Túneles de la M-30.

Túneles de la M-30. EFE

Madrid Capital

Almeida recupera la gestión pública de la M-30 con el apoyo del PSOE y Vox: ahorrará 1.000 millones de euros

Aunque los contratos en vigor estaban firmados hasta 2040, el Ayuntamiento disponía de una opción de compra del 20% restante antes de que acabara 2025.

Más información: Almeida recupera la gestión de la M-30 que externalizó Gallardón: será 100% pública para ahorrar 50 millones.

Agencias
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El Pleno del Ayuntamiento de Madrid ha aprobado este martes el cambio de modelo de gestión de la M-30, que pasará a ser de titularidad y control completamente municipal a partir del 1 de enero de 2026.

Tal y como adelantó Madrid Total el 5 de marzo de 2024, el Consistorio pondrá fin al sistema mixto implantado por Alberto Ruiz-Gallardón en 2004 y consolidado en 2005, cuando el Ayuntamiento cedió el 20% del accionariado de Madrid Calle 30 a socios privados como ACS, Ferrovial e IMESAPI.

La decisión supondrá que Madrid Calle 30, sociedad encargada de gestionar la vía de circunvalación más transitada del país, vuelva a estar íntegramente en manos públicas.

Según ha destacado la delegada de Obras y Equipamientos, Paloma García Romero, este cambio permitirá un ahorro estimado de más de 1.000 millones de euros en los próximos 15 años, es decir, más de 50 millones al año. Esta cifra procede principalmente de lo que se dejará de pagar en IVA, impuesto de sociedades y dividendos al socio privado.

El modelo mixto nació en diciembre de 2004 con la entrada de Emesa (UTE formada por ACS, Ferrovial e IMESAPI) en el capital de Madrid Calle 30.

Desde entonces, esta unión temporal ha gestionado el mantenimiento y explotación de la infraestructura, incluidos los túneles urbanos más extensos de Europa —10 de los 32 kilómetros de la M-30 son subterráneos—.

Aunque los contratos en vigor estaban firmados hasta 2040, el Ayuntamiento disponía de una opción de compra del 20% restante antes de que acabara 2025. El Gobierno municipal ha decidido ejecutarla ahora para evitar las indemnizaciones que conllevaría una resolución anticipada del acuerdo. "No solo se trata de gastar menos, sino de gastar mejor", ha recalcado García Romero.

El momento elegido no es casual. Como recordó la delegada, ya en 2022 se valoró rescindir el contrato por mutuo acuerdo, pero el coste superaba los ahorros potenciales. La actual fórmula permite asumir la gestión directa sin coste adicional, y a la vez, abrir la puerta a un nuevo contrato de mantenimiento que sustituya al que actualmente une a Madrid Calle 30 con Emesa.

El debate sobre la remunicipalización no es nuevo. En enero de 2022, el Pleno del Ayuntamiento —entonces con el gobierno formado por PP y Ciudadanos— aprobó por unanimidad una proposición del PSOE para estudiar la recuperación total de Madrid Calle 30.

El Ejecutivo local encargó entonces un estudio técnico que ha confirmado ahora que la gestión directa a través de una sociedad 100% municipal es la opción “más eficiente y sostenible”.

La tramitación del expediente aprobado este martes permitirá además iniciar en paralelo los nuevos contratos de mantenimiento que garanticen la continuidad del servicio desde 2026. Según el Ayuntamiento, la transición se hará “de la mano de los trabajadores”, que seguirán vinculados al proyecto con el mismo nivel de experiencia acumulada desde hace 20 años.

La M-30 fue transferida al Ayuntamiento en 2004 por el Ministerio de Fomento. Ruiz-Gallardón emprendió entonces su mayor obra: el soterramiento del tramo sur, ejecutado a través de Madrid Calle 30.

La sociedad fue inicialmente pública, pero a finales de 2004 se privatizó parcialmente para facilitar la financiación del proyecto. Desde entonces, los socios privados han cobrado dividendos anuales, a la vez que la ciudad asumía la mayor parte del coste de explotación y mantenimiento.

Antes de que se haga efectiva la compra, el Ayuntamiento deberá amortizar los 111 millones de deuda pendiente que arrastra Madrid Calle 30. No obstante, el Gobierno de José Luis Martínez-Almeida considera que el esfuerzo financiero estará compensado con creces por el ahorro estructural a largo plazo.

La M-30, con 375 millones de desplazamientos y 487,5 millones de usuarios en 2024, es la vía más utilizada de España y un eje clave en la movilidad de la capital. Desde 2026, lo será también bajo una nueva fórmula de gestión completamente pública.