Un cartel de 'Se alquila' en una vivienda.

Un cartel de 'Se alquila' en una vivienda. EFE

Observatorio de la vivienda

Alerta en el alquiler: las inmobiliarias advierten a los caseros de que sus subidas elevan el riesgo de impago

No se espera que el alquiler, con subidas interanuales de dos dígitos en las mayores ciudades, baje en 2023. Preocupa el riesgo que la escalada traiga.

29 agosto, 2023 02:39

Las constantes subidas del alquiler, que en las principales ciudades llega a ser de dos dígitos si se compara con el año pasado, empiezan a preocupar a las inmobiliarias. Subir el precio, apuntan, era algo lógico teniendo en cuenta que existe mucha más demanda que oferta, pero con el metro cuadrado en máximos en Baleares, Madrid o Cataluña, recomiendan prudencia: se está elevando el riesgo de impago.

"Podríamos afirmar que en el último año, en las ciudades con mayor presión, el alquiler ha subido en torno al 10% o 15%. Eso es una bestialidad. Es algo difícil de sostener que no se corresponde con ningún dato de renta per cápita", expone a EL ESPAÑOL-Invertia José María Alfaro, presidente de la Federación Nacional de Asociaciones Inmobiliarias (FAI).

Es un camino que reduce la renta y aumenta la vulnerabilidad de los inquilinos, agrega, y del que son conscientes en el sector, donde llevan meses anotando las subidas. La última la recoge Fotocasa. El portal apunta esta semana que en julio el precio del alquiler ascendió hasta los 11,59 euros por metro cuadrado de media en España.

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Es un 3,4% más que hace un año; una buena noticia, remarcaba el portal, porque "es el menor incremento en diez meses". Al menos, teniendo en cuenta el conjunto de nuestro país, porque si se miran de cerca las regiones más "tensionadas" -allí donde es más acusada la diferencia entre oferta y demanda- los números son mucho más abultados.

Así, en Baleares, el alquiler subió un 30,1% interanual en julio. Lidera una lista en la que le siguen los aumentos de Canarias (19,1%), Cantabria (16,6%), Comunidad Valenciana (13,7%) y Madrid (10,6%).

Escaparate de una inmobiliaria.

Escaparate de una inmobiliaria. Europa Press

Analizado por capitales, Fotocasa apunta a que en 18 se superan los precios máximos del alquiler por metro cuadrado al mes en julio. Han tocado techo Barcelona (20,66 €), Madrid (18,55 €), Palma (16,29 €), Valencia (13,48 €), Alicante (12,70 €) o Sevilla (11,63 €), entre otras.

"Se está elaborando un caldo muy peligroso que posiblemente conlleve, en la medida que haya cualquier pinchazo en la economía a nivel de reducción de crédito o de empleo, a una elevación de la morosidad y problemas para el mercado del alquiler", alerta Alfaro. 

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Subir los precios era una tendencia lógica. Al principio. Pretendía atender un desfase entre oferta y demanda que se ha agrandado en los últimos meses.

Por un lado, la demanda ha aumentado con la llegada al mercado de ciudadanos que ya no pueden afrontar la compra de una casa por la subida de tipos y de precios de la vivienda; por otro, la oferta se ha reducido, azuzada por el miedo a los topes de alquiler de la Ley de Vivienda, que ha hecho que muchos propietarios se pasen al mercado de alquiler turístico o temporal, o cierren sus casas.

Cartel de alquiler.

Cartel de alquiler. Europa Press

Los profesionales empiezan a analizar con precisión este septiembre, tres meses después de la entrada en vigor de la norma, cuántas viviendas se han retirado, pero Fotocasa ya advierte de que es "un volumen muy importante". Coinciden desde FAI. Y se ha llegado a un punto preocupante.

"Lo que está ocurriendo -y es el efecto perverso que estamos notando- es que para defenderse de la brutal presión de la demanda, la oferta, a pesar de lo que recomendamos los profesionales, está tendiendo a subir la renta", explica.

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El movimiento es "un error gravísimo", aunque, admite, "es quizá la forma más simple y más fácil para el arrendador de atenuar la presión de la demanda". Esa presión que hace que los agentes inmobiliarios a veces retiren los anuncios de alquiler cuatro horas después de haberlos subido en Madrid: "a lo mejor tenemos para entonces 30 contactos, y más de la mitad posiblemente cumplen los requisitos".

Pero esas escaladas entrañan riesgos sobre los que advierten a los propietarios. "Parece que los datos del alquiler son impresionantemente buenos, pero lo que vemos día a día es que la gente no puede pagar los alquileres. La única pujanza que vemos es en el precio de la renta que propone el arrendador, como elemento defensivo como presión de la oferta. Pero lo que está poniendo en riesgo es el impago", apunta. 

Porque las cantidades suponen muchas veces que los inquilinos dediquen más de ese recomendado 30% de sus ingresos a pagar la renta; porque además la inflación galopante reduce el margen de maniobra; porque entonces basta un tropiezo para que se pierda el equilibrio.

"Los datos de empleo son buenos, aunque lo que hay que ver es la renta disponible de las personas. Si son trabajos que permitan pagar el alquiler", subraya Alfaro. 

Barrio de Puente Jardín en Valladolid

Barrio de Puente Jardín en Valladolid

El alquiler y los mayores requisitos aparejados. El miedo de los propietarios no sólo está elevando las rentas. Está aumentando también los periodos mínimos de los alquileres "para que en caso de que desista el inquilino antes de tiempo tenga que indemnizarle con una cantidad superior", y también se exige prácticamente el tope de garantías (un mes de fianza y dos de garantía).

"Yo estoy muy preocupado, nunca había visto esto en 20 años de profesión, y no va a ir a mejor", sostiene Alfaro. No vislumbra el fin de las subidas del alquiler. "Este año una bajada de precio está descartada. Absolutamente". ¿Dónde está el límite? "En cuanto a subida de renta se llega a un límite natural, cuando se dan cuenta el arrendador y el profesional de que la solución no es subir la renta. Porque hay mayor potencial de morosidad en ese alquiler".

"Es una mancha de aceite muy lenta", explica. Quizá la sirena de emergencia suene cuando lleguen las estadísticas de aumento de morosidad y demandas por desahucio. "A lo mejor es finales del año que viene. La bola va engordando hasta que se dan cuenta de que la morosidad ha crecido", comenta.