Txakoli, vermú, cañas, gildas, txistorra y muchas croquetas. Así es la nueva barra de pintxos vascos recién llegada de Bilbao.

El nuevo lugar donde tapear al estilo más vasco se llama Sinsorgo Bilbao y ha abierto sus puertas hace tres meses trayendo a Madrid sus pintxos y su bodega de vinos de renombre en una elegante taberna con unos ventanales gigantes que cubren toda la esquina de las calles Fernán González y Menorca, entre O'Donell e Ibiza, cerca del parque del Retiro.

Este proyecto nace de un matrimonio de vascos, Tamara Cuesta y Rafael Renedo, que quisieron traer el concepto de 'irse de pintxos' a la capital que les vio crecer. Una costumbre gastronómica de su Bilbao natal que desde pequeña Tamara ha interiorizado en el restaurante de su padre.

La nueva barra de pintxos vascos donde comer gildas, croquetas y vino Marqués de Riscal. Sinsorgo

"El mejor restaurante de Bilbao era el de mi padre, Víctor Montes. Por él han pasado personalidades como Alberto de Mónaco", cuenta a Madrid Total la propietaria de Sinsorgo, el día de la inauguración del bar.

Realmente, esta familia bilbaína ya es una vieja conocida en Madrid. El chef Montes y su familia abrieron hace décadas La Alacena de Víctor Montes, un pequeño puesto en el Mercado de San Miguel, que ya triunfó por sus croquetas. "Hacíamos 300 kilos de croquetas al día", recuerda Tamara Cuesta.

[Este es el bar con los auténticos pintxos vascos de todo Madrid: los puedes encontrar a 2,50 euros]

Desde entonces, se convirtieron en madrileños de adopción y se quedaron vendiendo sus exquisitas croquetas a numerosos restaurantes de la capital a través del negocio de Tamara, Le Croquette. Ahora, Rafael y Tamara han querido devolver a las croquetas el nombre propio de la familia Montes, abriendo su propio negocio y llamándolo Sinsorgo: "Es una palabra muy vasca que se refiere a una persona sosa, sin gracia".

Sus famosas croquetas. Sinsorgo

El resultado es una gran barra marmolada llena de pintxos que recorre todo el local en los que encontrar mini bocaditos, gildas, txistorra... Como complemento, hay una carta con productos del norte de cocina tradicional. "Los madrileños nos pedían carta. Es la costumbre aquí", dice Tamara.

Como novedad, incorporan una de las especialidades de la casa, sus croquetas, elaboradas de manera artesanal en el obrador de la dueña, Le Croquette. Además, en su propuesta líquida encontrarás cerveza, vermú y una extensa carta de vinos en la que encontrar bodegas como Marques de Riscal, así como vinos más típicos de la región vasca, como es el txakoli.

En definitiva, una nueva opción para irse de pintxos y llevarse al paladar el sabor del norte en pleno centro de Madrid.