La respuesta a esta pregunta depende, en gran medida y además de las transacciones realizadas por cada contribuyente, de los cambios normativos acaecidos durante el año 2022. 

Aunque, desde un punto de vista de planificación, el “paso por caja” este próximo mes de junio pueda no tener ya solución, el conocer en profundidad las últimas novedades en la campaña de este año será imprescindible para la correcta planificación patrimonial, clave para reducir la factura del IRPF.

Deflactación del IRPF o ajuste 

Sin duda, 2022 se ha caracterizado por ser el escenario de una inflación desmesurada. Eso sí, las subidas de sueldos no han sido, de ningún modo, proporcionales a la subida generalizada de los precios de los alimentos, energía y servicios. Así, las familias han visto mermada su capacidad de ahorro ya que, con el mismo sueldo, han debido hacer frente a unos gastos más elevados (es decir, el dinero ha “perdido valor”).

Pero, ¿qué relación tiene un concepto económico como la “inflación” con el IRPF? Como todos sabemos, el IRPF es un impuesto progresivo: quien más gana, más paga. Pero, lógicamente, mantener unos tramos del IRPF no adaptados a la pérdida de valor del dinero, agrava la situación de la inmensa mayoría de la población. 

Por ello, algunas Comunidades Autónomas decidieron, de cara a la campaña de Renta de 2022, deflactar el tramo autonómico del IRPF, que no es más que ajustar la escala progresiva del IRPF a la inflación (al nuevo coste de la vida) para intentar minorar la pérdida de poder adquisitivo de las familias. 

Tanto si la Comunidad Autónoma de residencia del contribuyente ha deflactado el IRPF (que sería lo ideal) como si no, la norma del IRPF contempla alternativas que permiten obtener alguna pequeña mejora en la economía familiar, a la vez que fomentan la motivación y el ahorro de los trabajadores. Nos referimos a las fórmulas de retribución flexible que algunas empresas ofrecen a sus empleados y a su exención en el IRPF, y que deberán ser objeto de estudio en cada caso concreto. 

Cambios en planes de pensiones

Por otro lado, cabe destacar que la Ley de Presupuestos Generales del Estado para el año 2022 redujo la aportación a los planes de pensiones individuales a 1.500 euros (frente a los 2.000 euros del año anterior).

Por el contrario, potenció los planes de empresa, incrementándose el límite en 8.500 euros adicionales siempre que tal incremento provenga de contribuciones de la empresa o aportaciones del empleado al mismo instrumento (no pudiendo superar la aportación del empleado la contribución de la empresa). El límite conjunto no puede superar los 10.000 euros.

"Hay que resaltar que las aportaciones a planes de pensiones siguen siendo un instrumento de planificación muy interesante, ya que reducen la tributación del tramo más alto"

Hay que resaltar que las aportaciones a planes de pensiones siguen siendo un instrumento de planificación muy interesante, ya que reducen la tributación del tramo más alto al que el contribuyente tributa, con las ventajas adicionales de que todo lo aportado no se incluye en la declaración del Impuesto sobre Patrimonio ni formará parte de la masa hereditaria de una herencia.

También es importante recordar que los planes de pensiones no sólo se pueden rescatar en el momento de la jubilación, sino que también cubren la contingencia de fallecimiento, discapacidad y dependencia severa o gran dependencia.

Cómo declarar los intereses de demora

El tratamiento de los intereses de demora en el IRPF ha generado una elevada controversia en los últimos años (incluso, entre los magistrados del Tribunal Supremo). Nos referimos, precisamente, a aquellos casos en los que Hacienda procede a la devolución de ingresos indebidos y de los intereses de demora asociados a dichos ingresos indebidos. 

En un primer momento, el Tribunal Supremo consideró que dichos intereses no estaban sujetos al IRPF y, por tanto, no debían declararse, pues entendía el Tribunal que su abono pretendía resarcir el coste financiero asociado a la deuda tributaria indebidamente ingresada. 

"Creemos que lo más prudente sería declarar los intereses de demora percibidos durante el año 2022"

Recientemente, el Tribunal Supremo cambió de criterio al considerar que dichos intereses tenían naturaleza indemnizatoria y, por tanto, debían incluirse en la base general del impuesto. Recordemos que la base general se corresponde con la parte “cara” de la renta, alcanzando tipos máximos cercanos al 50% en función de la Comunidad Autónoma en la que resida el contribuyente. 

Puesto que, a la vista del cambio interpretativo anterior, no existe jurisprudencia al respecto, creemos que lo más prudente sería declarar los intereses de demora percibidos durante el año 2022 y valorar la posibilidad de solicitar la rectificación de autoliquidación. 

Compensación de ganancias y pérdidas patrimoniales 

Es importante, además, repasar las pérdidas de los últimos cuatro años por si interesa realizar alguna ganancia patrimonial antes de que prescriba la posibilidad de poder compensarlas. Cuando existan saldos negativos pendientes de compensar procedentes de distintos periodos, primero se compensarán los más antiguos y, posteriormente, los más recientes. 

Por su atractivo fiscal, hay que comprobar que la opción de compensar ganancias y pérdidas patrimoniales está “marcada” en el programa de Renta. 

Declaración individual o conjunta

Por último, cabe destacar la importancia de que todo contribuyente valore, en cada caso, si es más conveniente presentar declaración individual o conjunta. Eso sí, es importante tener en cuenta que, una vez escogida una opción, no podrá modificarse una vez finalizado el plazo de presentación voluntario. 

Por eso y volviendo a nuestra pregunta inicial, la correcta planificación patrimonial y el conocimiento de las últimas novedades en la campaña del IRPF son clave para reducir la factura fiscal.

** Marta López Tamayo, Asesoría Fiscal de Ibercaja