El desembarco inmobiliario de los Capriles en Madrid, allá por el 2013, marcó un antes y un después en lo que hoy el día se considera el boom inmobiliario latino. Importantes inversores, principalmente de Venezuela y México, se han convertido en los principales promotores de viviendas de lujo en los barrios más exclusivos de la capital. 

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Por eso, cuando la presidenta de la Comunidad de Madrid anunció en enero de 2023 un incentivo fiscal para nuevos inversores no residentes, todo el mundo miró hacia América Latina. Ayuso lo explicaba a bombo y platillo: una deducción del 20% del IRPF a todo el que invirtiera en Madrid, "ya sea una vivienda, una empresa, productos financieros... en lo que sea".

Se empezó a hablar de la 'exención venezolana', pero tras quince meses, esa idea se ha ido descafeinando.

Y es que, la Comunidad de Madrid ya ha iniciado la tramitación de la nueva deducción en el IRPF para atraer inversión extranjera después de que el Consejo de Gobierno haya aprobado el informe del anteproyecto de ley que regula este incentivo fiscal para nuevos contribuyentes.

El texto mantiene la esencia de la medida anunciada por Ayuso, aunque con un "pero" importante: los activos inmobiliarios ya no están contemplados en dicha desgravación del IRPF. 

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¿Eso qué significa? Pues lo ha explicado la propia consejera de Economía, Rocío Albert: "No cabe la posibilidad de deducción para la compra de inmuebles". O lo que es lo mismo, si mañana Kylian Mbappé ficha por el Real Madrid y se compra una casa, no podrá deducirse dicha compra.

Esta modificación no ha sido la primera que ha sufrido uno de los proyectos estrella del ex consejero de Economía, Javier Fernández Lasquetty. 

En diciembre de 2023, cuando la presidenta inició la tramitación de los presupuestos para este año, se cambió parte de la redacción inicial. En ese momento, hace ahora cinco meses, se seguía contemplando la deducción de bienes inmuebles, pero se concretaba: sólo si eran la vivienda habitual.

Esto quería decir que si una persona que lleva cinco años viviendo en el extranjero y decidía volver a Madrid atraído por esta compensación fiscal, sólo recibiría la deducción del 20% del valor de su vivienda habitual. Si compraba tres viviendas más, en esas no se aplicará la ventaja. 

Con este nuevo paso, Madrid descarta también esa idea y la exención se limita exclusivamente a "inversiones en mercados regulados y no regulados". Como puede ser inversión en deuda pública, en acciones de sociedades o en la puesta en marcha de un negocio. 

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Pese a esta modificación, la consejería de Economía de la Comunidad de Madrid aspira atraer a nuevos contribuyentes, que fue el objetivo principal con el que se creó esta deducción. 

Según fuentes de la Puerta del Sol, se estima que se puedan beneficiar de esta ventaja fiscal "30.000 nuevos contribuyentes". Son datos que se han realizado de manera estimada, pues nunca antes se había aplicado una deducción similar.

Aun así, desde la Consejería de Economía insisten en que, además de la contribución directa que harán a las arcas de la región estos nuevos madrileños; también hay que tener en cuenta lo que aporten "indirectamente" con "toda esa inversión y la actividad económica que genera alrededor". 

Siguientes pasos 

Una vez se ha iniciado el procedimiento ordinario, está previsto que el Consejo de Gobierno apruebe esta legislación en las próximas semanas, para que, posteriormente, el proyecto de Ley se registre en la Asamblea de Madrid y se inicie la tramitación parlamentaria.

Cuando se apruebe en la Cámara regional (donde el Partido Popular tiene mayoría absoluta), entrará en vigor. Dicha bonificación será retroactiva y se aplicará en el ejercicio 2024.

Por tanto, se podrán beneficiar de ella los contribuyentes que se hayan instalado en Madrid a partir de este año después de haber estado residiendo, al menos, cinco años fuera de España.

Isabel Díaz Ayuso durante el desfile organizado por la Comunidad este mes de octubre. CAM

Uno de los principales inversores hacia los que está dedicada esta deducción fiscal es el mercado latino y, concretamente, Venezuela. Es uno de los países de los que Madrid obtiene una mayor inversión.

Venezuela en Madrid

La situación política del país ha provocado que muchos se trasladen a la región. Grandes fortunas se han mudado a la capital, acompañados de una clase emprendedora y de personas que, en los últimos años, hacen de Madrid su lugar de residencia. 

Muchos de ellos están instalados en el barrio de Salamanca. Los Cohen y familias como Betancourt o Trebbau eligieron ese lugar para invertir en vivienda. Incluso Margarita Vargas o Raquel Bernal hicieron lo propio.

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Los venezolanos, de distintas clases económicas, son protagonistas en la adquisición extranjera de viviendas en la comunidad. Según datos de 2018 recogidos por el Servicio de Estudios de Redpiso, encabezan la lista de compradores. Pagan 565.000 euros por pisos de 120 metros y se hacen con 5,3 casas al mes, por encima de rusos y chinos. A eso hay que añadir que más de 63.000 personas con dicha nacionalidad viven en la capital.

De los casi 52.000 venezolanos empadronados en la capital, 2.193 residen en el distrito de Salamanca; 594 en Goya y 250 en Recoletos. En estos barrios solo los italianos les superan en cantidad. En tercer lugar están los ciudadanos franceses y en cuarto, los mexicanos.