La pandemia ha configurado un nuevo modelo de ciudad.

La pandemia ha configurado un nuevo modelo de ciudad.

Observatorio de la movilidad

Participativa, verde e inteligente: así es la ciudad que surge tras la pandemia

El impacto de la Covid ha reconfigurado muchas tendencias en materia de movilidad y urbanismo que van a marcar los próximos años.

7 octubre, 2021 01:59

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La crisis del coronavirus ha hecho volar por los aires los conceptos de ciudades que estaban planteados antes de la llegada de la Covid-19. Muchas de las tendencias que estaban marcando el futuro de las urbes han tenido que reconfigurarse durante la pandemia en vista de los cambios que el virus generó en los planes de multitud de ciudadanos.

Una tendencia que, lejos de configurar otro horizonte fijo, ha dejado como principal resultado un grado muy alto de incertidumbre. Cuestiones como el teletrabajo, que algunos ideólogos señalaron como una tendencia masiva y perpetua, están perdiendo fuerza a medida que pasan los meses quedándose en nichos de profesionales muy concretos.

En este contexto, Deloitte ha recopilado en su estudio Urban Future With a Purpose 12 tendencias que van a marcar el futuro de las ciudades. Cuestiones que no sólo abarcan la tecnología o avances técnicos sino que incluyes cambios más pegados a cuestiones sociológicas.

Replanificación de espacios

La primera de las tendencias identificadas tiene como protagonista a la planificación verde de los espacios públicos. Aunque tradicionalmente se caracterizan por una alta densidad de población y edificios, las ciudades ahora están reconsiderando su estructura y funciones para lograr una vida urbana sostenible. Los confinamientos y las limitaciones fijadas para hacer frente al coronavirus han hecho que este tipo de espacios se conviertan en una prioridad para los ciudadanos. 

En este sentido, un concepto como la ciudad de 15 minutos que ya empezaba a sonar antes de la llegada de la Covid-19 se ha puesto en la primera línea de las proyecciones de muchas ciudades. Esta teoría tiene como objetivo diseñar vecindarios, de modo que los servicios estén a 15 minutos a pie o en bicicleta. Un objetivo para el que es fundamental contar con una variedad de viviendas, más espacios verdes y rutas totalmente dedicadas a caminar y andar en bicicleta.

Otro de los factores detectados por el informe resalta la importancia de la planificación y servicios inclusivos. Los gobiernos de todo el mundo están implementando de manera proactiva soluciones centradas en la inclusión, con el objetivo de no dejar a nadie atrás. Un eslogan que multitud de políticos han hecho suyo durante los peores meses de la pandemia pero que, a nivel municipal, va a ser fundamental de cara a futuros mandatos.

Y es que, si en una cuestión se han vivido diferencias notables en estos meses esa ha sido el de la salud. Para no volver a caer en los errores de esta pandemia, muchas ciudades están desarrollando ecosistemas de atención de la salud que no sólo se centran en el diagnóstico y el tratamiento de enfermedades, sino también en apoyar el bienestar a través de la intervención y la prevención tempranas. Un punto en el que los colectivos de edades avanzadas requerirán una atención especial.

Movilidad como servicio

La movilidad ha sido una las áreas que más ha sufrido el impacto de la pandemia. El mix modal entre vehículos personales y transporte público se ha descompensado hasta el punto que año y medio después de que comenzara la crisis sanitaria los niveles de utilización del transporte colectivo en las principales ciudades del mundo siguen sin llegar a los anteriores a la pandemia. En este nuevo contexto la puesta en marcha de servicios de movilidad inteligente, sostenible y la aparición de servicios que sustituirán a productos será muy recurrente. 

Unas disrupciones que, para ser efectivas, deberán contar con ecosistemas de innovación digital adecuados. Para ello, multitud de ciudades del mundo actualmente compiten por atraer talento. El informe de Deloitte señala que para conseguir este objetivo será necesario habilitar la creatividad y fomentar el pensamiento disruptivo. Una gran oportunidad de crear nuevos empleos y de generar crecimiento económico.

Tanto los nuevos servicios como los elementos tradicionales de las ciudades deberán repensarse con el objetivo de alcanzar los diferentes objetivos en materia de sostenibilidad. Un punto en el que la evolución de la economía circular y la producción local van a desempeñar un papel clave según el estudio. Las ciudades van a adoptar modelos basados en una circulación saludable de recursos y en los principios de compartir, reutilizar y restaurar.

A diferencia de otras tendencias, estos cambios surgen de las demandas ciudadanas. Por ello, en las nuevas ciudades los sistemas de participación masiva van a tener un rol nuclear. El informe señala que los gobiernos locales cada vez están actuando más como plataformas para la cocreación habilitada por la tecnología. Un punto en el que vamos a ver experiencias que serán más ambiciosas a medida que pasen los meses. 

Nuevos retos

Otro de los fenómenos identificados que llegará de la mano de los ciudadanos es la mayor concienciación sobre ciberseguridad y privacidad. Para hacer frente a los crecientes riesgos cibernéticos y los problemas de privacidad, las ciudades están creando estrategias y políticas sólidas de ciberseguridad en respuesta a cualquier falla cibernética, pérdida de datos, impacto financiero o interrupción importante del servicio. Unas medidas que irán a más en los próximos años.

¿La razón? Los edificios e infraestructura van a  ganar una capa de inteligencia de la mano de la digitalización. Al aprovechar las nuevas tecnologías, las ciudades pueden usar datos para optimizar el consumo de energía y el uso de recursos en edificios y servicios públicos, incluidos los desechos, el agua y la energía. Ese tratamiento de datos generará grandes beneficios y, a la vez, importantes retos en su gestión.

Por último, el informe tiene un apartado dedicado a la inteligencia artificial. Su uso ayudará a las ciudades a automatizar las operaciones, crear eficiencias, resolver problemas y brindar mejores servicios. Una oportunidad que permitirá aumentar la seguridad pública, una de las principales preocupaciones de los ciudadanos.