Billetes de diferentes monedas, incluidos euros, dólares estadounidenses , liras turcas o reales brasileños.

Billetes de diferentes monedas, incluidos euros, dólares estadounidenses , liras turcas o reales brasileños. Reuters

Opinión

El impacto de un dólar débil para inversores y empresas

Diego Barnuevo
Publicada

El escenario que se vislumbra para el dólar en los próximos meses sigue siendo bastante pesimista. Pese a la consecución de múltiples pactos entre Estados Unidos y algunos de sus principales socios comerciales, la falta de acuerdos definitivos con grandes potencias económicas, como China e India, prolongarán la incertidumbre.

Y no se puede obviar que el proteccionismo impuesto por la Administración Trump provocará, previsiblemente, que se mantenga la prima de riesgo sobre la divisa.

En paralelo, la economía estadounidense empieza a dar claros síntomas de desaceleración como consecuencia de los aranceles impuestos a la importación de bienes del exterior, que se están manifestando, principalmente, en el mercado laboral.

El escenario que se vislumbra para el dólar en los próximos meses sigue siendo bastante pesimista

Tal y como expresó el presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, el mes pasado en Jackson Hole, es posible que el deterioro se pueda atribuir por partes iguales a factores relacionados tanto con la oferta laboral -no hay que pasar por alto la expulsión de inmigrantes ilegales- como con la demanda, por un menor dinamismo económico.

En cualquier caso, lo que vemos es que la tasa de desempleo y las peticiones iniciales de subsidio repuntan agresivamente, mientras que la creación de trabajo y el número de ofertas laborales se desploma.

De hecho, la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos acaba de revisar a la baja, de un plumazo, 911.000 trabajos creados entre abril de 2024 y marzo de 2025.

A la vista de estos aspectos, la Fed decidió en su última reunión adoptar un cambio de enfoque para apoyar el mercado laboral y, de momento, dejar de lado el control de la inflación.

La economía estadounidense empieza a dar claros síntomas de desaceleración como consecuencia de los aranceles

Esta actitud se substanció en un recorte en los tipos de interés de 25 puntos básicos (la primera rebaja desde diciembre), y ahora se dan por seguras otras dos bajadas adicionales este mismo año (en octubre y diciembre) y dos más en la primera mitad del próximo año.

Ello supone un estrechamiento significativo de los tipos de interés estadounidenses con los del resto del G10, con la consiguiente presión a la baja para el dólar. En cambio, es muy posible que el euro se vea impulsado por el mayor gasto en defensa e infraestructura que podría desencadenar un crecimiento económico más acelerado a partir del 2026. 

Es muy posible que el euro se vea impulsado por el mayor gasto en defensa e infraestructura

Ciñéndonos a las repercusiones que esta debilidad del dólar tiene para los inversores europeos, hay que decir que cualquier exposición a activos financieros denominados en dólares terminará deprimiendo los retornos cuando se repatríen las ganancias.

De alguna manera, ya estamos viendo cómo, a pesar de las subidas de los índices S&P 500 y Nasdaq (del 12% y el 14%, respectivamente, en lo que llevamos de año), la fuerte depreciación del dólar frente al euro, que alcanza ya el 13%, ha provocado que muchos fondos obtengan resultados negativos.

No hay que olvidar que, al final del día, el tipo de cambio es una variable más a tener en cuenta cuando los inversores construyen sus carteras.

De no hacerlo, corremos el riesgo de ver mermada la rentabilidad de una inversión. Y también las empresas exportadoras e importadoras son las más expuestas a la volatilidad cambiaria dado el impacto que tiene en sus márgenes y beneficios.

La fuerte depreciación del dólar frente al euro, que alcanza ya el 13%, ha provocado que muchos fondos obtengan resultados negativos

En este contexto, tanto empresas como inversores deberían estudiar la posibilidad de cubrirse o protegerse frente al riesgo divisa mediante la contratación de forwards de tipo de cambio.

Sería una manera de evitar que este factor eche por tierra la rentabilidad de una inversión o de una operación comercial, sobre todo cuando muchos operadores tienen márgenes de beneficio estrechos u objetivos mínimos de rentabilidad.

***  Diego Barnuevo, analista de Mercados de Ebury