Franco y Donato Malacisa, el padre e hijo argentinos en su primer restaurante en Madrid, Brazza.

Franco y Donato Malacisa, el padre e hijo argentinos en su primer restaurante en Madrid, Brazza. Brazza

Ocio

Los Malacisa, la familia hostelera ejemplar en Argentina que va a abrir 8 restaurantes en Madrid: "Invertimos 300.000€"

El chef argentino Franco y su hijo Donato abrieron el 3 de septiembre Brazza en la calle Orfila y el 15 de octubre Fenzze en la calle Castelló.

Más información: El 'little Buenos Aires' de Madrid, el barrio en el que reinan los argentinos: "Cada vez somos más".

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Las claves

La familia Malacisa, reconocidos hosteleros argentinos, planea abrir entre 7 y 8 restaurantes en Madrid, tras el éxito de sus negocios en Buenos Aires.

Su primer restaurante en Madrid, Brazza, abrió el 3 de septiembre en la calle Orfila y ofrece una propuesta basada en carnes premium y platos a la brasa con influencias internacionales.

La inversión inicial para Brazza fue de 300.000 euros, aprovechando una infraestructura previa de un millón de euros, con el objetivo de aprovechar la estabilidad económica española frente a la incertidumbre argentina.

Franco Malacisa lidera el proyecto junto a su hijo Donato, quien se ha instalado en Madrid para supervisar la expansión de la familia en la capital española.

Franco Malacisa es un argentino en toda regla. Acogedor, dicharachero, bromista, cercano… Tal vez, esa actitud sea la que le ha permitido recorrerse el mundo entero como chef privado de magnates o trabajando para restaurantes de Moscú, Londres o París.

Después de su periplo por tres continentes diferentes dando el cien por cien para los negocios de otro, empezó a sentir "angustia" por lo que hacía: "Ganaba mucho, pero sentía que tenía que crear algo propio, con alma". Eso fue lo que le hizo volver a Argentina, donde terminó abriendo dos conocidos restaurantes: Chizza y Malo by Franco.

Ahora, por culpa de otro viaje —este recreativo, en el que celebró sus 25 años de casado— pisó Madrid, ciudad donde ha despertado la ambición de "abrir 7 u 8 restaurantes" junto a su socio argentino y con el respaldo de uno de sus cinco hijos, Donato, que está dispuesto a estar día y noche en los nuevos proyectos madrileños de la familia Malacisa.

Barra y entrada de Brazza.

Barra y entrada de Brazza. Brazza

Lo que iba a ser una escapada romántica acabó convirtiéndose en el comienzo de un desembarco empresarial: "Decidí coger un restaurante en Madrid porque aquí tienen la estabilidad que no tenemos en Argentina".

El primer golpe sobre la mesa del 'clan' Malacisa en Madrid se llama Brazza, y lo abrieron el 3 de septiembre en la calle Orfila, 7. El restaurante de brasas busca "salir de la visión" habitual de los asadores, integrando en los entrantes sabores procedentes de todos los lugares que han marcado la vida del chef. 

Pero Franco tiene claro cuál es el protagonista en su nuevo restaurante: "A mí me excita el producto, encontrar las mejores carnes: lomo alto y bajo de Argentina, carnes de EE. UU., el mejor Wagyu, Angus, etc.".

El aforo de Brazza es de 65 comensales y su carta cambia cada semana, según lo que le apetece cocinar al chef, y en ella encuentras una oferta de brasas donde caben desde carnes a pescados, aunque por ahora solo ha incorporado atún.

El fuerte de Brazza son sus carnes de primera calidad.

El fuerte de Brazza son sus carnes de primera calidad. Brazza

También aparecen guiños profundamente argentinos, como su pan de chipa casero y sus empanadas de carne. Actualmente, entre los entrantes nos podemos encontrar un potente paté de campo casero, acompañado de tostadas a la 'brazza' —ya que todos los platos tienen que tener un toque de parrilla— y mermelada de ciruela, seguido de propuestas como el falafel con tahina y labneh, o un hummus clásico con tahina, tomate cherry, aceitunas kalamata y za'atar.

Como su nombre indica, Brazza es un restaurante de brasas, hilo conductor de la propuesta de Franco desde los entrantes —en elaboraciones como el brócoli con salsa kimchi; los portobellos con emulsión de patata trufada, eneldo y limón; el pulpo a la brasa con patatas baby a la chapa; o las gambas con limón, chile y sésamo— hasta los principales, donde el protagonismo recae en las carnes: entraña, ojo de bife, bife de chorizo, cuadril, picaña, pincho de solomillo o chuletón.

"El plato más vendido es el osobuco con risotto y tenemos muchos vegetales a la brasa", apunta Franco. Todo ello maridado con 50 referencias de vinos de Argentina, pero sobre todo, de España.

Fenzze

Paralelamente, los Malacisa no pierden el tiempo en Madrid. Su segundo local, Fenzze, abrió el 15 de octubre en la calle Castelló, 1, como parte del mismo plan de expansión madrileño.

A pesar de los nuevos proyectos en la capital, Franco insiste en que su vida sigue en Buenos Aires. "No quiero mudarme a Madrid, tengo a mi familia en Argentina", explica.

De momento, el único que lo acompaña en esta aventura europea es Donato, de 25 años, que ya está instalado en la capital para trabajar en los restaurantes. Padre e hijo forman una dupla ejemplar.

Uno de los motivos del desembarco en Madrid es puramente económico. En Argentina es más difícil planificar a largo plazo. Aquí, en cambio, ve un ecosistema favorable por el que ha decidido apostar:

"Para Brazza invertimos 300.000 euros. Una inversión muy baja", afirma, aunque matiza que tiene sentido porque el local "ya tenía una inversión previa de un millón de los restaurantes anteriores", que fueron Fire y Fogata.

'El Salvaje'

En Argentina lo llaman 'El Salvaje', un mote que él acepta con una sonrisa. Tal vez porque su manera de cocinar —y de vivir— siempre ha tenido algo de impulso, de intuición, de fuego... 

Y así, lo que comenzó como unas bodas de plata en Madrid ha terminado siendo el inicio del mayor salto internacional de la familia Malacisa.