Los vecinos que pescaban en el río Henares encontraron a estos animales, uno de los cuales pesaba entre 15 y 20 kilos y el otro alrededor de 30 kilos, informó 'Telemadrid'.

La Chelydra serpentina, una especie invasora y potencialmente peligrosa incluso para los humanos, se alimenta de peces y otros vertebrados acechando desde su escondite parcialmente enterrada en el barro, atrapándolos con su poderoso pico en forma de uña.

Esta especie tiene una gran capacidad de adaptación al medio y puede representar un riesgo para la fauna local donde se establece. Prefiere hábitats con aguas abundantes, especialmente fondos lodosos con mucha vegetación, desde el sur de Canadá hasta la costa tropical de Ecuador.

Se caracteriza por su caparazón aplanado con escudos dorsales rugosos y borde dentado, de color verde aceitunado y una longitud de 50 a 60 centímetros. Su plastrón es pequeño, en forma de cruz, con un puente muy estrecho y de color amarillo.

Presenta una cabeza voluminosa con un hocico en forma de pico, mandíbulas potentes, patas robustas, y una cola gruesa y larga. Cuando alcanzan un mayor tamaño, estas tortugas son difíciles de manejar debido a su fuerza, velocidad y agresividad, siendo capaces de morder en cuestión de segundos.