“El camino hacia la riqueza depende fundamentalmente de dos palabras: trabajo y ahorro” (Benjamin Franklin).

En su actualización anual del Informe sobre la Riqueza Global, Credit Suisse afirma que casi la mitad de la riqueza mundial sigue en manos del 1% de la población adulta mundial. Son 59,4 millones de personas que mueven 208,3 billones de dólares.

En el siguiente escalón, vemos que el 12% de la población posee 178,9 billones de dólares, casi el 40% de la riqueza total.

La base de la pirámide es impresionante y refleja cómo 2.818 millones de personas (más de la mitad de los adultos del mundo) controlan sólo el 1,2% de la riqueza global:

Si nos fijamos en el pico de la pirámide, podemos comprobar que unas 243.000 personas (es decir, un número similar a la población de La Coruña) tienen un patrimonio superior a los 50 millones de dólares.

También se puede ver que 51.500.000 personas (es decir, una cifra similar al número de habitantes de Corea del Sur) tienen un patrimonio de entre uno y cinco millones de dólares:

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Este mapamundi segmenta a los países en función de la riqueza de las familias:

En esta tabla extraída del informe, podemos observar el top 20 tanto en términos de riqueza media como de riqueza mediana (en esta faceta, España ocupa el puesto 14 en el ranking global con unos 107.000 $ de riqueza mediana por cabeza, similar a Estados Unidos e Italia):

España ha permanecido invariable con respecto al año pasado, pero aquí podemos observar las mayores variaciones al alza y a la baja por naciones:

De esta tarta, se desprende que nuestro país tiene el 2% de los millonarios del mundo. Es decir, el número de personas en España con más de un millón de dólares es de 1,13 millones (patrimonio neto de deudas e incluyendo inmuebles):

Aquí se ha representado muy bien gráficamente la distribución continental de la riqueza por tramos:

Si nos fijamos en la evolución y en las proyecciones de la riqueza financiera y no financiera internacional, se infiere, dicho mal y pronto, que la mitad del dinero de los hogares está en cuentas, depósitos, bonos y bolsa. La otra mitad está en inmuebles:

Aquí podemos ver que es justo el caso de Canadá (mitad y mitad), sin embargo, no es el caso de los estadounidenses (el ejemplo a seguir): ellos tienen más del doble en activos financieros que en inmuebles. Y es que, en casi todos los países ejemplares (prósperos y con cultura financiera), el peso de los activos financieros es superior al de los inmuebles: Francia, Reino Unido, Austria, Alemania, Finlandia, Noruega, Corea del Sur o Australia (incluso en algún otro como México).

¿Y nosotros? Pues justo al revés: tenemos el doble en inmuebles que en activos financieros. No sé yo si tienen mucho sentido como inversión a futuro teniendo en cuenta nuestra pésima tasa de natalidad y, por lo tanto, la menor población que tendremos con los años. ¿Quién va a vivir en esas viviendas? Lo bueno de la bolsa es que no tienes por qué tener ni un duro en el IBEX 35, pero claro, el ciudadano medio no se va a poner a comprar inmuebles en Estados Unidos, por ejemplo. Así que urge cambiar la mentalidad:

Me despido esta semana reconociendo que soy una persona de regalos caros: me encanta cuando me regalan tiempo. Y no lo olvides: no trates de parecer rico, intenta hacerte rico.