Farmacia

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Opinión

La farmacia, un pilar para la salud de todos

Eduardo Pastor
Publicada

Cada 25 de septiembre el calendario nos recuerda que es el Día Mundial del Farmacéutico, una fecha señalada cuyo propósito es poner en valor una profesión que constituye un verdadero pilar para la salud de todos.

Y que cuenta con unos profesionales cuyo compromiso y vocación de servicio público deben ser visibilizados y reconocidos, tanto por las administraciones como por la sociedad.

Una labor que traspasa la mera dispensación de fármacos y productos sanitarios y que construye, desde la farmacia, una relación especial con los pacientes basada en la atención, el asesoramiento, el cuidado y la educación en salud. 

No cabe duda de que la farmacia es un eslabón imprescindible de la cadena de salud, siendo el primer punto de acceso a la atención sanitaria, 365 días al año, 24 horas al día. Son muchos los ejemplos de ello que fácilmente nos vienen a la cabeza, incluso en situaciones de extrema emergencia.

En España siempre contamos con una farmacia cerca, que nos guía inequívocamente hasta un lugar donde muy probablemente nos recibirán por nuestro nombre.

Un farmacéutico le pone cabeza y corazón a su profesión para cuidar de la salud y el bienestar de su comunidad

Y donde nos atenderán con profesionalidad, sí, pero también escucharán pacientemente y con afecto nuestras preocupaciones, creando un vínculo único que a menudo perdura con los años. 

Porque un farmacéutico le pone cabeza y corazón a su profesión para cuidar de la salud y el bienestar de su comunidad, ya sea en un barrio concurrido y céntrico de una ciudad, o en un pueblo de pocos habitantes.

De hecho, las farmacias situadas en pequeños municipios o en entornos con menor densidad de población son, en ocasiones, el único punto de acceso de atención a la salud, convirtiéndose en centros de referencia sanitaria a pie de calle, y garantizando una labor asistencial vital.

A pesar de la necesaria modernización de esta profesión con la irrupción de avances tecnológicos y de nuevos modelos de atención, los valores de la farmacia (ética, rigor, escucha y vocación de servicio…) continúan inalterables con el paso de los años.

Por eso –en una sociedad marcada por factores como el aumento de la esperanza de vida, el envejecimiento de la población, y el aumento de las patologías crónicas y de los pacientes pluripatológicos–, es más necesario que nunca potenciar el papel y las competencias de la farmacia.

Hay que mostrar la fuerza de una profesión cohesionada, consciente de su papel protagonista en una sanidad global

Y así dotarlos del reconocimiento, la protección y las necesarias herramientas para que puedan continuar siendo un pilar esencial sinónimo de salud pública. 

El momento es ahora. Para dar respuesta a lo que exige la sociedad es preciso potenciar servicios como el seguimiento farmacoterapéutico, la detección de enfermedades crónicas, la educación sanitaria o la prevención en salud.

Hay que mostrar la fuerza de una profesión cohesionada, consciente de su papel protagonista en una sanidad global, resiliente y capaz de enfrentarse a cualquier eventualidad de salud pública.

Un reto que hoy, en el Día Mundial del Farmacéutico, debemos adoptar como propio los que formamos parte de la cadena de valor sanitaria, pero también la sociedad.

Desde Cofares –la cooperativa de distribución farmacéutica líder en España–, continuaremos apoyando la labor de los farmacéuticos, garantizando un acceso seguro, eficaz y equitativo a los medicamentos y productos de salud en todo el territorio. 

Gracias a todos los farmacéuticos que reparten cada día salud y que, con su vocación, profesionalidad y compromiso, ensalzan  una de las profesiones más hermosas y gratificantes del mundo ¡Feliz Día Mundial del Farmacéutico!

*** Eduardo Pastor es presidente de Cofares.