La farmacéutica estadounidense Pfizer registró un beneficio neto atribuido de 16.273 millones de dólares (14.788 millones de euros) en el conjunto de 2019, lo que equivale a un incremento del 46% en comparación con el ejercicio anterior.

El abultado incremento se corresponde con un impacto positivo extraordinario de 8.086 millones de dólares (7.346 millones de euros), procedente de la fusión con GSK de sus áreas de medicamentos sin receta.

Los ingresos en los 12 meses se contrajeron un 4%, hasta 51.750 millones de dólares (47.013 millones de euros). Por segmentos de negocio, la división farmacológica elevó un 5% su cifra de negocio, hasta 30.419 millones de dólares (27.635 millones de euros).

Desplome

En cambio, el área de medicamentos se desplomó un 18%, hasta registrar unos ingresos de 10.233 millones de dólares (9.296 millones de euros). El resto de la facturación fue de 2.098 millones de dólares (1.906 millones de euros), un 42% menos.

Los gastos de venta, de información y administrativos descendieron un 1%, hasta 14.350 millones de dólares (13.037 millones de euros), al tiempo que el coste de las ventas se situó en 10.219 millones de dólares (9.284 millones de euros), un 9% menos. La partida de investigación y desarrollo (I+D) aumentó un 8%, hasta 8.650 millones de dólares (7.858 millones de euros).

De cara a 2020, el presidente y consejero delegado de la farmacéutica, Albert Bourla, ha indicado que la "nueva" Pfizer será "una compañía más pequeña, basada en ciencia y con un foco singular en la innovación al mismo tiempo que sigue asignando capital directamente a los accionistas".

Entre octubre y diciembre, Pfizer contabilizó unas pérdidas netas atribuidas de 337 millones de dólares (306 millones de euros), un 14% menos, tras un descenso de la facturación del 9%, hasta 12.688 millones de dólares (11.527 millones de euros).

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