Un embalse que padece la sequía.

Un embalse que padece la sequía.

La tribuna

El Gobierno no debe culpar a los regantes de la sequía

El presidente de la Federación Nacional de Comunidades de Regantes de España pide al Ministerio para la Transición Ecológica que no eluda sus responsabilidades ante los cortes de agua responsabilizando a un sector que es clave para el campo.

4 septiembre, 2022 02:00

La alarmante sequía ha hecho saltar todas las alarmas. Fruto de ella, se ha restringido el uso de agua en distintos municipios de España, por lo que el ciudadano de a pie está sufriendo en sus propias carnes los problemas de escasez de nuestro bien más preciado. Y el Gobierno no ha tardado en reaccionar para eludir todas sus responsabilidades. Pero, desgraciada y sorprendentemente, está culpabilizando al regadío, un sector frente al que parece haberse orquestado una campaña de demonización que tendrá consecuencias fatales.

Una campaña, para colmo, basada en datos erróneos e ideas falsas, que intentan manipular a la opinión pública desprestigiando a un sector que, en contra de lo que se dice, no es culpable de la sequía que atravesamos, ni de los cortes de agua que se suceden a lo largo y ancho del país.

Los regantes somos siempre el primer uso que sufre restricciones en sus dotaciones en periodos de sequía. La normativa es clara y la prioridad de uso es siempre para el abastecimiento, como establece la Ley de Aguas, los Planes de Sequía y así lo aplican las Confederaciones Hidrográficas y la Autoridad Hidráulica, que es la que establece la distribución del agua.

Los regantes somos siempre el primer uso que sufre restricciones en sus dotaciones en periodos de sequía

Por eso, queremos denunciar una ofensiva contra nuestro sector que puede tener consecuencias graves si pone en peligro la supervivencia de nuestros cultivos y se agrava la crisis alimentaria que nos acecha. Todo ello, en un marco macroeconómico internacional complejo, marcado por las incertidumbres y las tensiones geopolíticas.

Esta campaña de difamación, sin el más mínimo rigor ni análisis técnico, parte de colectivos ecologistas radicales. Pero desde el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) se están lanzando mensajes como que "en sequía, el país tiene que disminuir las hectáreas de regadío".

No estamos dispuestos a tolerar esta manipulación, tal y como hemos manifestado formalmente al secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, tras conocer su valoración sobre este asunto, que también ha dejado su impronta en una planificación más ideológica que hidrológica, al no garantizar el agua para regar durante los próximos años.

La situación es grave y están poniendo bajo sospecha a los regantes porque hace falta señalar a un culpable de las restricciones, ajeno a las propias Administraciones Públicas que son las responsables reales de su gestión, como Dominio Público Hidráulico Estatal.

La situación es grave y están poniendo bajo sospecha a los regantes porque hace falta señalar a un culpable de las restricciones

No podemos olvidar que la gran mayoría de los regadíos en España han sido por iniciativa pública a través de los planes del Ministerio, las comunidades autónomas y el apoyo de los correspondientes ayuntamientos. Y es el MITECO quien otorga las concesiones para poner en marcha todos los regadíos, por lo que no es un asunto ajeno en absoluto a la Administración.

Junto a todos estos argumentos falaces contra el regadío se está omitiendo que los caudales ecológicos han reducido un 16% de media la disponibilidad de agua en España. Y que la totalidad de los caudales ecológicos en los embalses se obtienen exclusivamente de la escasa dotación disponible para el regadío, como venimos advirtiendo desde hace años.

Pero, además, las hectáreas de regadío en España representan el 18% de la superficie agraria útil, en línea o incluso por debajo del resto de países del entorno mediterráneo con los que nos podemos comparar, y lejos de cifras que algunos se empeñan en difundir. En Italia, por ejemplo, un 20% de la superficie agraria útil es de regadío y en Grecia, un 23,6 %.

Hay muchos problemas en el horizonte. La falta de inversión en obras de regulación agravará la amenaza que suponen las sequías para España. Hay que tomar medidas realistas y necesarias de una vez por todas.

La falta de inversión en obras de regulación agravará la amenaza que suponen las sequías para España

En nuestro país, solo se han ejecutado dos de cada diez euros de la inversión prevista en los anteriores planes hidrológicos y no se ha acometido un porcentaje elevado de infraestructuras hidráulicas esenciales para mitigar impactos del cambio climático, como las sequías.

Y no entendemos por qué no se construyen más embalses, ya que al cubrir el 80% de la demanda de agua en España, constituyen la principal y mejor solución para el problema del agua en España. Las obras de regulación son fundamentales a la hora de combatir las sequías al permitir embalsar en las épocas de lluvia para distribuirla y usarla cuando se necesite.

Por todo ello, reclamamos al Gobierno que asuma su responsabilidad. Es necesario que estudie caso por caso las causas de la sequía, que pueden estar relacionadas con la falta de lluvias, los efectos del cambio climático, el crecimiento de todas las demandas, la poca eficiencia en los usos, el incremento de caudales ecológicos o la menor escorrentía superficial a causa del abandono de los cultivos de secano, sobre todo en la España interior, cuya superficie forestal ha ido colonizando tierras de cultivo absorbiendo más agua en la superficie.

El regadío es uno de los pilares fundamentales del sistema agroalimentario y del desarrollo rural en nuestro país. Cabe destacar que los regadíos en España hacen un uso eficiente del agua y son de los más modernizados del mundo, al tener más del 77% de la superficie de riego modernizado, lo que ha permitido reducir el uso del agua en más de 3.000 m3/hectárea y año durante los últimos 25 años, frente a quienes nos acusan -sin ningún fundamento- de despilfarradores.

El regadío es la joya de la corona del sistema agroalimentario español, en palabras del propio ministro. Y nuestros cultivos son fundamentales para adaptar la agricultura a nuestros tiempos y garantizar la producción de alimentos. Por eso no entendemos esta cacería, que amenaza la supervivencia de un sector ya de por sí denostado por un Gobierno que manipula a la opinión pública cuando nos acusa, discrimina y margina.

*** Andrés del Campo, presidente de Fenacore.

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