La precariedad de los médicos rurales en Castilla-La Mancha

La precariedad de los médicos rurales en Castilla-La Mancha

Observatorio de la sanidad

El envejecimiento amenaza la supervivencia de la sanidad rural: el 41% de los médicos son mayores de 50 y no hay MIR

Además, sólo el 6,9% tuvo una formación optativa en rural durante el periodo de residencia.

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La sanidad rural agoniza debido al envejecimiento de gran parte de la plantilla de médicos. En concreto, cuatro de cada diez son mayores de 50 años (predominando las edades comprendidas entre 50 y los 60).

Además, sólo el 29,3% de los médicos rurales trabaja en un centro acreditado como unidad docente de residentes (MIR), lo que significa que la mayoría no cuenta con plazas MIR. Esto supone que muchos entornos rurales no tienen la posibilidad de formar a los futuros especialistas, por lo que se dificulta, aún más, ese relevo profesional.

A diferencia de los núcleos urbanos, que el 62,3% de los médicos trabaja en centros de formación de residentes. Por eso, más del 90% considera imprescindible incluir la Medicina Rural en el currículo de grado y establecer como rotación obligatoria a los residentes MIR en el entorno rural.

Estos son algunas de las conclusiones que se extraen de la última encuesta de 'El Valor de la Medicina de Familia Rural: Comparte Tu Perspectiva' elaborada (con los datos de médicos rurales y urbanos) por la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG).

En estas zonas persisten varios problemas que sobrecargan más a los profesionales, como la itinerancia entre consultorios, la falta de compensación por desplazamiento o las ausencias de libranza tras una guardia.

El Observatorio de la Sanidad ha podido acceder a los datos completos de la encuesta y otro de los resultados que arroja es que el 69% de los médicos rurales trabaja en núcleos de menos de 3.000 habitantes.

Más de la mitad de estos profesionales tiene sus hospitales de referencia a 30 kilómetros de distancia, lo que dificulta el servicio de urgencias y los desplazamientos a domicilio.

El 14 % se tiene que mover más de 80 kilómetros para llegar a sus centros de salud, sin recibir una compensación económica por dichos desplazamientos.

Además, en los núcleos urbanos la situación es completamente opuesta: el 79,1% tiene su trabajo a menos de 30 km, mejor conectividad y soporte para trasladarse.

De hecho, el 86,4% de los galenos rurales y el 89% de los urbanos coinciden en que trabajar en el medio rural implica mayor esfuerzo. Además, sólo el 6,9% tuvo una formación optativa en rural durante el periodo de residencia.

Más recursos

Por eso, la mayoría considera que se necesita más conocimiento para ejercer en este entorno.

Otra de los puntos que está ahogando a estos profesionales es el difícil acceso a recursos. Todo ello, por la falta de personal, herramientas innovadoras, financiación y la distancia geográfica.

De esta manera, la encuesta indica que más de la mitad de los médicos rurales manifiesta tener carencia de recursos, identificando como principales déficits el personal sanitario, la tecnología clínica y el equipamiento. Sólo el 12,3% cree tener todos los necesarios.

Uno de los objetivos principales que tiene la sanidad rural es atraer nuevo talento. Para ello, los médicos estiman que se deberían aportar más incentivos. A la pregunta por los factores de retención, el 46,7% prioriza incentivos económicos y el 32,1% pide flexibilidad laboral.

Por otro lado, el 90,3% estima que debería haber una compensación económica específica. Por ejemplo, para el tema de los desplazamientos a domicilios.

En numerosas ocasiones, los profesionales de estas zonas denuncian que son los grandes olvidados. No hay reconocimiento profesional, están sobreexplotados y tienen sueldos precarios.

Por eso, el 77,6% denuncia que no está cuidado ni es reconocido por la Administración. Esta desafección se confirma también en el ámbito urbano (76,7%), reflejando una invisibilización estructural del ejercicio rural en la política sanitaria actual.

Por último, la encuesta también analiza los datos por sexos. Y aunque la mayoría del colectivo médico ya es femenino (56,1%) a nivel general, la feminización no se ha consolidado (del todo) en el entorno rural como en el urbano, con el 50,4% y 63,4%, respectivamente. Factores como la conciliación y el aislamiento profesional justifican estos datos, según la SEMG.