"Cuando vi su posición en las listas intuí algún movimiento. Estaba en mis quinielas", han comentado a Madrid Total desde las filas del PP este mismo jueves.

Tras haber pasado por la Consejería de Sanidad de Enrique Ruiz Escudero y haber sido apartada durante la pandemia de la Covid-19, Dávila retoma de la mano de la presidenta en un puesto privilegiado.

Se convierte en la mujer fuerte de una consejería importante para Ayuso pues, como ya ha dejado entrever en sus primeras intervenciones tras la mayoría absoluta, la defensa de la "familia" será uno de sus pilares ideológicos los próximos cuatro años.

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Una vez hecho el nombramiento, en los pasillos de la Asamblea de Madrid, el nombre la licenciada en Psicología -con experiencia como docente e investigadora- ya sí parecía "ideal" para el puesto. Pero ¿hasta entonces? Pocos apostaban por ella.

Muy próxima al todavía consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, su nombre se unió a los contratos otorgados a Tomás Díaz Ayuso, con los que la izquierda ha intentado atacar en reiteradas ocasiones a la presidenta regional. Aun así, Ayuso -conocedora de que esto iba a salir a la palestra-, ha decidido apostar por ella.

La psicóloga está muy comprometida con aspectos relacionados con Servicios Sociales, así como con concienciar sobre la discapacidad o la atención de enfermedades como la ELA. Es por eso por lo que su nombre parece más que oportuno para coger las riendas de la Consejería.

El cese de Dávila en 2020 se interpretó como una criba de la presidenta del Gobierno a cargos que le inspiraban "poca confianza". Con perspectiva parece que el diagnóstico con esta consejera era erróneo. Y que, más que apartar a Davila porque tenía un perfil "demasiado bajo", quitó una carga mediática que le hubiera pasado factura pasada la pandemia y de cara a un hipotético ascenso. Como ha ocurrido ahora.

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La, por aquel entonces, la viceconsejera de Asistencia Sanitaria intentaba rehuir a los medios de comunicación en un momento de máxima tensión, en plena desescalada y con enfrentamientos continuos con el Gobierno de España. Mientras, su sucesor, Juan Armengol, se convirtió en una cara habitual de las parrillas informativas.

Tal y como publicó este diario, el jefe de Unidad del Servicio de Urgencias del Hospital Clínico San Carlos de Madrid y presidente de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes) dio el "empuje" que Dávila no aportaba a la viceconsejería al ser menos "mediática".

Lo cierto es que, aunque su vinculación con la Consejería de Sanidad y con Enrique Ruiz Escudero es innegable, no ha estado desvinculada de las Políticas Sociales que ahora llevará por bandera.

Durante esta legislatura, Dávila-Ponce ha formado parte, como diputada, de la comisión parlamentaria de la Asamblea de Madrid, encargada de estudiar las responsabilidades por la muerte de miles de residentes durante los momentos más críticos de la Covid-19.

También fue portavoz adjunta del Grupo Popular en la Comisión de Sanidad de la Asamblea de Madrid, cargo que compaginó con la portavocía en la Comisión para las Políticas Integrales de la Discapacidad en el Parlamento autonómico.

Además, sus primeros pasos en la política los da en 2011, cuando formó parte de la corporación municipal de Las Rozas como delegada de Sanidad. Luego, en 2017, dio el salto a la Consejería de Sanidad donde empezó a ocupar cargos en diferentes departamentos hasta que fue cesada, siguió en la Asamblea como diputada rasa y, ahora, vuelve como consejera.

Familias

La consejería que le han otorgado no es baladí en esta nueva legislatura que comienza este mismo viernes con el discurso de la presidenta. Es uno de sus pilares ideológicos en los que compite con Vox, robando parte de su espacio electoral, y con la izquierda, a la que acusa de ir en contra del concepto de familia.

De hecho, durante la primera jornada del Debate de Investidura, la presidenta anunció un Plan de Apoyo a las Familias "para seguir poniéndolas en el centro de todas las políticas del Gobierno regional e incluye nuevas ayudas y bonificaciones destinadas especialmente a las numerosas y monoparentales".

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De hecho, la consejera tendrá la responsabilidad de poner en marcha uno de los proyectos personales de Ayuso para tramitar durante este periodo legislativo: la Ley de Familia de la Comunidad de Madrid.

Una base legislativa para proteger los núcleos familiares y ponerlos en el centro de la actuación de todas las administraciones y, además, blindar la especial protección que el Ejecutivo regional les otorga "ante posibles actuaciones perjudiciales desde otros ámbitos". Es decir, desde la Ley de Familias de Ione Belarra que pretendía eliminar las familias numerosas.

En este sentido, las familias numerosas van a obtener, gracias a la Consejería que dirigirá Dávila, nuevas ventajas como la gratuidad total del transporte público para las de categoría especial; reducción del 30% en los comedores escolares; incremento del 50% de las deducciones en el IRPF para gastos educativos; o una nueva deducción del 15% en este impuesto para gastos de libros de texto en Primaria y Secundaria.