Catalizadores robados.
Lo quita en 2 minutos y a ti te cuesta 2.000 € reparar el coche: el gran negocio del robo de catalizadores, con dos detenidos
La pieza del automóvil codiciada por los ladrones. Contiene metales preciosos que alcanzan un alto valor en el mercado negro.
Más información: El aviso de un mecánico sobre la pieza del coche que se modifica mal: "Puede que el catalizador se haya desintegrado"
El escenario es el aparcamiento de una estación de Cercanías en un día laborable. A media mañana quedan pocas plazas libres. Dos hombres caminan junto a los coches aparcados en las filas centrales: buscan su primera presa.
Uno toca el capó de un utilitario rojo. Comprueba que el motor está frío y asiente con la cabeza. En un instante, el otro se desliza bajo el vehículo. En menos de dos minutos corta con una sierra eléctrica dos secciones del tubo de escape.
Poco después se escucha el golpe metálico del catalizador al caer sobre el asfalto. En un abrir y cerrar de ojos, mete la pieza en una bolsa de plástico. Se levanta y mira a ambos lados. Nadie los ha visto. Trasladan el botín hasta el coche nodriza que los espera y se lanzan a por su próxima víctima.
El robo de catalizadores es como la gripe: se extiende por oleadas. Crece en otoño e invierno, cuando los motores se enfrían rápido.
Como se ha podido comprobar este fin de semana, cuando dos hombres han sido detenidos por la Guardia Civil en Meco por robar catalizadores.
Los agentes, durante la detención, comprobaron que los dos sujetos portaban en el interior del automóvil una mochila con herramientas y un catalizador, lo que provocó su detención. Se les atribuyen, al menos, otros diez robos en la comarca de Henares.
El cofre del tesoro
El catalizador es una pieza esencial para el funcionamiento de los vehículos de gasolina y diésel. Su función es convertir los productos contaminantes de la combustión del motor en gases menos dañinos para la atmósfera.
Ilustración
Dani es especialista en tubos de escape para coches de competición: "Dentro del núcleo del catalizador se produce una reacción química regulada por una combinación de metales preciosos como el oro, el platino, el paladio y el rodio", explica.
Son materiales utilizados en joyería y en la industria de precisión. El precio del oro se ha duplicado en los últimos tres años. En el mercado negro se cotiza por encima de los 80 € por gramo. El platino y el paladio se venden alrededor de 40 € por gramo, mientras que el rodio ha llegado a superar los 800 €, aunque ahora ha bajado de precio.
"Un catalizador normal contiene entre 7 y 9 gramos de una combinación de estos componentes", aclara Dani. No es extraño que sean piezas muy codiciadas.
Sobre el banco de trabajo manipula un ejemplar 'diseccionado' del que ha extraído una sustancia porosa: "Para obtener los metales, muelen el núcleo cerámico y someten ese polvo a un proceso químico que separa los componentes", relata.
Extracción y pulverización del núcleo de un catalizador.
Fuentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta del Cuerpo Nacional de Policía (UDEV) explican a este diario cuál es el 'modus operandi' de las bandas que se dedican a este negocio: "Suelen ser grupos de tres individuos: uno vigila, otro procede a la sustracción y un tercero espera con el coche en marcha", detallan.
Los delincuentes organizan 'partidas' nocturnas o salidas a aparcamientos no vigilados, en las que recolectan entre 8 y 10 ejemplares: "Cada 'extracción' se completa en dos o tres minutos y el resultado es excelente: por cada unidad sustraída obtienen entre 50 y 60 €", explica la Policía.
Los investigadores destacan que "el riesgo que corren los ladrones es muy bajo. En la mayoría de los casos, si les detenemos, solo les cae una sanción por hurto. Es un negocio muy lucrativo para ellos".
Los modelos más buscados
Los ladrones buscan modelos concretos: Seat Ibiza, Volkswagen Polo o Golf. Algunas versiones de Toyota son muy codiciadas. Prefieren los vehículos de gasóleo y con más de 10 años: "Los antiguos contienen más metales preciosos y se pagan mejor en el mercado negro", aclaran a este diario.
Los coches híbridos modernos equipan catalizadores con pocos metales preciosos. Algunos modelos lo alojan en el compartimento del motor y no están expuestos. Los datos de la UDEV confirman que apenas hay registros de robos en estos automóviles.
Perjuicios para el usuario
El daño es enorme: una reparación cuesta entre 800 y 2.000 €, según el modelo de coche. El precio se reduce a 350 o 400 € si se emplean componentes usados, pero carecen de garantía. A esto hay que añadir los problemas de desabastecimiento que han sufrido algunos fabricantes. Los plazos de entrega pueden alargarse semanas o meses.
Un problema adicional: muchas pólizas de seguro excluyen la sustracción del catalizador entre sus coberturas. Las que la incluyen, indemnizan al asegurado con un valor residual al considerar la degradación que sufre con el uso.
La ruta del oro
Los catalizadores sustraídos se venden a empresas dedicadas al procesado de todo tipo de materiales. "Trabajan bajo el amparo de una actividad legal, como chatarrerías o centros de reciclaje. La manipulación de los núcleos requiere una autorización especial", cuentan en la UDEV.
EL ESPAÑOL ha tratado de ponerse en contacto con varias de estas organizaciones. La respuesta ha sido la misma: "Gracias, no estamos interesados en hablar de este asunto".
La Unidad contra la Delincuencia Especializada confirma que algunas organizaciones se han verticalizado y se ocupan del proceso completo: sus hombres de campo transportan las piezas robadas al centro donde se manipulan. Allí se abren, se extraen los núcleos y se pulverizan.
El resultado se empaqueta y se vende al peso a laboratorios de procesado en Europa del Este, donde se obtienen los metales.
La mejor noticia: los vehículos eléctricos no equipan este componente. Extraer las sustancias valiosas de sus baterías o motores es un proceso inalcanzable para las organizaciones delictivas en el mundo del reciclaje. Sus propietarios pueden dormir tranquilos, por ahora.