
Ubicación de Montecarmelo donde estaba planeado el cantón de limpieza.
Revés para el cantón de Almeida en Montecarmelo: un juzgado declara nula su ubicación
El juzgado expone que falta la evaluación ambiental, imprescindible en este caso. El consistorio cuenta con quince días para recurrir.
Más información. El Gobierno no encuentra la fosa de brigadistas en Montecarmelo y pide a Madrid hacer más excavaciones
El Juzgado Contencioso-Administrativo nº9 de Madrid ha declarado nula la ubicación de un cantón de limpieza en Montecarmelo cerca del Colegio Alemán por faltar la evaluación ambiental. El fallo, al que ha tenido acceso Europa Press, estima el recurso presentado por la Asociación del Colegio Alemán en Madrid contra los decretos del Ayuntamiento que modificaban la ubicación junto al centro educativo.
En la sentencia se declaran nulas de pleno derecho las resoluciones municipales al considerar que carecen del preceptivo informe de evaluación ambiental, obligatorio según la legislación vigente. El juzgado impone costas procesales al Ayuntamiento, que cuenta con quince días para presentar recurso de apelación. Este mismo miércoles Borja Carabante, Delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, ha asegurado que recurrirán ya que desde el punto de vista técnico y urbanístico la ubicación cumple las condiciones pertinentes. Ha argumentado que la sentencia da por hecho que va a haber algún tipo de incineración en la zona, algo que, afirma, no es cierto.
Desde el Colegio Alemán han valorado "muy positivamente" la sentencia, como han recogido en un comunicado, al considerar que "protege el entorno escolar y refuerza el principio de transparencia en las actuaciones públicas".
Restos de brigadistas
Este nuevo revés judicial se suma a la larga polémica que rodea al cantón de limpieza de Montecarmelo. En septiembre de 2024, el Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática solicitó al Ayuntamiento de Madrid permisos adicionales para realizar nuevos sondeos en la zona, ante la posibilidad de que allí se hallaran los restos de hasta 450 brigadistas internacionales.
Según un comunicado del Ministerio, el informe preliminar del equipo arqueológico concluyó que las zonas 1 y 2, las únicas autorizadas por el Consistorio para excavar, no presentaban "elementos de relevancia arqueológica". Tras alcanzar profundidades de hasta diez metros, los expertos solo hallaron escombros modernos. Por ello, recomendaron ampliar la búsqueda a otras áreas que podrían ofrecer resultados más concluyentes.
El Ministerio, dirigido por Ángel Víctor Torres, señaló además que las zonas exploradas fueron impuestas por el propietario y “no eran ideales para la búsqueda”. Con ese informe en mano, solicitó al delegado del Área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, autorización para ampliar los trabajos arqueológicos a las zonas A y B, situadas fuera del perímetro del cementerio de Fuencarral.
Desde el Ayuntamiento se respondió con una declaración de "total colaboración", condicionada al cumplimiento de la Ley de Memoria Democrática y a la existencia de indicios concretos. El Consistorio recordó que ya se habían realizado tres estudios previos: un análisis cartográfico e histórico, varios sondeos y ensayos de resistencia del suelo, y un análisis con tomografía y georradar.
Este último, contrastado por tres arqueólogos externos, detectó una posible anomalía compatible en tamaño con una fosa, aunque situada a casi doce metros del área del cantón. El Ministerio analizó posteriormente esa localización sin hallar restos relevantes.
La controversia ha derivado también en una movilización vecinal. Residentes de Montecarmelo entregaron miles de firmas en Cibeles para pedir la reubicación del cantón, aludiendo a motivos medioambientales, históricos y urbanísticos. En respuesta, el área municipal ha subrayado que ya en 2017, durante el mandato de Manuela Carmena y con el apoyo del PSOE, se llevaron a cabo intervenciones en el cementerio sin estudios previos que confirmasen la existencia de una fosa común. Aquel gobierno, recuerdan, ya apuntó entonces que no había “ningún indicio, evidencia, información o documento” que acreditase la localización actual de los restos.