Como estudiante de Ingeniería Agrónoma (especialidad de economía rural) y, a la vez, de Ciencias Económicas en Valencia abordé a don Ramón (entonces él era ya una autoridad en los años 70 del siglo pasado). Le hice una entrevista en una de sus visitas a la capital del Turia para la revista de la Universidad. Entonces ya tenía como libro de cabecera su Estructura Económica de España, que va, si no estoy equivocado, por su 26.ª edición.

Después coincidí con él en el Congreso de los Diputados. Él era un mito del grupo parlamentario del PCE; su experto en economía. Yo era diputado de UCD de la Comisión de Economía. Recuerdo que los dos intervenimos en el pleno para discutir sobre la fiscalidad de la venta de los “cupones de ampliación” en empresas cotizadas. En los diarios de ese pleno están las discusiones correspondientes. Siempre lo hice desde el respeto y la admiración, aunque discrepásemos.

Tamames aportó sensatez al PCE cuando Fuentes Quintana -a la sazón vicepresidente económico del Gobierno de Suárez- planteó los “Pactos de la Moncloa”. Otro de los mitos de la transición, sin los cuales la democracia española no se hubiera consolidado en la transición.

Tamames aportó sensatez al PCE cuando Fuentes Quintana planteó los “Pactos de la Moncloa”

Después siguió con una trayectoria ejemplar y brillante en su labor docente y profesional. Cada vez coincidíamos más en los planteamientos económicos. Aunque nunca fuimos compañeros de partido. Al acabar la UCD yo milité en la Democracia Cristiana (PDP) y, luego, en el PP. Él estuvo en el CDS, procedente del PCE.

Los últimos encuentros personales fueron en viajes de avión en los que coincidimos. Siguió siendo un sabio. Por ejemplo, Tamames demostró ser un experto en la socioeconomía china y publicaba libros; casi uno por año ¡Una potencia intelectual!

Mañana, según todas las noticias, Vox presentará en el Congreso una moción de censura al presidente Sánchez. El candidato sería don Ramón Tamames, del que ya he expresado mi admiración.

Sobre este asunto he recibido más críticas que alabanzas. Muchos votantes de Vox se han mostrado esquivos a la hora responderme sobre las razones de esta maniobra parlamentaria.

Por parte del centro-derecha se achaca a la presentación de inútil y perniciosa. Inútil porque es evidente que no va a salir. Perniciosa porque don Ramón va a darle a Sánchez tribuna para “vender las bondades de su presidencia” con muy poca posibilidad de réplica efectiva.

El PSOE, por su parte la mira con buenos ojos. Sus expectativas ante las elecciones municipales y autonómicas próximas son más bien dudosas. Por tanto, no tiene nada que perder. Sólo puede sacar ganancias.

Don Ramón va a darle a Sánchez tribuna para “vender las bondades de su presidencia”

Los aliados gubernamentales y parlamentarios de Sánchez pueden hacer lo que quieran, excepto votar a favor. Por ejemplo, abstenerse. De esa manera se separan del que pueden considerar futuro competidor por los votos. También son beneficiarios electorales.

Lo siento por los de Vox. Se quedarán más solos que la una (que diría un castizo). Si el PP es hábil, puede trasladar el mensaje de que votarles es “el voto inútil”.

¿Y don Ramón? En el mejor de los casos tendrá un momento de gloria efímera a los 89 años. Es probable que Sánchez opte por no hacer leña con él. Pero el presidente sí echará en cara a Abascal y su equipo que utilicen el Congreso para este “divertimento”. Les dirá: “Con la cantidad de problemas que hay, ¿por qué nos hacen perder el tiempo?”.

Aprovechará, incluso, para hablar de la guerra de Ucrania y su “gallarda postura” la semana pasada en su parlamento. Sacando pecho por su importancia internacional, como viene haciendo los últimos días.

Es verdad que Tamames estará cargado de razones económicas para sacarle los colores al Gobierno

Es verdad que Tamames estará cargado de razones económicas para sacarle los colores al Gobierno. Pero ya he publicado que estoy convencido de que la economía no va a ser decisiva en las próximas elecciones, lo será la política.

A la vista de este panorama, mi admirado don Ramón, ¿qué hace un economista como tú en una moción de censura como esta? Me gustaría que me pudieras responder directamente. Pero supongo que estarás muy ocupado preparando tu discurso. ¿Nos vemos en un próximo viaje de avión?