
Un enfermera manejando fármacos.
La prescripción enfermera no despega: cinco años después, las CCAA siguen sin aplicar las guías del Ministerio de Sanidad
Madrid, que es la más adelantada, sólo ha adoptado seis de las diez guías de prescripción enfermera que hay publicadas.
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La prescripción enfermera no termina de despegar y, de hecho, tiene un desarrollo muy desigual dependiendo de la comunidad autónoma de la que se trate. A pesar de que poco a poco se van acelerando los procesos para que las profesionales puedan prescribir fármacos, lo cierto es que en la mayoría de las regiones no se han aplicado ni la mitad de las guías de prescripción lanzadas por el Ministerio de Sanidad.
La primera se publicó en 2020 y el proceso está bastante ralentizado. De hecho, de las diez que ha publicado Sanidad en estos cinco últimos años, Madrid es la única región que ha puesto en marcha más de la mitad. Concretamente seis.
La capital española ha adoptado la guía del tratamiento de quemaduras, la de heridas, la de anticoagulación oral, la de ostomías, la de diabetes y la de hipertensión arterial.
Por detrás de Madrid, aparecen Cataluña, Galicia y Aragón con un total de cinco protocolos asumidos.
En cambio, regiones como Ceuta y Melilla no tienen de momento ninguna guía en desarrollo, según indican los datos del Consejo General de Colegios Oficiales de Enfermería (CGE).
País Vasco parece que ha acelerado el paso. Su Consejería de Sanidad ha publicado que ya ha implantado dos guías y que está desarrollando la adopción de otras cuatro.
Por el momento, la cartera de Mónica García ha publicado diez guías. Entre ellas, se encuentran las referentes a deshabituación tabáquica, anestésicos locales, fiebre, anticoagulación oral, tratamiento de heridas, hipertensión, diabetes tipo 1 y tipo 2, quemaduras, ostomías e infecciones urinarias.
Un lento proceso
Cabe recordar que, una vez que el Ministerio de Sanidad publica las guías, son las comunidades autónomas las que tienen que adaptar los protocolos correspondientes a su ordenamiento para que las enfermeras puedan ejercer las competencias.
Teniendo en cuenta que la primera guía se hizo oficial hace ya cinco años, el retraso en la aplicación en las comunidades autónomas es considerable.
"Hay guías como las de heridas, quemaduras u ostomías, que están muy desarrolladas en casi todas las comunidades. Mientras que otras, o bien no se han desarrollado en ninguna medida, como por ejemplo la de anestésicos, o tienen una implementación muy baja, como puede ser la de cesación tabáquica", detalla al Observatorio de la Sanidad, José Luis Cobos, vicepresidente tercero del Consejo General de Enfermería.
De hecho, la de cesación tabáquica sólo ha sido adoptada en Madrid y País Vasco. Y la guía para tratar infecciones en el tracto urinario, que se publicó oficialmente en agosto de 2024, no ha sido aplicada aún en ninguna región.
Por otro lado, "el hecho de tener varias guías recurridas por diversas organizaciones médicas ha hecho que se ralentice aún más este proceso", reflexiona Paloma Repila, portavoz del Sindicato de Enfermería (Satse).
Consecuencias
¿Y qué consecuencias puede tener esta congestión? Según Cobos el atraso es "un freno al desarrollo profesional enfermero" y "no repercute en una mejora de la calidad asistencial en beneficio de los pacientes y usuarios".
"El hecho de no implementar estas guías provoca un desequilibrio y una inequidad en la atención sanitaria entre las comunidades autónomas. No es entendible que rompamos uno de los principios de nuestro sistema sanitario como es la equidad, ya que en unas regiones los pacientes podrían recibir la atención por parte de las enfermeras y en otras no", denuncia el presidente del Consejo.
Una idea en la que también coincide el sindicato de enfermería. "Las enfermeras tenemos una formación perfectamente cualificada en farmacología para poder tratar estas dolencias", aclara Paloma Repila.
Que no se apliquen estos protocolos específicos tiene como consecuencia que se ralentice la asistencia sanitaria, ya que el paciente tiene que pasar por varias profesionales para ser atendido. "Esto lo que hace es provocar que explote la Atención Primaria, como ya está ocurriendo", termina Repila.
Ley del Medicamento
La prescripción enfermera es una medida que se remonta a la Ley del Medicamento de 2009, norma en la que se aborda que tanto estas profesionales como los podólogos puedan recetar fármacos en determinadas circunstancias. En 2015 se modificó la ley y se aprobó un real decreto para desarrollar esta competencia.
Ahora, el borrador del anteproyecto de ley del medicamento en el que todavía trabaja Sanidad refuerza el reconocimiento legal de la prescripción enfermera. Bajo el criterio de Repila, si la norma sale adelante, dará más autonomía a las enfermeras.