Los escándalos sobre privacidad persiguen a Facebook. Recientemente ha salido a la luz que la red social compartió datos de usuarios con Netflix, Amazon, Microsoft y otras más de 100 empresas. Hace meses que Mark Zuckerberg, CEO de la tecnológica, perdió la confianza de sus usuarios.

De hecho, la falta de confianza ha llegado hasta tal punto que 32 ONG estadounidenses se han unido para pedir por carta la dimisión del CEO. “Le escribimos para expresarle nuestra profunda decepción en relación al rol de Facebook en la incitación al fanatismo y al odio hacia comunidades vulnerables y organizaciones por los derechos civiles”, comienza la carta.

En ella las organizaciones repasan varias de las polémicas en las que Facebook ha sido protagonista en los últimos meses. “Es una desgracia absoluta que Facebook busque eludir el criticismo y el descrédito explotando campañas antisemitas contra George Soros”, critican.

Los firmantes apuntan a la campaña que Facebook inició junto a Definers Public Affairs para investigar quién estaba detrás de Freedom from Facebook, una iniciativa que lucha contra el “monopolio informativo” de la red social. Y cuyo mayor mecenas es David Magerman, como ya contó EL ESPAÑOL.

Cambios en el consejo de administración

Las ONG no se conforman con la dimisión de Zuckerberg y exigen también la salida de Sheryl Sandberg, la número dos de la red social y según varios medios estadounidenses, la persona que puso en marcha la campaña junto a Definers. Además, piden incluir “al menos tres miembros para diversificar el consejo”.

En la carta también exigen que se incluya la figura de un defensor del pueblo para revisar “las prácticas y políticas de Facebook”, así como la salida del vicepresidente de políticas públicas globales, Joel Kaplan.

Por último, las ONG exigen transparencia y piden que Facebook haga públicos los datos de una auditoría sobre los derechos civiles a fecha de enero de 2019.

Con distintos parlamentos poniendo el foco sobre el uso que la red social hace de los datos de sus usuarios y con las primeras sentencias en aplicación de la normativa europea de protección de datos, Facebook no pasa por su mejor momento.