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La tribuna

La energía que necesita la España de los datos

7 junio, 2023 03:15

Vivimos un momento histórico de disrupción. El clima de temor a una recesión no debería confundirnos respecto al carácter imparable del progreso que se avecina. Ni la incertidumbre económica ni la volatilidad de los mercados van a impedir la digitalización y su permeabilidad a todo tipo de sectores, que la han abrazado sin fisuras en los últimos años.

Asistimos a una nueva era en la que la inteligencia artificial disparará nuestra productividad, y la penetración del 5G permitirá a las máquinas realizar tareas cada vez más sofisticadas. La realidad virtual, el trabajo en remoto, la telemedicina, el vehículo autónomo… son sólo algunos ejemplos, si bien todos ellos comparten un habilitador común: una mayor capacidad para proporcionar una gran cantidad de información en un espacio de tiempo muy reducido.

Y es que en el epicentro de esta revolución empresarial y social está el uso de los datos, cuya gestión ha cobrado un papel crítico no sólo a nivel económico sino también geopolítico. Disponer hoy de altas capacidades de transmisión de datos es tan estratégico para un país como lo fue dotarse de una infraestructura de carreteras en el siglo pasado.

Esta tendencia solo puede ir a más. El apetito digital de empresas y consumidores es voraz. La economía pide más datos, de mayor calidad, más rápidamente. Lo que nos convierte a las empresas del sector data center en infraestructuras críticas para el presente y el futuro de la economía y el bienestar social. Nuestro papel esencial se demostró en la pandemia, y a medida que la revolución digital lo impregna todo, se hace más y más evidente.

Afortunadamente, España reúne todas las condiciones para este sector y puede convertirse en un auténtico hub digital en el sur del continente. La conectividad ha sido una cuestión estratégica y en la que los gobiernos y las operadoras han hecho grandes esfuerzos en los últimos años. Sin ir más lejos, la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales anotó recientemente el objetivo de que el 100% de nuestra población, viva donde viva, cuente con una conexión a internet a través de banda ultrarrápida de al menos 100 megas para el año 2025.

La conectividad ha sido una cuestión estratégica y en la que los gobiernos y las operadoras han hecho grandes esfuerzos en los últimos años

Nuestra ubicación geográfica como enlace entre Europa y América, unido a esta magnífica red de infraestructuras, nos convierten en la opción preferente para las grandes inversiones de los gigantes tecnológicos. La incesante necesidad de servicios digitales de estas empresas les obliga a buscar espacios donde hacer viables sus operaciones, basadas en ecommerce, streaming o servicios en la nube.

Para dar respuesta a esta demanda, el sector del data center invertirá en nuestro país casi 7.000 millones en nuevos centros hasta 2026, con un crecimiento esperado de infraestructuras que pasaría de los 113 MW instalados a los 621 MW. Esto supone una inversión 4 veces superior a la de los principales mercados europeos, y prácticamente multiplicar por 6 la actual potencia instalada.

Sin embargo, para seguir atrayendo inversiones dependemos de lograr un acceso prioritario a la energía necesaria para explotar nuestro potencial como país de datos. De lo contrario, los grandes proyectos empresariales con base tecnológica buscarán otras alternativas también en expansión, como Italia o Francia. Las grandes tecnológicas no van a detener sus proyectos empresariales ni esperarán a que existan infraestructuras en España a la medida de sus necesidades. Si nos las encuentran ahora, buscarán otras. Por eso resulta tan urgente como necesario que el país corresponda la apuesta del sector de los data center, garantizando el acceso energético que la economía digital exige. 

España, nación de datos… y renovables

Para afianzar la posición que España ha ganado como un destino atractivo para la inversión digital, este acceso energético no solo debe garantizarse, sino además estar vinculado a un mayor peso de las renovables. Debemos aprovechar la situación de nuestro país, que disfruta de un avance importante respecto a su entorno en la penetración de energía renovable, y lo que es mejor, características geográficas suficientes para explotar más y mejor la energía solar, marina o eólica.

Esto, acompañado por la rápida evolución de nuevas tecnologías y soluciones de ingeniería y eficiencia energética, harán posible no solo alimentar las necesidades de la economía digital española, sino hacerlo de manera sostenible. De hecho, la eficiencia energética es uno de los grandes compromisos para el sector de los centros de datos y uno de los grandes destinos de las inversiones en innovación.

A medida que se desarrollan e incorporan soluciones renovables y de eficiencia, mejoran también nuestros indicadores de sostenibilidad. Mientras tanto y en el presente inmediato, dar respuesta a esta demanda nos obliga a hacer más, y me temo que no podremos hacerlo con menos. Sí estamos obligados a hacerlo mejor, de manera más inteligente y sostenible.

La eficiencia energética es uno de los grandes compromisos para el sector de los centros de datos

La sensibilidad al sector de los centros de datos es probablemente menor que la que le correspondería por su peso vital en la economía actual y futura. El data center juega un papel crítico en las operaciones empresariales y el día a día de la ciudadanía. Como todo lo verdaderamente importante, solo somos conscientes de su importancia cuando se ausenta, porque siempre está ahí.

La sociedad conectada y digital va a producirse, y cuanto más tardemos en dotarnos de la infraestructura, menor peso estratégico tendremos como país y menores capacidades competitivas dotaremos a nuestras empresas y a nuestra economía. Garantizar, por tanto, el acceso energético y su sostenibilidad es importante para caminar la senda de un futuro de crecimiento sostenible y, a la vez, proteger la competitividad del país como destino de inversiones empresariales vinculadas a la nueva economía digital.

*** Emilio Díaz es CEO de Nabiax.

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