Una cabra montés en La Pedriza (Manzanares el Real, Madrid).

Una cabra montés en La Pedriza (Manzanares el Real, Madrid). Rafael Bastante / Europa Press

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Ayuso creará una reserva de cabra montés en Guadarrama para controlarlas: habían provocado daños en la flora

La Comunidad de Madrid ha conseguido frenar el aumento excesivo de esta especie en los últimos años con varias medidas.

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El excesivo crecimiento de la cabra montés en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama ha sido uno de los principales problemas de las dos últimas décadas.

Una situación que ha obligado a crear diferentes medidas para controlar su sobrepoblación, ya que esta supone daños a la fauna y flora autóctonas.

En este sentido, desde el 2016 la Comunidad de Madrid ha estado trabajando para controlar su población. La ausencia de depredadores como lobos, osos o águilas había hecho que esta especie creciese sin el factor natural de control poblacional.

De esta forma, había pasado de 400 ejemplares en el año 2000 a los casi 6.000 que se estimaban en el año 2023, como se puede comprobar en los datos aportados por la dirección del Parque Nacional.

Ahora, tras haber conseguido frenar este crecimiento exponencial, tal y como han explicado desde el Gobierno regional en una nota de prensa, se va a crear una reserva biogenética de cabra montés.

Así lo ha informado este lunes el consejero de Medio Ambiente, Agricultura e Interior, Carlos Novillo, al patronato en el que han participado expertos medioambientales de la región junto a representantes institucionales y otros técnicos de la Junta de Castilla y León.

Será un reservorio de calidad, situado en la parte central de dicho entorno natural protegido. Contará con una adecuada densidad de ejemplares, que presenten buen desarrollo morfológico y óptimas condiciones corporales, para asegurar su resistencia frente a elementos externos. En él, además, se evitará la cacería.

Descenso del 35,89%

Novillo también ha mostrado los datos del último censo, realizado en 2024, los cuales ha valorado positivamente. En él se estima una población de 3.721 animales, de los que la mayoría está en la zona de Cuerda Larga-Pedriza y un pequeño núcleo en los Montes Carpetanos.

Se ha producido, por tanto, un descenso del 35,89% desde 2021, en que las cifras indicaban una presencia de 5.804. Y del 40,52% respecto a 2019, con 6.256 ejemplares.

La explicación que da el consejero es el trabajo realizado en los años anteriores. En este sentido, ha destacado medidas tomadas, como la intervención de los expertos medioambientales, la extracción de machos y hembras para su traslado a otros espacios naturales, que los precisaban fuera de la región; además de la propia dinámica poblacional en condiciones de alta densidad, en que disminuyen las tasas de reproducción y la supervivencia juvenil.

Por otra parte, ha expuesto también las nuevas medidas para este año 2025, orientadas a mejorar la gestión de la población caprina. Entre ellas se encuentran la intensificación de la vigilancia mediante muestreos sistemáticos y observación directa de cada rebaño, el descenso de capturas en vivo (pudiendo realizarse extracciones puntuales), el reajuste de los aprovechamientos cinegéticos o el refuerzo de la lucha contra el furtivismo.

En el aspecto sanitario, se intensificará el control epidemiológico y se aplicarán técnicas de saneamiento no invasivas. Por último, se realizará una nueva evaluación de las necesidades de cada terreno poblado, a fin de fijar el número adecuado por sexo y edad, evitando que resulten dañinos para el ecosistema.

"El nuevo reto es lograr su estabilización, con una buena estructura de las poblaciones en cuanto a la pirámide de edad y un reparto más equilibrado dentro de las diferentes áreas de distribución", ha señalado Novillo.

Para ello, habrá un seguimiento sistemático e individualizado de cada rebaño en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, así como del estado de conservación de cada zona que habiten.