La sanidad privada ha sido un recurso clave para poder gestionar la crisis sanitaria que ha supuesto el coronavirus. Y a pesar de su apoyo, en regiones como Madrid o Cataluña, también los centros privados acabaron saturados de pacientes. “Lo que ha pasado en España no hay sistema sanitario que lo aguante de golpe”, ha indicado Juan Abarca, presidente del presidente del Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS).

El también presidente de HM Hospitales, que ha vivido el frente del Covid-19 en primera persona en sus centros en Madrid, ha recordad que lo se ha vivido es “una auténtica guerra sanitaria” en la que la sanidad privada ha estado “a disposición de las autoridades en todos lados”.

Esto ha impactado en el sector privado en varios sentidos. Por un lado, en regiones como Madrid y Cataluña, se han tenido que hacer cuantiosas inversiones para adquirir elementos de protección individual (EPI), contratar profesionales y reformar los propios centros para dar cabida al máximo de pacientes posible, sobre todo en las UCI. Sin embargo, en las áreas donde finalmente las Administraciones Públicos han decidido no recurrir a la privada los centros se han mantenido abiertos pero sin actividad, incluida la que no tuviera que ver con el Covid-19.

“Hay muchas policlínicas y hospitales pequeños que no van a poder aguantar la crisis”, ha advertido Abarca, que ha asegurado que para el sector de la sanidad privada “este año, desde el punto de vista económico, está perdido” y que en muchos casos los negocios están sobreviviendo por el apoyo de las aseguradoras.

Aunque ha considerado que se tiene que compensar a la privada por su labor en esta crisis, también ha aclarado que “no tenemos ninguna intención de tener beneficio económico de la crisis”. Sin embargo, ha recordado: “El Corte Inglés hizo un ERTE de 25.000 empleados y nosotros hemos tenidos los hospitales abiertos pero parados”.

Además, ha apuntado que el sector ha tenido “unos gastos fijos de personal tremendos. Es imprescindible que se nos compense al menos por los gastos que hemos tenido”. Ha avisado de que el sistema sanitario “es fruto del equilibrio entre sanidad privada y pública. Si cae la privada, la pública lo va a notar”.

Críticas

Abarca, durante el acto digital en el que ha participado organizado por Nueva Economía Fórum este viernes, ha opinado que “no se previó adecuadamente la crisis del coronavirus” y ha censurado que se permitieran los actos públicos del fin de semana del 7 y del 8 de marzo en Madrid, particularmente los partidos de fútbol, el mitin político de Vox en el Palacio de Vistalegre y la manifestación del 8-M.

De hecho, ha informado de que en sus centros se tomaron medidas “a principios de marzo por los riesgos que ya se estaban constatando. Hubo una presión social y política para que todo se celebrara. Claramente no se hizo bien”.

En cualquier caso, ha aclarado que, aunque responsables sanitarios como Fernando Simón “se equivocaran” el problema ha ido “más allá de las personas: ha fracasado el sistema”, incluyendo a las comunidades autónomas. “Esto hay que abordarlo en la reconstrucción”.

Respecto a la desescalada, se ha mostrado de acuerdo con sus gestión aunque no tanto con la apertura de las fronteras. Ha alertado de los riesgos de recibir turismo del continente americano, donde el virus sigue activo.