La subida de precios por Ucrania y el blindaje de los contratos públicos

La subida de precios por Ucrania y el blindaje de los contratos públicos

La tribuna

La subida de precios por Ucrania y el blindaje de los contratos públicos

Las medidas aprobadas por el Gobierno son una buena noticia, pero la escalada de los precios es de tal magnitud que será necesario más.

7 marzo, 2022 02:54

Tras meses padeciendo una tremenda asfixia por la subida de precios de los materiales, el sector de la construcción ha recibido una buena noticia después de que el Consejo de Ministros validara esta semana el denominado Real Decreto-ley con medidas de carácter extraordinario para revisar los precios de los contratos públicos de obras afectados por la subida de precios de los materiales.

En otras palabras, el Gobierno ha entendido la necesidad de implantar un reequilibrio económico de los contratos, atendiendo a la crisis global de desabastecimiento que está en el origen del incremento desatado de las materias primas.

En la Confederación Nacional de la Construcción (CNC) hemos trabajado insistentemente para que el Real Decreto-ley viera la luz. Ya elaboramos en octubre del año pasado un estudio en el que estimábamos que el coste total de las obras había aumentado, de media, un 22,2%.

Posteriormente, a finales de enero, cuando algunas compañías nos transmitían que estaban en situación desesperada por los sobrecostes, calculamos que desde noviembre al menos 500 licitaciones públicas habían quedado desiertas, valoradas en más de 230 millones de euros. Una cifra conservadora que en realidad era mayor y servía como espejo del agujero que estaba provocando en el sector el encarecimiento de las materias primas.

En este contexto, la medida supone un avance, aunque mejorable, puesto que muchas constructoras seguirán contra las cuerdas recibiendo golpes por el auge inasumible de los precios de los materiales.

Muchas constructoras seguirán contra las cuerdas recibiendo golpes por el auge inasumible de los precios de los materiales

Este real decreto, ya en vigor, no tiene en cuenta todos los materiales básicos a los que en la construcción recurrimos diariamente. Sin embargo, todos ellos han experimentado fuertes subidas de precios, algunos (como la madera, hierro, cobre, aluminio, betún asfáltico..) de manera exagerada. Además, un número nada desdeñable de obras ejecutadas durante 2021 no van a estar amparadas.

De ahí que veamos margen para ampliar las medidas e incluir en su cálculo más materiales y, como consecuencia, un número mayor de tipologías de obras. También vemos urgente la publicación de los índices de revisión que elabora el INE para que la norma sea aplicable en la práctica: una cuestión vital para la viabilidad de las obras, pues si no se irán ralentizando, paralizando o, en el peor de los casos, abandonando.

De lo contrario, continuaremos siendo testigos de cómo las licitaciones para construir o hacer obras de ampliación de infraestructuras fundamentales para la ciudadanía como hospitales, centros educativos, trasvases, desaladoras o presas se quedan sin empresas que opten a la ejecución, dañando su ya delicada situación. Lo que en última instancia retrasará la recuperación económica, precisamente cuando en estos momentos se lanzan convocatorias vinculadas a los fondos NextGenerationEU.

Una recuperación económica ya de por sí torpedeada por el más que preocupante conflicto en Ucrania, que agravará la crisis de suministros y encarecerá aún más los materiales de construcción.

Para prueba, los datos. En 2020, el 75% de las importaciones de España en 2020 procedentes de Rusia fueron combustibles y aceites minerales como el petróleo. El segundo producto más importado fue la fundición, el hierro y el acero. En cuarto lugar el aluminio, cuya compra ascendió a los 51 millones de euros. Más abajo aparece la madera. Asimismo, el 85% de la arcilla que se importa en España procede de Ucrania... Materiales, todos ellos, fundamentales para la construcción.

En definitiva, urge aliviar al tejido empresarial ante una concatenación de crisis exógenas y globales que, de momento, no parecen tener fin. De hecho, el Gobierno ya descuenta que la escalada de los precios no será tan transitoria como se preveía, lo que probablemente abocará a enfriar las proyecciones de crecimiento.

Así pues, el diagnóstico a la hora de revisar los precios ha sido el adecuado, pero muchos contratos no quedarán cubiertos. Por eso tenemos que seguir avanzando para consolidar la construcción como motor de la recuperación y sector catalizador y dinamizador de los fondos europeos: fundamentales para nuestro futuro.

*** Pedro Fernández-Alén, Presidente de la Construcción.

Ahora en portada

Imagen de recurso sobre sostenibilidad.

Cambio climático y ciudadanía: no es un problema de voluntad sino de oportunidades

Anterior
Juan Ignacio Crespo

El shock energético de 2022: en Occidente recesión y en Rusia depresión

Siguiente