Uno de los locales de Bedda cerrados.

Uno de los locales de Bedda cerrados.

Observatorio de la sanidad

La cadena de depilación láser Dermasana busca aprovechar la quiebra de Bedda y expandirse por el norte de España

Presenta una oferta de adquisición por varios centros de la marca vasca.

Más información: Bedda, el gigante vasco de la depilación láser, en quiebra tras seis años de pérdidas

Publicada

Hay un proverbio chino que apunta a que toda crisis conlleva una oportunidad. O al menos algún actor puede aprovecharla. Este es el caso de la cadena de centros de depilación láser Bedda, que ha quebrado y ha entrado en concurso de acreedores. Una crisis que representa una oportunidad de negocio para Dermasana.

Esta firma, que movió el año pasado 3,5 millones de euros y cuenta con 14 locales, ha presentado una oferta por parte de Bedda.

Según la documentación a la que ha tenido acceso este periódico, esta cadena de centros de depilación láser (que tiene presencia en Madrid, Pamplona y Valencia) quiere adquirir al menos seis centros de Bedda.

Concretamente, los que tiene en Santander; en Zubiarte y Abadiño (Vizcaya); en San Sebastián e Irún (Guipúzcoa), y Pamplona. La actividad se mantendría en ellos al menos tres años.

Además, Dermasana se quedaría también con los activos (entre ellos los equipos) y los pasivos de otros tres centros de Bedda en Pamplona, Santander y Barakaldo.

Al menos 19 trabajadores de Bedda pasarán a la plantilla de Dermasana. Entre ellos no habrá comerciales y teleoperadores, dado que la empresa compradora considera que estos puestos ya están cubiertos con su plantilla original

Con este movimiento, todo parece indicar que Dermasana quiere aprovechar la oportunidad para expandirse en el norte de España y reforzar su presencia en Pamplona.

Sin efectivo

Además, la oferta no incluye un pago en efectivo de ningún tipo. Se abonaría una suerte de "asunción de responsabilidad", principalmente por los alquileres de los seis locales con los que se quedaría Dermasana y los tratamientos pendientes que Bedda no ha dado a sus clientes.

En el caso de los tratamientos pendientes, no hablamos de una cantidad menor. Están valorados en 1,23 millones de euros.

Por otro lado, Dermasana valora en 64.850 euros el coste de las rentas, fianzas y garantías que se tendrían que abonar a los diferentes arrendadores de los locales con los que se queda.

"Este trámite facilitará la llegada de liquidez a la masa activa del concurso por la recuperación de las fianzas depositadas en garantía del pago de los alquileres de los locales que serán subrogados", argumenta Dermasana en su oferta.

Mendichena e Iniciativas Bodochena

A mediados de septiembre, el Juzgado Mercantil número 1 de San Sebastián decretó el concurso de acreedores de las sociedades Mendichena e Iniciativas Bodochena, gestoras de Bedda.

La resolución suspendió las facultades de gestión y nombró administrador concursal a Miguel Ángel Iglesias Altolaguirre.

La situación es consecuencia directa de las pérdidas registradas por Iniciativas Bodochena, que se encargaba de la administración de la cadena. Se prolongaron durante seis ejercicios consecutivos, hasta acumular un saldo negativo de 3,4 millones.

El último año fue desastroso por la falta de tesorería y la clausura en cascada de las sucursales. Las ventas se desplomaron de 4 a 1,1 millones y las pérdidas se dispararon hasta 2,1 millones.