De izquierda a derecha, Tito Álvarez, de Élite Taxi, Jenny Alayo, de la asociación Taxi Company, Laia Bonet, regidora de movilidad y Jaime Sau de STAC.

De izquierda a derecha, Tito Álvarez, de Élite Taxi, Jenny Alayo, de la asociación Taxi Company, Laia Bonet, regidora de movilidad y Jaime Sau de STAC.

Observatorio de la movilidad

Barcelona pone en marcha su propia aplicación de taxi: no permitirá pagar y su uso será obligatorio para los taxistas

Se llama Picmi Taxi y nace con el objetivo de digitalizar el conjunto del sector en el área metropolitana de la capital catalana. 

3 noviembre, 2022 02:42

El Área Metropolitana de Barcelona va a contar con una nueva herramienta en el segmento del Taxi. El Instituto Metropolitano del Taxi ha lanzado el servicio metropolitano denominado Picmi Taxi. Una aplicación con la que los usuarios podrán pedir un taxi con el móvil.

Esta plataforma nace con la vocación de digitalizar el conjunto del taxi del Área Metropolitana de la capital catalana. Un total de 10.500 taxis que estarán obligados a utilizar un recurso que aspira a convertirse en el principal nexo de unión entre el servicio y los ciudadanos de esta región. 

Según explican desde el Ayuntamiento de Barcelona, Picmi busca digitalizar las peticiones que habitualmente se realizan a mano alzada en la calle. "De esta forma, los taxistas que estén alrededor de un cliente que quiera pedir un taxi, serán notificados y sabrán que existe una petición sin la necesidad de ver físicamente al usuario que solicita el servicio".

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Este nuevo servicio para pedir un taxi en la metrópolis de Barcelona se integra dentro de la aplicación metropolitana AMB Movilidad, que cuenta con más de 175.000 usuarios activos (más de 45.000 usuarios diarios de media). Aquellos usuarios que ya tengan instalada la app recibirán un aviso de actualización para poder tener disponible este servicio.

Sin pago dentro de la aplicación

La aplicación replica una experiencia similar a la de otras plataformas de movilidad. Cuando existe una petición, el sistema avisa a los taxistas más cercanos al usuario para que uno de ellos acepte el servicio. El algoritmo de asignación adjudica la carrera a uno de estos taxistas, teniendo en cuenta factores como el tiempo de llegada a la ubicación en la que se encuentra el cliente o si el taxi está estacionado.

El usuario podrá saber cuántos minutos tardaría en llegar un vehículo al punto de recogida indicado y podrá aceptar o rechazar el servicio. Una vez aceptado, al cliente se le indicará que el taxi está en camino, pudiendo ver sobre el mapa su ubicación en tiempo real.

Para que el cliente pueda saber cuál es el vehículo que efectuará el servicio, se le comunicará un código de reserva, modelo del vehículo, matrícula y número de licencia. Cuando el vehículo haya llegado al punto de recogida, el cliente recibirá un aviso en el teléfono móvil.

Una más de las opciones que incluye el servicio Picmi es la posibilidad de saber el precio aproximado de la ruta que el usuario tiene previsto implementar a través del calculador de precios del IMET. Sin embargo, no se podrán realizar reservas ni pagar a través de la aplicación.

Nueva red de microparadas

El proyecto viene acompañado de la creación de una red de nuevas microparadas en las ciudades metropolitanas de Barcelona, que ya ha comenzado su señalización. Este año, el consistorio ha implementado las 51 primeras microparadas y se prevé que, para 2023, se acaben de señalizar las 140 microparadas restantes que contempla el proyecto y que se sumarán a las 274 paradas de taxi que hay en Barcelona.

Cada uno de estos nuevos pequeños emplazamientos tiene capacidad para un máximo de dos o tres taxis, en los que se encontrarán los conductores estacionados a la espera de clientes y peticiones a través de la aplicación. Por tanto, los vehículos que estén en parada serán los primeros en recibir la notificación de que existe una petición Picmi en el entorno y tendrán prioridad a la hora de la asignación.

Con esta medida se pretende fomentar el uso de estos espacios por parte de los taxistas. El objetivo de esta nueva estrategia es reducir la contaminación ambiental y acústica que implica que los taxis circulen en vacío para buscar clientes.

La puesta en marcha de este nuevo servicio ha contado con el respaldo de los fondos Next Generation. En concreto, el 70% de los 200.000 euros que se han empleado en su desarrollo tiene su origen en los fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. El paso de las semanas detallará el nivel de adopción de una iniciativa que, si tiene éxito, no será raro ver replicada por parte de otros ayuntamientos.