Blísteres con pastillas.

Blísteres con pastillas. Archivo

Observatorio de la sanidad

El modelo de compra pública español retrasa cuatro meses más la llegada de los nuevos medicamentos a los pacientes

España tarda, además, 517 días en financiar los fármacos desde que reciben la aprobación de la Agencia Europea del Medicamento.

10 octubre, 2022 02:17

España tarda 517 días en financiar un medicamento desde que este recibe la autorización por parte de las autoridades europeas. Pero no es el único retraso que sufren los pacientes para acceder a los nuevos fármacos. A estos más de 17 meses se suman otros cuatro más, que es el tiempo medio que tardan en resolverse los contratos públicos de suministro de medicamentos. 

Es decir, los pacientes esperan cerca de dos años desde que la Agencia Europea del Medicamento autoriza el uso de un medicamento hasta que se resuelven los contratos de compra pública. 

Para atajar los retrasos en el acceso a la innovación que sufre España, la patronal de la industria farmacéutica, Farmaindustria, tiene varias propuestas. Entre ellas, la modificación de la Ley de contratos del sector público.

[El Ministerio de Sanidad ya trabaja en el plan estratégico de la industria farmacéutica]

Farmaindustria propone, en concreto, incorporar un nuevo apartado en la norma para excluir los contratos de suministro de medicamentos exclusivos que pueden ser adquiridos directamente por los diferentes servicios de salud de las Administraciones públicas, tomando como referencia el precio determinado por el Ministerio de Sanidad.

De hecho, en España ya hay comunidades autónomas que adquieren directamente los fármacos al precio determinado por la Comisión Interministerial de Precios de los Medicamentos (CIPM). Es el caso de Navarra

Sistema de acceso

Otra de las propuestas que hacen desde Farmaindustria es la creación de un sistema de acceso temprano a nuevos medicamentos. Una propuesta que ha tenido "receptividad" por parte del Ministerio de Sanidad.

Este sistema "permitiría que medicamentos que tienen un beneficio clínico evidente pudieran ser utilizados lo antes posible", explicó Javier Urzay, subdirector general de Farmaindustria durante el XVIII Seminario de la industria farmacéutica y medios de comunicación. Tal y como señaló Urzay, "las decisiones de precio y financiación deberían tomarse en un máximo de 180 días. Si esto no puede ser así, no deberían pagarlo los pacientes".

"Disponer de un sistema de acceso temprano significa dar tiempo para que se resuelva adecuadamente la financiación mientras los pacientes se benefician del nuevo fármaco. Se puede articular de diferentes formas, dependerá de si la Administración lo pone marcha y, entre todos actores, ver cual es la mejor vía para hacerlo", subrayó.

En Alemania, por ejemplo, este sistema de acceso temprano ya existe. Se da acceso al medicamento de manera inmediata tras su autorización por la EMA mientras se decide la financiación, que puede tardar un año.

Ahorro

Los actuales retrasos en el acceso a la innovación que incurren en costes sanitarios y no sanitarios que podrían ahorrarse con la incorporación de nuevos medicamentos. De hecho, se estima que el acceso a la innovación farmacéutica podría suponer un ahorro potencial de 1.542 millones de euros anuales en nuestro país.

Así se desprende del informe '¿Qué pasaría si se facilitase el acceso a la innovación farmacéutica?', elaborado por la Fundación IDIS, en el que se analizan las consecuencias teóricas directas e indirectas que podría tener un cambio en el modelo de aprobación de medicamentos.

[Facilitar el acceso a los medicamentos innovadores ahorraría más de 1.500 millones al año en España]

El informe señala que la aprobación de medicamentos innovadores disminuiría costes directos tales como la medicación (al mejorar el cumplimiento de los tratamientos por parte del paciente y su pronóstico), las visitas reiteradas a profesionales sanitarios, hospitalizaciones, etc.

Además, la incorporación de nuevos fármacos también podría tener otros impactos, como un aumento de la productividad a consecuencia de la disminución de bajas laborales.