Un psicólogo atiende a una mujer.

Un psicólogo atiende a una mujer. Europa Press.

Observatorio de la sanidad

La espera para acceder a un psicólogo en la sanidad pública se dispara por encima de los cinco meses

Los especialistas avisan de que el problema de los retrasos se está trasladando también a las consultas privadas.

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La salud mental se ha convertido en una de las prioridades de las autoridades públicas. O eso dicen. Lo cierto es que, por ahora, faltan recursos para ello, sobre todo en la sanidad pública. La escasez de especialistas provoca, en el ámbito de la psicología, listas de espera por encima de los cinco meses.

Este es el caso de Madrid, región donde los pacientes tienen que esperar hasta seis meses para recibir atención psicológica de un especialista. ¿Cuál es la media nacional? Es difícil de contrastar. A diferencia de otras especialidades, no existe información pública al respecto.

En cualquier caso, el Consejo de Investigaciones Sociológicas (CIS) da algunas pistas. Según el estudio que hizo a mediados del año pasado, el 36,7% de los españoles esperan entre uno y tres meses a recibir atención médica por un problema de salud mental. Y un 20,4% espera más de tres meses.

Sin embargo, el recibir atención especializada es harina de otro costal. El médico de familia es el principal responsable de tratar los problemas de salud mental. Es quien atiende el 41% de los casos, según el CIS. Le siguen el psiquiatra (32,9%) y el psicólogo (17,6%).

Timanfaya Hernández, decana del Colegio de Psicólogos de Madrid, expone la situación en la autonomía capitalina, que conoce de primera mano. "En determinados momentos el tiempo de espera para iniciar una terapia psicológica puede situarse entre cinco y seis meses".

"Es importante señalar, además, que las dificultades no se limitan al inicio del tratamiento, sino también a los intervalos que transcurren entre las distintas sesiones, que en ocasiones no pueden ajustarse a lo clínicamente recomendable", avisa.

Consultada por el Observatorio de la Sanidad, expone que "esta situación se debe tanto a la elevada demanda como a las características organizativas de los propios servicios, lo que limita la capacidad de ofrecer la atención en los plazos más adecuados".

Congestión pública

A pesar de que en las consultas de psicología privadas "los tiempos de espera suelen ser más reducidos", los problemas de congestión del sector público y el aumento de la demanda de los pacientes ya comienzan a generar complicaciones.

"Es cierto que, debido al aumento de la demanda, en algunos casos también se han visto incrementados los tiempos de espera, aunque siguen siendo sensiblemente menores que en el sistema público", indica.

"Esta diferencia refuerza la necesidad de avanzar hacia una mayor equidad en el acceso a la atención psicológica, de modo que todas las personas puedan beneficiarse de una respuesta adecuada y en tiempos clínicamente recomendables, con independencia del circuito asistencial en el que se encuentren".

Hernández avisa de que "el retraso en el acceso a la atención psicológica no solo incrementa el riesgo de cronificación de los problemas de salud mental, sino que además repercute en la saturación de otros dispositivos asistenciales".

"Por ello resulta esencial reforzar la incorporación de profesionales de la Psicología en la Atención Primaria", indica. "Este nivel asistencial permite detectar de forma temprana y eficaz sintomatologías leves que, si se tratan a tiempo mediante intervenciones psicológicas adecuadas, pueden resolverse sin evolucionar hacia cuadros más graves", agrega.

"De este modo, se evita la sobrecarga de los servicios de salud mental especializados, se optimiza el trabajo de otros profesionales de Atención Primaria y se reduce la dependencia de tratamientos farmacológicos cuando la intervención psicológica resulta la opción más indicada", añade.

"Todo ello cobra especial relevancia si se tiene en cuenta que, junto a la brecha existente respecto a la media europea, el incremento sostenido de la demanda de atención psicológica hace imprescindible adaptar las cifras de profesionales a las necesidades actuales y futuras de la población".