En Sevilla, con 40º a la sombra, se reúne la 4ª reunión internacional de la ONU sobre el futuro de la agenda para el desarrollo. No toda la ONU, la representación estadounidense no vino.

Esa reunión puede analizarse desde diferentes aspectos. Uno de ellos es la dinámica de esos fondos de ayuda al desarrollo, su utilidad y eficacia.

La primera Conferencia para el desarrollo se realizó en 2002 en Monterrey. Sus conclusiones sobre desarrollo sostenible se llamaron “el consenso de Monterrey”.

La siguiente se realizó en Doha, Qatar, en 2008. La tercera en Adís Abeba, Etiopía, en 2015.

Esas conferencias impulsaron la financiación de ayuda al desarrollo. Pero desde hace dos años, después de las convulsiones de la política internacional, las cantidades dedicadas al desarrollo de países que lo necesitan menguan.

Los cuatro máximos donantes USA, UK, Alemania y Francia disminuyeron sus aportaciones

En 2024, los 212.000 millones de dólares totales supusieron una reducción del 7% respecto al año anterior. Los cuatro máximos donantes USA, UK, Alemania y Francia disminuyeron sus aportaciones.

Dado que la aportación de EEUU es significativa, vista la actitud de Trump al respecto, lo más probable es que en 2025 esas cantidades vuelvan a menguar.

La 4ª Conferencia, la sevillana, puede ser un “brindis al sol” (nunca mejor dicho). Digan lo que digan, no corren vientos favorables para los fondos de desarrollo. Especialmente si se tiene en cuenta el esfuerzo en defensa que tienen que hacer los países en desarrollados.

Habrá declaraciones altisonantes, pero no se traducirán en un esfuerzo real.

Entonces, ¿por qué meterse en este berenjenal?

La presencia de muchos líderes internacionales, y la ausencia de Trump, puede usarse por el PSOE para reconstruir la imagen del presidente Sánchez

Los líderes que asisten están por el consenso 2030 y el desarrollo sostenible. No pueden, por compromisos políticos e imagen pública, parecer ajenos los “objetivos del milenio”.

Pero los resultados prácticos reales para 2025 y siguientes serán decepcionantes. Se calcula que, para 2030, que está cerca, no se habrán conseguido ni el 18% de esos “objetivos del milenio”.

Otro aspecto de análisis es el caso de España, anfitrión de la cumbre.

Esa 4ª Conferencia para el desarrollo sostenible puede tener una interpretación en términos de política interna.

La presencia de muchos líderes internacionales, y la ausencia de Trump, puede usarse por el PSOE para reconstruir la imagen del presidente Sánchez, deteriorada por los asuntos judiciales que rodean su gobierno.

De la reunión de Sevilla, Sánchez busca afianzarse en su figura anti Trump

En un artículo anterior sugerí que Sánchez se podría abrazar a su enfrentamiento con Trump, sobre los gastos en defensa, como palanca electoral.

Desde hace tiempo Sánchez busca un papel protagonista en lo que antaño se denominaba el movimiento de los “no alineados”.

El reconocimiento del Estado palestino, fue otro gesto para intentar reconstruir su figura. De ahí que fuera como líder occidental a la última reunión de la liga árabe en Irak.

Por tanto, de la reunión de Sevilla, Sánchez busca afianzarse en su figura anti Trump. Los estrategas de Moncloa saben lo debilitada que está su imagen. La corrupción y la ley de Amnistía son golpes en el costado, que el púgil Sánchez está acusando.

Ahora viene el verano. Puede ser un periodo de descanso entre dos rounds del combate de boxeo que está librando contra su propia imagen.

Los hay que anuncian un otoño imposible para el Gobierno y elecciones a principio de 2026

Sevilla es como esos remedios que se dan a un boxeador cerca del KO. Son los minutos (una semana entera en este caso) en el que intenta olvidarse de los golpes recibidos. La semana acabará con el comité federal del PSOE, donde el púgil será asistido por sus “cuidadores”.

Le darán agua con reconstituyentes (discursos a favor) y le taponarán las vías de sangre de las narices (aplausos).

Pero después del verano tendrá que volver a pisar la lona del ring político y seguirá recibiendo golpes a la vista de la cárcel de Cerdán y el avance de los otros asuntos judiciales que le rodean.

En el boxeo político, los golpes van contra la resiliencia del púgil. En un momento determinado puede caer en la lona (difícil en este caso).

Pero también puede arrojar la toalla, él o sus ayudantes, por quiebra psicológica ¿Cuándo llegará? Se admiten apuestas. Los hay que anuncian un otoño imposible para el Gobierno y elecciones a principio de 2026.

Sevilla es solo un respiro, y no muy grande, a efectos de política interna.

** J. R. Pin Arboledas es profesor del IESE.