El sector del lujo se lanza al mar

El sector del lujo se lanza al mar

La tribuna

El sector del lujo se lanza al mar

Cadenas hoteleras y empresas especializadas en el lujo se abren camino en la industria del crucero.

18 noviembre, 2022 03:18

El segmento del lujo en la industria del turismo sigue imparable. Y en lo que respecta a los cruceros, el sector que más sigue creciendo es el correspondiente a los que se engloban dentro del crucero de lujo, ultra-lujo y expedición.

Hace pocos días, StarClass -la marca paraguas que aglutina a navieras de cruceros de lujo que no tienen representación en España- arrojaba datos interesantes.

De los 86 barcos que van a inaugurarse en todo el mundo hasta 2027, 32 serán de lujo y otros 12 de expedición. Asimismo, en nuestro país -donde todavía hay mucho margen de crecimiento- las ventas de cruceros de más de 15 días y de larga distancia han aumentado un 50% respecto al mismo período de 2019, destacando destinos como Alaska, Australia, Nueva Zelanda, Medio Oriente, Japón y Asia, a pesar de que ha habido limitaciones en China/Hong Kong hasta hace pocos días, que ya se están flexibilizando.

"De los 86 barcos que van a inaugurarse en todo el mundo hasta 2027, 32 serán de lujo y otros 12 de expedición"

Como la vuelta al mundo, que ofrecen compañías como Oceania Cruises, Regent Seven Seas o SilverSea Cruises, donde hay huéspedes que se alojan durante tres varios meses a bordo de un hotel de lujo flotante, con ratio de tripulación y pasajero prácticamente de 1-1 y donde las suites cuentan con mayordomo en la mayoría de ellas.

Cabe recordar, además, que los barcos de lujo son mucho más pequeños, aptos para llegar a puertos "boutique" donde los de mayores dimensiones no pueden atracar y con una media estimada de 500 pasajeros.

La sorpresa en el sector la dio la cadena hotelera Ritz-Carlton que, tras 30 meses de retraso por problemas en el astillero donde inicialmente se empezó a construir ha inaugurado su primer barco. Y Four Seasons ya ha anunciado el lanzamiento de su división de yates de lujo.

Así que estemos atentos, porque el ritmo de crecimiento está en claro ascenso. Y los denominados cruceros de expedición, aquellos que van a la Antártida, a Groenlandia, al Ártico o a las Islas Galápagos están más demandados que nunca, a pesar de que los precios aumentan considerablemente.

En una experiencia reciente a bordo de Oceania Cruises -perteneciente a NCLH-, pude hacer mi particular inmersión y prospección.

La compañía la fundó Frank del Rio en 2002,  un histórico del sector y buen conocedor del mismo que decidió explorar un nicho de mercado que no había entonces. Se lanzó así al upper premium y al lujo. Y desde entonces, con un barco inicial para 684 pasajeros pasó a convertirse en una naviera de referencia en el sector con 6 barcos de tamaño medio y con la inauguración del Oceania Vista prevista para mediados del 2023.

Frank del Rio y Joe Watters lo tenían claro. La mejor gastronomía a bordo -el chef Jacques Pépin es el director de toda la oferta culinaria-, apuesta por nuevos estándares de confort y lujo, así como lograr un ambiente relajado y amante del buen gusto, aunque discreto. Y lo consiguieron.

Para que se hagan una ligera idea. La mayor parte de huéspedes en este tipo de barcos que llegan a nuestros puertos son canadienses, americanos, australianos, algunos europeos, sobre todo alemanes y británicos, o latinoamericanos, que deciden, como otros tantos cruceristas de este segmento, volar directamente a Barcelona o a Madrid, pasar unos días previos al embarque en ambas ciudades o directamente en la ciudad de embarque  y explorar los lugares más destacados y demandados de todo el Mediterráneo occidental y oriental, entre otros muchos otros destinos que ya se alcanzan desde nuestras ciudades.

"La mayor parte de huéspedes en este tipo de barcos que llegan a nuestros puertos son canadienses, americanos, australianos, algunos europeos o latinoamericanos"

Pero la oferta en tierra para este tipo de turista es muy elaborada. En cada escala se ofrecen visitas de lo más variado, incluyendo experiencias gastronómicas, catas de vinos y aceites, inmersiones culturales con expertos en arte de cada zona para explorar todo el patrimonio artístico y dedicando ese día el show cooking a bordo al territorio donde se esté, con clases de cocina impartidas por prestigiosos chefs.

En este sentido, en este tipo de buques está todo cuidado al milímetro. Los servicios, las propuestas de entretenimiento, el producto fresco que se sirve a diario en sus restaurantes que reponen en sus escalas en diversos puertos haciendo guiños a la cultura local, o las opciones de piscina, gimnasio y spa.

Otro de los aspectos fundamentales es la tripulación. De una profesionalidad inigualable, cada una de las personas que integran los equipos a bordo están sólidamente formadas y preparadas para hacer del viaje una experiencia inolvidable para el huésped.

Cada vez más se puede ver a personal español en algunas navieras, atraídos por una vivencia profesional diferente y que les permite visitar muchos destinos mientras se forjan una carrera en un sector que, a pesar de los años duros de pandemia -donde siempre insisto en que fue el segmento de la industria turística más injustamente tratado-, se mantiene en alza. 

"Se mantiene en alza a pasar de que una alcaldesa como Ada Colau quiera limitar la llegada a Barcelona de los mismos a la mitad"

Se mantiene en alza a pasar de que una alcaldesa como Ada Colau quiera limitar la llegada a Barcelona de los mismos a la mitad. A pesar también de los más de 9000 empleos directos que supone el sector para Barcelona y un impacto económico de más de 1000 millones anuales para la Ciudad Condal y el resto del territorio catalán, según lo datos que el Port de Barcelona aportó meses atrás.

Es más, de cada 100 visitantes en Barcelona, sólo 4 son cruceristas, aunque cada uno de éstos deja de media en la ciudad 230 euros frente a un turista no crucerista, donde la media baja a 70 euros.

Pero tampoco se engañen. El impacto económico del crucerista trasciende a la ciudad, con lo que aquellos municipios y territorios que no cuentan con puerto se benefician igualmente de ello.

De hecho, una ciudad como Madrid es visitada, aunque les parezca raro a aquellos ajenos al sector, por no pocos cruceristas, que pasan en la capital los días previos o posteriores al embarque o desembarque en ciudades como Málaga, Sevilla o Valencia.

Pero regreso al crucero de lujo. Y lo hago para decirles que estén muy atentos a próximos movimientos en la industria. Porque se mueve. Y el fenómeno ya es imparable.

*** Eva Miquel Subías, socia-Directora aWp Services y consultora de puertos y logística.

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