La sede de Google en Londres

La sede de Google en Londres Reuters

Observatorio digital

Bruselas impone a Google una nueva multa de 2.950 millones por abusos monopolísticos en el sector de tecnología publicitaria

Teresa Ribera lanza un ultimátum de 60 días al gigante estadounidense para eliminar conflictos de interés o le obligará a vender algunos servicios.

Más información: Google tendrá que compartir los datos con sus rivales: por qué eso le puede salir peor que tener que vender Android o Chrome

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La Comisión de Ursula von der Leyen ha impuesto este viernes a Google una nueva multa de 2.950 millones de euros por abusos monopolísticos en el sector de la tecnología publicitaria en internet (Adtech), pese al riesgo a desencadenar otra disputa con Donald Trump.

Bruselas sostiene que el gigante estadounidense se sirve de su posición dominante para favorecer sus propios servicios de tecnología de presentación publicitariaen detrimento de servicios tecnológicos rivales, anunciantes y editores 'online'.

Además de la multa, la vicepresidenta primera y responsable de Competencia, Teresa Ribera, ha lanzado a Google un ultimátum de 60 días para que ponga fin a las prácticas abusivas y elimine sus conflictos de interés a lo largo de la cadena Adtech.

De lo contrario, Ribera amenaza a la compañía de Mountain View con obligarle a vender algunos de sus servicios. "En esta fase, parece que la única manera de que Google ponga fin de forma efectiva a su conflicto de intereses es mediante un remedio estructural, como la venta de una parte de su negocio de tecnología publicitaria", ha dicho la vicepresidenta en un comunicado.

"La decisión de la Comisión Europea sobre nuestros servicios de tecnología publicitaria es errónea y la recurriremos. Impone una multa injustificada y exige cambios que perjudicarán a miles de empresas europeas, ya que les resultará más difícil obtener beneficio", ha replicado la vicepresidenta de Asuntos Regulatorios, Lee-Anne Mulholland.

La compañía considera que esta multa constituye un nuevo ejemplo de la aplicación desproporcionada de la normativa europea a las empresas estadounidenses.

En contra de lo que suele ser habitual en casos tan importantes, Ribera no ha comparecido ante la prensa para explicar los detalles y responder a los periodistas, en un intento de minimizar el perfil político de la sanción.

De hecho, el Ejecutivo comunitario tenía previsto anunciar esta nueva multa contra Google el pasado lunes por la mañana. Pero en tiempo de descuento, el procedimiento fue parado por el comisario de Comercio, Maros Sefcovic, según ha informado la prensa comunitaria.

El eslovaco teme que el presidente de EEUU, Donald Trump, tome represalias contra la UE en forma de nuevos aranceles, tal y como ha amenazado.

Eso podría frustrar los escasos beneficios para Europa del acuerdo comercial cerrado en Escocia a finales de julio, que aún no se aplican: Washington no ha rebajado del 25% al 15% los recargos a los coches europeos.

El Ejecutivo comunitario sostiene que este caso contra Google es muy similar al que acaba de concluir el Departamento de Justicia de EEUU. Por ello, la decisión de este viernes "es relevante de cara al próximo juicio sobre medidas correctivas en EEUU, que está previsto que comience el 22 de septiembre de 2025".

Para Teresa Ribera, el mejor resultado sería una solución conjunta para el caso en EEUU y la UE. "Hay margen para garantizar que Google aplique un remedio efectivo en ambos lados del Atlántico para abordar sus conflictos de interés inherentes en este negocio", ha dicho la vicepresidenta.

La nueva multa de 2.950 millones de euros equivale al 0,9% del volumen de negocios mundial de la compañía y es la segunda más alta de la historia de la UE. Sólo le supera la sanción de 4.342 millones también a Google por abusos en su sistema operativo móvil Android.

Además, Bruselas ha impuesto otras dos multas al gigante de EEUU que también figuran en el ranking de las más elevadas: 2.424 millones por el caso Google Shopping, y 1.494 millones por el caso AdSense, aunque esta última ha sido anulada por la justicia europea.

En total, la compañía acumula ya una cifra récord de 10.000 millones en sanciones de la UE.

En el actual expediente en el sector de la tecnología publicitaria, Google proporciona varios servicios que actúan como intermediarios entre anunciantes y editores para la visualización de anuncios en sitios web o aplicaciones móviles.

En concreto, opera dos herramientas de compra de anuncios (Google Ads y DV 360); un servidor de anuncios para editores (DoubleClick For Publishers); y una plataforma de intercambio y subasta de anuncios (AdX).

Bruselas ha concluido que, al menos desde 2014 y hasta la actualidad, Google ha abusado de su posición dominante en todos estos mercados para favorecer de forma sistemática a su plataforma AdX frente a otros servicios similares con el fin de convertirla en la bolsa de anuncios más atractiva.

De esta forma, el gigante estadounidense ha reforzado el papel central de Adx en la cadena de suministro Adtech su propia capacidad de facturar tarifas más elevadas por sus servicios.

"Google representa los intereses de compradores y vendedores. Al mismo tiempo, Google está estableciendo las reglas sobre cómo deben ajustarse la oferta y la demanda. Esto da lugar a conflictos de intereses inherentes y generalizados", denunció la antecesora de Ribera, Margrethe Vestager, cuando envió el pliego de cargos a la compañía en junio de 2023.