Así quedó el edificio parroquial tras la explosión en la calle Toledo de Madrid.

Así quedó el edificio parroquial tras la explosión en la calle Toledo de Madrid. Europa Press

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El Arzobispado reconstruye la residencia de curas donde murieron cuatro personas: un piso menos y más ancho

El presupuesto de reconstrucción del centro parroquial asciende a los 4.465.717 euros.

1 julio, 2023 02:02

El Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid ha otorgado, a petición del área de Gobierno de Desarrollo Urbano del Ayuntamiento de Madrid, el visto bueno para que comience la restauración del edicto de la calle Toledo número 98 que, hace dos años, explotó en Madrid.

Se trata del famoso edificio, propiedad del Arzobispado de Madrid, que, tras una explosión de gas en su interior, se cobró la vida de cuatro personas. El local, propiedad del arzobispado de Madrid era la residencia de los sacerdotes del Camino Neocatecumenal y es parte de la Parroquia de la Virgen de la Paloma y San Pedro el Real.

La explosión se originó en la quinta planta, por un escape de gas, y dejó grandes daños en el edificio. Durante este tiempo, y tal y como consta en la memoria del futuro proyecto, se ha asentado el edificio, pero, ahora, la idea es tirarlo y restaurarlo por completo.

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Los que pasen por esta zona podrán ver como la tercera hasta la quinta planta están reforzados por una chapa metálica de protección provisional, mientras que la sexta y séptima planta están totalmente demolidas. Además, han puesto una cubierta de protección provisional.

De hecho, en el nuevo proyecto (que se encuentra en proceso de información pública) rebaja una planta el edificio principal y amplia su dimensión, quitando espacio al patio y ampliando el ancho del edificio.

Explosión de un edificio en la calle Toledo, en el centro de Madrid

Explosión de un edificio en la calle Toledo, en el centro de Madrid

De esta forma, la fachada quedará más achatada y seguirá la línea que marcan las indicaciones urbanísticas de la zona que intentan tener una homogeneidad. Tampoco se tocará nada que afecte al patio del colegio colindante ni a la propia Parroquia, a la que se puede acceder desde el patio del edificio de la calle Toledo.

Según el expediente electrónico del proyecto, que se empezó a tramitar en enero de 2023, el proyecto también mantenía el paso inferior a doble altura existente hacia la iglesia Virgen de la Paloma y San Pedro del Real. Las dimensiones de este paso interior se mantienen a dos alturas para que se permita ver claramente la iglesia de la Virgen de la Paloma desde la calle Toledo.

El proyecto es muy ambicioso y busca cumplir con todas las exigencias medioambientales, por eso, entre los cambios más significativos que no se van a ver a simple vista, destaca que se van a instalar paneles solares fotovoltaicos integrados en la cubierta. Esto obliga a suprimir el patio interior que tenía el edificio, lo que, ahora, lo hace mucho más práctico para los sacerdotes.

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Al reducir el contorno del edificio previo a la explosión, el nuevo inmueble tendrá una cornisa al nivel de las del resto del entorno. Esto hace al edificio perder un 20% de edificabilidad que se contrarresta con la modificación del volumen del inmueble hacia el interior de la parcela.

En lo que respecta a su distribución interna, seguirá similar a cómo ya funcionaba con anterioridad. En toda las plantas habrá salas que se usarán a disposición del arzobispado y, en la séptima, habrá un área específica dedicada a la residencia de religiosos. Antes, la sexta y la séptima planta eran residenciales.

El presupuesto de reconstrucción del centro parroquial asciende a los 4.465.717 euros. Según consta en la memoria económica, actualmente la parroquia dispone de un fondo de 500.000 euros procedentes de diferentes actividades que se han recaudado para ejecutar esta operación. Pero, además, el Arzobispado ha autorizado una cuantía de 3 millones de euros para ejecutar el proyecto.

Además, ahora mismo la parroquia está realizando una labor de colecta entre los fieles, de la que se esperan obtener otros 400.000 euros en el tiempo que dura la obra. Si con estos fondos no es suficiente, la parroquia también contempla pedir un préstamo a una entidad de crédito en la que el Arzobispado se ha comprometido a ser su avalista.