Cuando parecía que el Ibex 35 iba a consolidar los 9.500 puntos hace unos días, volvió a caer. La explicación de los expertos es que la bomba en un hospital de Gaza aumentó el riesgo de guerra y desestabilizó la economía global. El barril de petróleo subió a 90 dólares. Cuando supera los 100 dólares la economía de los países dependientes de energías fósiles se resiente y las bolsas bajan.

Después de un descenso, es normal un “rebote”. Seguido de un posterior descenso. Un pasito adelante, un pasito atrás. Como el célebre baile de la yenka. 

Las bolsas siempre hacen esto. Los inversores especulan. Compran cuando creen que está baja y venden cuando creen que está alta.  Su baile de la yenka no es una sorpresa. Es su forma normal de comportarse en el corto plazo.

Lo que pasa, es que ese baile natural no es incompatible con tendencias de fondo. Si los pasitos adelante son más largos que los pasitos hacia atrás, el Ibex 35  a medio-largo plazo subirá. Por el contrario, si los pasitos hacia atrás son menores que los pasitos hacia delante, a medio- largo plazo bajará.

Entonces la pregunta del millón sería: ¿Qué debería esperarse a medio-largo plazo en la bolsa española?

Los inversores especulan. Compran cuando creen que está baja y venden cuando creen que está alta.  

En el movimiento a medio-largo plazo, la bolsa se mueve por expectativas. Por tanto, su tendencia dependerá de estas expectativas. Entre ellas:

a) La expectativa de los tipos de interés. En la medida que se mantengan altos, el dinero se refugia en los activos de renta fija y baja la cotización de acciones. Antes del conflicto Israel-Hamas parecía que los efectos inflacionistas de la guerra Rusia-Ucrania se estaban digiriendo. Por eso se esperaba una reducción paulatina, lenta, pero segura, de los tipos de la Reserva Federal americana y el BCE europeo. Eso hubiera animado las bolsas. En estos momentos, la incertidumbre ha vuelto, la subida del petróleo es inflacionaria y los bancos centrales se lo pensarán antes de bajar el tipo de interés. Consecuencia: la tendencia de la bolsa puede ser pesimista a medio-largo plazo hasta que se despeje el conflicto de oriente medio.

b) También depende de la expectativa sobre el crecimiento mundial y, en el caso del Ibex 35 , del de España. Según el Gobierno creceremos por encima de la media de los países desarrollados de nuestro entorno. Pero en 2024 la tendencia es a la baja (1,7% del PIB frente al 2,5% de este año). El dato tampoco anima al optimismo. Si no hay elecciones el Gobierno se basará en una coalición heterogénea y, por tanto, inestable. El dinero es miedoso. En consecuencia, por esta expectativa no es de esperar una tendencia al alza del Ibex 35 en su yenka continua.

c) Por otra parte, los inversores en el mercado de renta variable juegan a dos factores: la rentabilidad por dividendos y/o la plusvalía en los precios por acción. Los hay que prefieren el dividendo, mientras otros buscan la plusvalía.

La rentabilidad por dividendo del Ibex 35 no está mal, incluso con los actuales tipos de interés fijado por los bancos centrales. Muchas compañías pagan en dividendo por encima de ese interés. A esa rentabilidad hay que descontarles una prima de riesgo, dado el valor de la acción es inestable. Aun así, como es rentable, la bolsa debería subir. Claro está que en la medida que suba el precio de las acciones, la rentabilidad vía dividendo baja.

La rentabilidad por dividendo del Ibex 35 no está mal, incluso con los actuales tipos de interés fijado por los bancos centrales

Pero entonces se gana plusvalía. Una plusvalía que se suele obtener si las compañías tienen buenas perspectivas y crecen.

¿Cómo están las expectativas de las empresas del Ibex 35 en materia de crecimiento? 

Salvo contadas excepciones: planas. Sus gestores parecen que han perdido el ansia por expandirse dentro y fuera de las fronteras. Las han vuelto prudentes y, en consecuencia, aburridas. Y, ya se sabe, la rentabilidad por plusvalía, el riesgo y la emoción van de la mano.

Por tanto, mientras sigan las incertidumbres geopolíticas y de política interior, mientras nuestros capitanes de empresa, con alguna excepción, mantengan un perfil de eficientes administradores prudentes, pero con poca ambición, el Ibex 35 seguirá bailando la yenka. Un pasito adelante y otro atrás. 

Si usted es inversor de dividendo manténgase. Si es de plusvalía busque otro tipo de activos.   

  

 

** J. R. Pin Arboledas es profesor del IESE.