Una pareja viendo la televisión en su domicilio.

Una pareja viendo la televisión en su domicilio. Pexels/Europa Press

Observatorio digital

Del fijo y la tarjeta prepago al todo incluido y la televisión de pago: así han cambiado las comunicaciones en España

Mientras que sólo un 6,6% de los españoles usa a diario el fijo y apenas un 7,1% tiene móvil de prepago, la mitad de los hogares ya paga por la TV.

24 junio, 2023 03:46

Cuando a principios de la década de los 90 se lanzaron las primeras ofertas de telefonía móvil en España y Antena 3 y Telecinco comenzaron sus emisiones pocos auguraban una revolución como la que se ha producido en los sectores de las telecomunicaciones y el audiovisual en España, que ha cambiado de forma radical la forma en las que nos comunicamos y disfrutamos de nuestro ocio. 

En apenas tres décadas, el mercado ha evolucionado a un ritmo vertiginoso impulsado por un desarrollo tecnológico sin precedentes. Así, el teléfono fijo, las tarjetas prepago o la Televisión Digital Terrestre (TDT) han ido perdiendo peso entre los consumidores y han dejado paso a las tarifas de datos ilimitados, los servicios empaquetados o la televisión de pago y a la carta

Aunque muchas de estas nuevas formas de comunicación o consumo audiovisual no son precisamente nuevas (Telefónica lanzó MoviLine, su primera tarifa de telefonía móvil, en 1993 y Netflix comenzó a emitir bajo demanda en 2007), ha sido en los últimos años cuando su uso se ha generalizado, tal y como reflejan los datos del Panel de Hogares elaborado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

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El primer gran damnificado por la revolución vivida en el sector de las telecomunicaciones ha sido el teléfono fijo. El que durante años fuera el protagonista de las comunicaciones en el hogar ha ido perdiendo relevancia y son cada vez menos las familias que disponen de este terminal en sus casas y, sobre todo, las que siguen utilizándolo. 

En concreto, a finales de de 2022 sólo un 73,3% de los hogares españoles tenía en su domicilio una línea de telefonía fija. Este dato es el más bajo desde que la CNMC empezó a realizar esta estadística en 2011 y supone 15 puntos porcentuales menos respecto al 88,5% que se llegó a alcanzar a finales de 2016. 

Sin embargo, el hecho de que casi tres de cada cuatro hogares españoles todavía tengan un teléfono fijo en su casa no quiere decir que se siga utilizando. En numerosas ocasiones las tarifas convergentes incluyen obligatoriamente una línea fija que muchos usuarios no llegan siquiera a habilitar.

De hecho, en el cuarto trimestre de 2022 un 41,6% de los españoles no llamó nunca con un teléfono fijo, mientras que solo un 6,6% lo hizo varias veces al día y un 11,6% casi todos los días de la semana. Datos que contrastan con lo que ocurría hace sólo seis años, ya que en el cuarto trimestre de 2016 un 13,4% empleaba a diario el fijo y un 23,9% lo hacía varias veces a la semana. 

Prepago vs. contrato

Pese a que la telefonía móvil no tiene más de 30 años, también ha sufrido numerosos cambios desde entonces. Si en un principio los usuarios pagaban por los minutos que durara la llamada o por el número de mensajes de texto que enviaban, ahora prácticamente todas las tarifas ofrecen llamadas y, cada vez más, datos móviles ilimitados. 

Un ejemplo de este cambio está en la evolución vivida en el uso de tarjetas prepago. Cuando la telefonía móvil comenzó a popularizarse en España, una de las formas más comunes de contratar este servicio era recargando saldo en una tarjeta que permitía hacer llamadas y SMS hasta el dinero cargado se agotase.

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En el cuarto trimestre de 2022, sólo el 7,1% de los usuarios de telefonía móvil tenía una tarifa de prepago, frente al 89,7% que contaba con una de contrato y el 3,2% que tenía ambas. Cuando la CNMC empezó a realizar esta estadística en el primer trimestre de 2011, un 34,8% de los usuarios de móvil era de prepago, frente al 62,3% de pospago. 

Como era de esperar el uso del prepago en España se mantiene sobre todo entre los mayores de 65 años, donde es la tarifa empleada por el 10,2% de los usuarios de telefonía móvil, y los menos de entre 10 y 14 años, rango de edad en el que representa el 14,2%. Aún así, estos porcentajes son muy inferiores al 50,9% y el 75,1% que se registraban a principios de 2011, respectivamente. 

Paquetes convergentes

Otra de las grandes revoluciones en el sector de las telecomunicaciones vino con el lanzamiento en 2012 por parte de Movistar de su oferta comercial Fusión. En un movimiento pionero en Europa, la operadora de Telefónica empezó a ofrecer a sus clientes la posibilidad de contratar en una sola tarifa todos los servicios de telecomunicaciones, tanto fijos como móviles. 

Y también incluyó en su oferta la posibilidad de añadir televisión de pago, un servicio que por entonces tenía unos niveles de penetración en nuestro país muy inferiores a los que de otros grandes mercados. Y la estrategia funcionó, impulsada además en los últimos tiempos por las plataformas de vídeo bajo demanda. 

Varios jóvenes usando sus teléfonos móviles.

Varios jóvenes usando sus teléfonos móviles. Europa Press

Actualmente, casi la mitad de los hogares españoles (49,4%) cuenta con un servicio de televisión de pago, frente a solo el 21,9% del primer trimestre de 2011. En consecuencia, también ha aumentado el número de familias que tiene contratado al mismo tiempo telefonía fija y móvil, Internet y televisión de pago, desde el 15,7% hasta el 40,9%.

En los últimos años a las plataformas de televisión de pago de los operadores de telecomunicaciones se han sumado los servicios bajo demanda como Netflix, Disney+, HBO Max o Amazon Prime Video. Tal ha sido su éxito, que a cierre de 2022 el 59,2% de los hogares con acceso a Internet pagaba por algunas de estas plataformas, frente al 12% de finales de 2016.

Evolución tecnológica

Todos estos cambios en los usos de los servicios de telecomunicaciones y audiovisuales no hubieran sido posibles sin la evolución tecnológica vivida en los últimos años, tanto en telefonía móvil (donde ya se está desplegando la quinta generación o 5G), como en banda ancha fija (donde el ADSL ha ido perdiendo peso en favor de la fibra).

Por ejemplo, a cierre del cuarto trimestre de 2022 un 78,4% de los hogares tenían contratada fibra óptica, frente al 22,8% del segundo trimestre de 2015, que es cuando el Panel de Hogares de la CNMC comenzó a medir el tipo de banda ancha fija. 

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Al mismo tiempo, tanto el ADSL como el cable han visto como se reducía trimestre a trimestre su cuota de mercado. En concreto, a finales de 2022 sólo un 14,3% de los hogares tenía ADSL y un 7,2% conexión de cable, frente al 65,8% y el 15,8% que, respectivamente, representaban seis años y medio antes. 

En el caso del teléfono móvil, la llegada de Internet y de tarifas con abundancia de datos han provocado un cambio en los usos que los usuarios hacen del mismo. Así, actualmente sólo un 3,8% envía SMS varias veces al día, mientras que un 69,7% utiliza aplicaciones de mensajería como WhatsApp y un 32,3% emplea su smartphone para llamar.