Alberto Gallardón con Manuel Melis, el ingeniero-inventor del soterramiento de la M-30.

Alberto Gallardón con Manuel Melis, el ingeniero-inventor del soterramiento de la M-30.

Madrid Capital

Muere Manuel Melis, el padre de la M-30: "Su visión ha dejado una marca indeleble en el paisaje de Madrid"

Fue el padre de las ampliaciones del Metro de Madrid entre los años 1995 y 2003 y del soterramiento de la autovía hasta el 2007.

23 marzo, 2024 19:47

Manuel Melis, conocido por ser el 'padre' del soterramiento de la M-30, ha fallecido este viernes, 22 de marzo, a los 80 años de edad.

Tal y como ha informado la comunidad de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de la Universidad Politécnica de Madrid.

El ingeniero de caminos español es conocido entre los madrileños por ser el alma mater de dos proyectos especialmente importantes para la ciudad: la ampliación del Metro de Madrid entre 1995 y 2003 (lo que incluye MetroSur) y el soterramiento de la autovía M-30.

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Siempre al lado de Alberto Ruiz-Gallardón, Melis fichó en 1995 por el equipo de infraestructuras de la Comunidad de Madrid, entonces presidida por el que posteriormente fue alcalde de la capital.

Durante los ocho años siguientes, correspondientes a las legislaturas 1995-1999 y 1999-2003 de la Autonomía de Madrid, Manuel Melis dirigió el proyecto y la construcción de la ampliación del Metro de Madrid.

Más de 100 km de nuevos túneles y 100 nuevas estaciones (incluyendo los 41 km del recorrido del MetroSur) que cambiaron por completo el uso y la importancia del Metro en la Comunidad de Madrid.

Al ser elegido Ruiz Gallardón alcalde de Madrid, Melis dejó su puesto de director general de Infraestructuras del Transporte de la Comunidad para poder marcharse a trabajar al Ayuntamiento. 

Allí, Gallardón le dio otro gran proyecto: hacerse cargo de la remodelación de la autovía de circunvalación M-30.

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Esta gigantesca obra de soterramiento, que comprende 66 km de túneles entre pantallas y la realización de una compleja red de colectores alrededor del río Manzanares, se concluyó en 2007, en un plazo de menos de dos años.

Dese la Escuela de Caminos, los que fueran sus alumnos y compañeros, le han despedido con unas sentidas palabras en las que han destacado su "visión y dedicación".

"No solo han dejado una marca indeleble en el paisaje urbano de Madrid, sino que también han contribuido a elevar el prestigio de la profesión de ingeniero a niveles nunca antes vistos", han agradecido en un comunicado.

A este centro educativo llegó tras ocupar, a partir de 2004, la Cátedra de Ferrocarriles de la Escuela de Ingenieros de Caminos. Lugar en el que dedicó la parte final de su carrera.

Melis nació en Zaragoza en 1944, aunque ha fallecido en la ciudad que le vio crecer profesionalmente. Cursó la carrera de ingeniero de caminos en la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), en la que se tituló en 1968.

Su idilio con Metro fue más allá de planear su nueva configuración. En 1995 fue nombrado vicepresidente del Metro de Madrid, donde intervino en el diseño de los nuevos trenes y de las instalaciones electromecánicas del suburbano madrileño.

En 1998 pasó a ser presidente de la compañía, cargo que abandonó en junio de 2009 (aunque en abril de 2004 se le habían retirado los poderes ejecutivos).

Visitas de madrugada

"Durante su etapa al frente de las obras públicas de la Comunidad y del Ayuntamiento de Madrid se hizo conocido por sus inesperadas visitas de madrugada a las obras que dirigía", han recordado sus compañeros.

Desde la Escuela de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, le han dibujado como un defensor a ultranza de las ideas sobre las que estaba convencido, "en su haber queda el exitoso empleo masivo de las tuneladoras en las obras subterráneas de Madrid, circunstancia que hizo posible su vertiginoso desarrollo".

"Poco amigo de protocolos, homenajes o formas políticamente correctas, en su etapa al frente de la cátedra de ferrocarriles mantuvo una decidida actitud crítica ante la injerencia de la política en el campo de las decisiones técnicas que condicionan la ejecución de las obras públicas, lo que le llevó a sostener en los medios escritos varias polémicas frente a distintos organismos públicos. Este espíritu inconformista es el que trató de imbuir a sus alumnos desde la cátedra", han recordado.

Ahora, Manuel Melis deja un "legado imborrable" en varias generaciones de ingenieros. "Su partida deja un vacío en el corazón de nuestra comunidad, pero su espíritu y enseñanzas continúan vivos en aquellos que tuvieron el honor de conocerlo y aprender de él".