Andábamos por aquí distraídos, escuchando las bravuconadas de Unidas Podemos sobre la oportunidad de nacionalizar alguna energética para frenar la subida de la luz, cuando llegó un fondo con sede en Melbourne y lanzó una opa sobre el 22% de Naturgy a 23 euros, precio 'prepandemia' de la acción.

Lo curioso de la oferta es que se producía en sintonía con otros dos fondos de inversión que hace tiempo viven con la presión de salir de la empresa que preside Francisco Reynés. Y hacerlo con unas buenas plusvalías.

Nada más comunicarse a la CNMV la oferta, CVC (20,7% de la empresa) y GIP (20,64%) respaldaban la operación y demostraban que no tenían ninguna intención de marcharse, algo poco habitual en este tipo de operaciones. El socio español de la compañía, Criteria Caixa (24,4%), guardaba silencio.

Pedro Sánchez y Francisco Reynés.

Pedro Sánchez y Francisco Reynés.

Blanco y en botella... ya saben. El australiano IFM tiene que conseguir que el Gobierno apruebe su entrada en Naturgy. Lo necesita por el Real Decreto que se aprobó en verano, precisamente, para evitar que ante la debacle bursátil que ha provocado el coronavirus, fondos extranjeros pudieran hacerse con empresas estratégicas a precio de saldo. 

Al tratarse de una opa por un quinto de una compañía, la compra por parte de un fondo de pensiones que ya ha salido en prensa para decir que apoya al equipo de Reynés podría parecer inofensiva.

Pero sumando fuerzas, los tres fondos controlarían el 63% de una empresa estratégica para España. Podrían excluirla de la Bolsa -otro golpe para el mercado financiero español... ahora en manos de los suizos que compraron BME- y empezar un troceo que permitiera a CVC y GIP saldar la deuda con sus propietarios.

Estos dos fondos anglosajones perdieron la oportunidad de vender en 2019, cuando la acción alcanzó los 26 euros y desde entonces, han estado esperando el momento para salir de la empresa. El nigeriano Adebayo Ogunlesi (GIP) quiere vender -de forma triunfal- y sus gestores han visto en la alianza a tres bandas la gran oportunidad de hacer caja.

El plan aparenta ser tan claro que hasta la prudente Nadia Calviño recordó el pasado jueves que Naturgy es una "empresa estratégica" para España y que la operación tendrá que ser estudiada con todo lujo de detalles.

Así que el vicepresidente de IFM, Jaime Siles, no perdió tiempo en salir para aclarar que el fondo quiere aterrizar en Naturgy con un enfoque a largo plazo para participar en la transición ecológica.

Todo es compatible.

Se puede trocear Naturgy para sacar plusvalías y quedarse con el negocio regulado español que se va a teñir de 'verde' y que, según fuentes del sector, dejaría a los pensionistas australianos que han invertido en este fondo un bono anual del 4% aproximadamente. No está mal en estos tiempos de tipos de interés negativos.

Adebayo Ogunlesi (GIP), Nadia Calviño, Salvador Illa, Francisco Reynés y Jaime Siles (IFM).

Adebayo Ogunlesi (GIP), Nadia Calviño, Salvador Illa, Francisco Reynés y Jaime Siles (IFM).

El problema es que de nuevo con un Gobierno socialista, España pierda el control de otra empresa estratégica del sector energético. Y que encima lo haga en un momento de extrema debilidad para las cotizadas del Ibex 35, que en conjunto ha perdido más de un 20% de su valor desde que la Covid-19 empezó a asomar por Italia a finales de febrero del pasado año.

Si el Gobierno permite esta operación, ¿quién será el siguiente? El listado de ejecutivos del Ibex que estarán siguiendo de cerca el destino de Naturgy no es corto.

Así que la cooperación público-privada entre el Gobierno y las grandes empresas españolas podría arrancar el año con el veto a esta operación. Y hacerlo, además, con consenso político, porque el PP apoyaría ese 'no', según fuentes próximas a ese partido.

Sería una decisión que permitiría ganar tiempo para la coinversión que se está preparando con los fondos europeos. Gobierno y empresas saben que si se aprovecha bien esa oportunidad, la economía española estará a la vanguardia de la nueva economía digitalizada y verde que va a marcar las próximas décadas. Y con ella, sus grandes empresas.

El rechazo a esta operación también contaría con el aval de Iván Redondo para no poner en apuros la campaña de Salvador Illa en Cataluña. Naturgy es un icono empresarial en Cataluña a pesar de que el procés obligó a la compañía a trasladar su sede social a Madrid. 

Y ahora que ha prometido descabezar Aena para llevarse a Maurici Lucena a la Generalitat si gana las elecciones no parece la mejor idea meterse en un charco económico.

Así que, hagan sus apuestas sobre el futuro de la operación. De momento, la acción de Naturgy cerró el viernes a 21,3 euros sin que el mercado esté presionando a IFM para que ponga más.

ATENTOS A...

La llegada de fondos europeos es cada vez más urgente para la economía española. Sin embargo, estas ayudas están a la espera de pasar el examen de los 27 Parlamentos. 

Pedro Sánchez y Abascal.

Pedro Sánchez y Abascal.

En Bruselas se confía en la aprobación final, pero la Comisión es consciente de que Parlamentos, como el danés, serán rigurosos en el estudio y podrían retrasar algo el proceso. En el caso de España, el visto bueno debería ser rápido, aunque siempre puede haber sorpresas, como se puso de manifiesto la pasada semana, cuando Santiago Abascal tuvo que salir al auxilio de Pedro Sánchez para sacar adelante el primer decreto clave para recibir esas ayudas.