Enfermera en una planta de hospitalización. Imagen de archivo.

Enfermera en una planta de hospitalización. Imagen de archivo. E.P

Observatorio de la sanidad

El empleo sanitario crece en julio, pero no sirve para evitar la sobrecarga del verano: "No cubrimos ni la tercera parte"

"La atención primaria funciona al ralentí, lo que provoca que toda la sobrecarga laboral se traslade a las urgencias y hospitales", explica el presidente de CESM.

Más información: El empleo se estanca en julio con apenas 4.400 afiliados más marcado por la baja de 123.700 contratos en la educación

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Como cada año, el empleo sanitario crece en los meses de verano para intentar paliar el déficit de profesionales que se agrava (aún más) por las vacaciones. Pero no es suficiente para aliviar la sobrecarga laboral y la saturación de los centros.

En concreto, este mes de julio la sanidad española ha ganado 42.662 trabajadores en comparación con el mes anterior. Lo que anota un total de 1.226.410 afiliados, frente a los 1.183.748 de junio. Esto supone un 3,6% más y un más 1,72% que en el mismo periodo de 2024 (1.205.663 trabajadores), según los últimos datos del paro registrados por el SEPE.

A pesar del crecimiento del empleo, diversas organizaciones médicas y sindicales denuncian que esto no es suficiente para sofocar la saturación en la temporada estival.

"No tenemos ni para cubrir la tercera parte. Ni siquiera la mitad del personal que se va de vacaciones está sustituido", matiza Paloma Repila, portavoz del Sindicato de Enfermería (SATSE) al Observatorio de la Sanidad.

Aunque este año ha crecido el número de trabajadores en el sector sanitario, ese aumento apenas representa un 2% (en comparación con julio de 2024). Desde SATSE aclaran que con las sustituciones se debería llegar a alcanzar, al menos, la mitad del personal que se necesita en estas fechas.

Sin embargo, como ya viene ocurriendo desde hace años: este problema estructural no se soluciona. Ante esa falta de personal, los hospitales y centros de salud se ven obligados a cerrar unidades, camas, quirófanos (por lo que aumentan las listas de espera) para darle más prioridad a los servicios urgentes. Como ya adelantó este medio, en concreto este verano se cerrarán 10.200 camas durante la temporada estival.

En la misma línea, desde la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) denuncian que la situación en verano es insostenible porque si ya hay un gran déficit de estos profesionales durante el resto del año, en estas fechas se potencia aún más.

Atención Primaria

"Como la Atención Primaria funciona al ralentí, toda la presión y carga laboral en estas fechas (aún más) se traslada a las urgencias y centros hospitalarios, por lo que provoca una importante saturación", detalla Miguel Lázaro, presidente de CESM.

Esta situación empeora sobre todo en zonas costeras porque, ya que en verano, llegan a multiplicar su población por el turismo y hay más demanda de los recursos sanitarios. El ejemplo se puede comprobar en las islas Baleares. De normal, cuenta con 1,3 millones de habitantes, a diferencia del resto de temporadas altas (Semana Santa, Navidad, verano) que llega a alcanzar los nueve millones de ciudadanos.

Por otro lado, desde CESM manifiestan que entre esos nuevos contratos de profesionales sanitarios hay un porcentaje muy reducido de médicos. "No hay suficientes. Es una situación crónica. Y como no hay facultativos que se sustituyan, el resto tiene que asumir, además de sus propios pacientes, el del resto de compañeros que no están", denuncia Lázaro.

Las sustituciones en verano, en el caso de los médicos, han sido totalmente insuficientes. "Se han contratado muchos menos que en comparación con el resto de categorías. Entre otras cosas, por la escasez de profesionales especialistas disponibles, como consecuencia de una falta de planificación", aclara Vicente Matas, analista de datos médicos y responsable del Centro de Estudios del Sindicato Médico de Granada (SIMEG).

Temporalidad

La mayoría de los contratos (de dos a tres meses, incluso hasta de semanas o días) que se ofertan en verano son estacionales simplemente para cubrir las sustituciones (aunque también puede haber excepciones por bajas).Y esto es una situación que preocupa a las organizaciones sindicales, ya que una vez acaba el mes de agosto la tasa de afiliación cierra con grandes pérdidas de empleo.

"No se puede utilizar el indicador de la estacionalidad y de los meses de verano con respecto a todo el año, porque si te fijas en las tasas de afiliados a la Seguridad Social, cuando termina baja bastante el número. Después también hay un descenso importante tras las Navidades", precisa la portavoz de SATSE.

Y termina: "Lo que más nos preocupa ya no son tanto la gente que deje de estar en el paro o que tenga una afiliación activa, sino qué tipo de contratación es la que está asociada a esa afiliación".