El debate cara a cara Sánchez-Feijóo, y el de los siete portavoces, se inició con la economía. Se le dio prioridad, como preocupación fundamental de la población. Una preeminencia inicial que sucumbió a lo largo de los demás temas.

Una causa fue la utilización de una jerga específica en economía. Conceptos y palabras difíciles de comprender en profundidad. PIB, IPC, inflación subyacente, % de deuda pública/PIB, parados registrados, EPA, SEPE, … son algunos de ellos. Fáciles de repetir a la ligera, difíciles de conocer su realidad completa y profunda. A ello hay que añadir que se relacionan entre sí y dependen unos de otros. Lo hacen en equilibrios dinámicos complejos sobre los que los expertos tienen diferentes opiniones.

Si encima los que debaten se interrumpen, zarandean estos conceptos y se los lanzan cual dardos envenenados entre ellos, dificultando la explicación, es fácil que el debate económico quede desdibujado, cuando no deformado.

Por estas razones es conveniente aclarar las posiciones fuera de los platós de TV.

A lo que parece, el Gobierno Sánchez alardea de buenas cifras macroeconómicas; mientras, la oposición discute su reflejo en la microeconomía de los ciudadanos del país.

El Gobierno Sánchez alardea de buenas cifras macroeconómicas; mientras, la oposición discute su reflejo en la microeconomía 

El PIB español ha recuperado el nivel de 2019, antes de la pandemia, aunque ha sido el último país europeo en conseguirlo. El número de desempleados disminuye, el porcentaje de deuda pública sobre el PIB se reduce. La recaudación de IRPF e IVA crecen por encima de lo previsto en los Presupuestos del Estado 2023 (más de 40.000 MM de euros).

Las exportaciones suben y las importaciones lo hacen, pero en menor porcentaje. La inflación general es inferior al 2% (aspiración del BCE), por primera vez en el año y en Europa. El paro de la EPA y el registrado en el SEPE, baja del 12/13% … Son datos favorables.

A cambio de eso se puede argumentar que: a) los salarios han crecido por debajo de la inflación, lo que supone una pérdida de renta real de las familias; b) el desempleo es el doble de la media europea y España es campeona en Europa en % de paro juvenil y desempleados de larga duración; c) La renta de las familias españolas era un 8% menor que la media europea en 2019 mientras que en 2022 esa diferencia había superado el 16%

¡El ciudadano español es el doble de pobre en relación al europeo! La inflación subyacente es 4,9% y la de los alimentos elaborados el 12%, mientras en los sin elaboración es el 6,3%. Las hipotecas, con un Euribor sobre el 4%, se encarecen en más de 300 euros/mes en las de interés variable. La vivienda sube de precio y los nuevos alquileres también, por efecto de las decisiones del BCE y también del desenfoque de la Ley de la Vivienda aprobada.

La combinación de los datos macroeconómicos y los últimos produce unas Administraciones Públicas desahogadas y unos ciudadanos ahogados ¿Cómo puede influir en las elecciones?

¡El ciudadano español es el doble de pobre en relación al europeo!

Los datos macroeconómicos son dignos de un “arcano” y los micro los sufre cada ciudadano en su bolsillo. En consecuencia, la lógica indica que la primera no influye demasiado en la decisión del elector, mientras la segunda sí lo hace.

Es una norma que se observó en alguna elección general. En 2004 la buena situación de la macro y microeconomía no sirvió para mantener el Gobierno la siguiente legislatura (el PP pierde). Mientras en 2011 la mala situación macro y microeconómica impuso cambio de color político en el palacio de la Moncloa (el PP gana).

Así que, trasladando esa hipótesis al 23J, se puede augurar que los buenos datos macroeconómicos no ayudarán al PSOE y que la microeconomía ciudadana lo penalizará.

Se puede augurar que los buenos datos macroeconómicos no ayudarán al PSOE y que la microeconomía ciudadana lo penalizará

Lo que un experto podría replicar es que la buena macroeconomía acaba reflejándose en una buena microeconomía meses después.

Ante esa reflexión: ¿Por qué Sánchez disolvió precipitadamente cuando esperar unos meses hubiera mejorado la microeconomía ciudadana y, por tanto, sus expectativas electorales?

La respuesta está en otros aspectos de la política. Por ejemplo en el posible conflicto interno del PSOE con parte de su Comité Ejecutivo desembarcando del poder el 28M. La convocatoria acalló cualquier discrepancia. Para eso sí sirvió.

** J. R. Pin Arboledas es profesor del IESE.