¿Las noticias de Corea del Sur son inquietantes? A nivel geopolítico sí. Corea del Sur es un aliado tradicional de Estados Unidos (EEUU). No hay que olvidar que el paralelo 38 es la línea que divide no sólo dos países, sino también dos maneras de concebir el sistema de convivencia de los ciudadanos de un país.
Hablamos de la democracia o el autoritarismo. Del imperio de la ley o de la voluntad de un dictador; de la economía de mercado o de la planificación estatal; del pluripartidismo o del partido único; de la preponderancia de la vida civil o del militarismo.
A los dos lados de ese paralelo se está desarrollando, desde hace mucho tiempo, la batalla de las dos ideologías opuestas que han protagonizado todo el siglo XX. Una batalla no sólo militar, también sobre la práctica de la vida económica y social de ambos sistemas.
A los dos lados del paralelo 38 se desarrolla la batalla de las ideologías
EEUU como baluarte de la democracia occidental apoya a Corea del Sur, mientras que el comunismo soviético hasta su caída, y ahora China, apoyan a Corea del Norte. Un enfrentamiento geopolítico de primer orden.
El paralelo 38 es una línea caliente.
Nosotros estamos muy lejos geográficamente de esa línea. Aunque estemos en la OTAN y alineados con la democracia occidental ese enfrentamiento se produce a más de 10.000 kilómetros.
Entonces, ¿por qué preocuparnos? En principio no parece muy lógico.
Sin embargo, en los últimos años ha habido visitas de políticos de España a Corea del Sur y viceversa. La razón principal es económica.
En junio de 2021 la primera visita que recibió España de un mandatario extranjero después de la pandemia fue la del presidente surcoreano.
En 2022 el presidente Sanchez visitó Corea del Sur con la intención de reforzar los lazos comerciales. Este año la presidenta de Madrid, Sra. Ayuso, también fue a buscar el aumento del turismo y consta que suele haber muchas otras visitas políticas otros niveles. Por ejemplo, el concejal de Turismo de Málaga está allí ahora (espero que no le pase nada). Amén de intercambios económicos, empresariales y turísticos.
Desde 2011 hay un acuerdo de libre cambio entre la UE y Corea del Sur que elimina o reduce los aranceles de muchos productos. España exporta aproximadamente 2.000 millones de euros a Corea del Sur. La inversión de las empresas de ese país en España rondan los 1.500 millones.
En los últimos años ha habido visitas de políticos de España a Corea del Sur y viceversa
El Turismo surcoreano a España ronda en la actualidad los 100.000 visitantes anuales y creciendo con un gran potencial (igualó a Japón en 2018 y en 2019 superó los 500.000,). Un turismo en su mayor parte cultural, urbano, con 7,7 noches de media por visitante y que consume y gasta en productos, incluso de lujo. España es el país preferido de los surcoreanos a la hora de venir a Europa.
Corea del sur resulta interesante también por su tecnología. Algunas de sus empresas son punteras en productos audiovisuales y de telecomunicación. Los intercambios científicos serían muy interesantes, los científicos y académicos también.
Ahora que España está desarrollando un interesante “cluster” universitario a nivel mundial, sería muy importante atraer estudiantes de grado y postgrado de ese país. El turismo universitario puede ser una de nuestras fuentes de ingresos del futuro.
Cada vez tenemos mejores universidades. En algunos campos, (ingeniería, sanidad, escuelas de negocios …) excelentes a nivel internacional. El inglés empieza a ser una lengua común en nuestros grados y el castellano es una potencia como segunda lengua en el mundo y primera en Iberoamérica.
España está desarrollando un interesante 'cluster' universitario a nivel mundial
Por todo ello nos debe importar Corea del Sur, en la medida de esas cifras y su futuro. No son nuestros socios comerciales más importantes, pero podría crecer mucho el intercambio.
Ahora su política está convulsa. Pero, ¿la de qué país no lo está?
Es una de las similitudes de ambos países. Pero no es la única. El principal problema de los jóvenes surcoreanos es... ¡La vivienda! ¡Mira por dónde! A lo mejor podemos empezar a pensar juntos sobre ese tema.
Claro está que mejor que no sean los presidentes correspondientes. Lo mismo se les ocurre montar empresas públicas a nivel internacional.
** J. R. Pin Arboledas es profesor del IESE.