Sanidad trabaja en nuevas guías de prescripción enfermera: sedación, insuficiencia cardíaca y dolor quirúrgico

Ahora, trabaja para poner en marcha tres nuevas guías. "Entre ellas se encuentra la de dolor quirúrgico, sedación e insuficiencia cardíaca", confirma el Sindicato de Enfermería (SATSE) al Observatorio de la Sanidad.

Desde hace años "las enfermeras están trabajando en consultas de seguimiento de pacientes con insuficiencia cardíaca. Tienen el conocimiento adecuado de estos medicamentos para poder prescribir. Con estas guías van a tener un soporte legal para hacerlo", añade Rafael Reig, secretario de Acción Sindical de SATSE.

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En el caso de la sedación, el Sindicato matiza, que las enfermeras "no invadirán" las competencias de los anestesistas. Tendrán "un papel más colaborativo" dentro de esas funciones.

Reig aclara que hay muchas más guías que vienen en camino. Igualmente, matiza que todo el trabajo de elaboración se está haciendo con "el máximo cuidado para que en ningún caso se pueda achacar a que hay alguna posibilidad de intrusismo".

También, están trabajando en nuevos textos para que las enfermeras puedan abordar "ciertos cuadros clínicos, patologías y necesidades de salud que, aún, quedan por concretar", añade el Sindicato de Enfermería y el Consejo General de Enfermería (CGE).

Actualmente, el Ministerio junto a más actores (Consejo General de Enfermería, médicos, expertos en farmacología, representantes de las comunidades autónomas) están en medio de unas negociaciones en las que se abordará, entre otras cuestiones, la elaboración de estas guías.

De todo esto, se encarga la Comisión de Indicación y Autorización de Medicamentos por parte de las enfermeras, que está conformada por médicos, enfermeras, farmacéuticos.

Estos debaten y votan cuáles son los protocolos "más adecuados que se deben implementar en esas guías".

Guías sin aplicar

Otro de los puntos importantes que están abordando es la elaboración de unos "protocolos específicos" para cada servicio de salud.

Todo esto viene, después de que Sanidad haya detectado una desigual aplicación de estos protocolos en el territorio nacional. De hecho, de las diez que se han publicado en estos cinco últimos años, Madrid es la única región que ha puesto en marcha más de la mitad. Concretamente seis.

Por eso, desde la comisión se está haciendo un "seguimiento del mapa de centros sanitarios para saber qué servicios ofrecen, cuáles son las guías que se han implementado y cuáles quedan por desarrollar, además de qué protocolos concretos hay que implementar", añade Reig.

La comisión tuvo su última reunión en junio. Como ha podido saber este medio, se volverán a reunir en el mes de septiembre para poder avanzar en todas estas iniciativas.

Ley del Medicamento

En la Ley de uso de garantías y uso racional de los medicamentos y productos sanitarios (última modificación en 2015) se recoge que las enfermeras están autorizadas para "la indicación" de ciertos fármacos que no estén sujetos a prescripción médica, pero con ciertas limitaciones y requisitos.

Sólo puede prescribir medicamentos si esa autorización está recogida en una guía o protocolo aprobado.

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Esto ha levantado ampollas entre los médicos, que denuncian una invasión de sus competencias y acusan a las enfermeras de intrusismo laboral. De hecho, varias organizaciones colegiales, como el Sindicato Médico Andaluz (SMA), han recurrido jurídicamente algunas guías. Ha ocurrido con la última guía publicada: infecciones urinarias no complicadas.

Sin embargo, de momento ninguna está paralizada. "No hay ninguna sentencia ni ninguna decisión judicial a través de un auto que diga que no se pueden aplicar estas guías. Sí que es cierto que tienen su proceso. Ahora los recursos están en los tribunales", matiza José Luis Cobos, presidente del Consejo Internacional de Enfermería (CIE).

Por eso, la nueva Ley del Medicamento pretende reforzar ese modelo de prescripción enfermera, que contará con la formación y la experiencia de todos los profesionales sanitarios capacitados para ello.

Se habilitará legalmente a las enfermeras como profesionales con facultades para prescribir medicamentos, siempre dentro de sus competencias. Y se reducirán determinadas barreras relacionadas con una prescripción centrada en el profesional médico.