Una persona inserta monedas en una hucha.

Una persona inserta monedas en una hucha. Cottonbro, Pexels.

Planes de pensiones

El beneficio fiscal de planes de pensiones y sicavs se reduce en un 23,4% y un 80,4% por el hachazo del Gobierno

La reducción a 1.500 euros anuales de la deducción por aportaciones y el endurecimiento para las sicavs al 1% son las causas.

6 octubre, 2022 15:16

El doble hachazo del Gobierno a los planes de pensiones privados y las sicavs provocará que, en 2023, el beneficio fiscal del que gozaban estos vehículos de inversión se reduzca en un 23,4% y un 80,4%, respectivamente.

Así se desprende de la presentación del Proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para el próximo ejercicio, es decir, del famoso ‘libro amarillo’ que los delinea.

Así, los beneficios fiscales derivados de las aportaciones a planes de pensiones -o sistemas de previsión social, en general- serán de 646 millones de euros, según los cálculos del Ejecutivo, lo que supondría un 23,4% o 196 millones menos con respecto a los 842 millones presupuestados para el 2022.

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El motivo es el segundo recorte fiscal consecutivo que han sufrido en 2022 estos vehículos privados de ahorro para la jubilación. En 2020, cuando todavía gozaban de plenitud fiscal, un ahorrador se podía desgravar hasta 8.000 euros anuales en el IRPF por aportar a su plan de pensiones individual.

En 2021, el límite anual deducible se bajó a 2.000 euros y, este año, el máximo son 1.500 euros. El Gobierno ha ido trasvasando beneficios fiscales desde los planes de pensiones individuales a los planes de empleo.

Sicavs

En cuanto a las sociedades de inversión o sicavs, el endurecimiento es aún más palpable. Sus beneficios fiscales para el 2023 apenas serán de 108 millones de euros, un 80,4% o 442 millones menos frente a lo estimado para 2022. El beneficio de las sicavs radica en el tipo reducido de gravamen del 1% en el Impuesto de Sociedades.

Tal y como pone en contexto el Gobierno, “en 2019, se produjo un máximo histórico en sus beneficios; en 2020, alcanzaron cotas muy bajas; en 2021, se recuperaron de manera intensa, mientras que durante el primer semestre de este año se generalizaron las pérdidas y el número de estas sociedades fue cada vez menor”, lo que “pudiera estar ligado al endurecimiento de los requisitos exigidos para su constitución, comportamiento que se espera que prosiga a lo largo de todo el año, aunque de forma atenuada”. La merma de los beneficios fiscales en ambas partidas implica una mayor recaudación para el Estado.

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Cabe recordar que el pasado 1 de enero entró en vigor el cambio legal que afecta a la manera en que tributan las sicavs. La nueva ley antifraude exige una inversión mínima de 2.500 euros por accionista en las sicavs para, de esta forma, acabar con la popular práctica de los ‘mariachis’ u ‘hombres de paja’.

En este sentido, las sociedades de inversión de capital variable tienen hasta el 31 de diciembre de 2022 para acordar su disolución y hasta el 30 de junio de 2023 para realizar los actos jurídicos necesarios para liquidar la sociedad hasta su cancelación registral.

Este martes, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) hizo balance de situación: 1.803 sicavs han publicado hechos relevantes bien para comunicar su intención de disolverse y liquidarse, bien para transformarse en sociedades del régimen común. De ellas, 507 sociedades ya han causado baja en sus registros.

Con todo, el supervisor de los mercados llamó la atención sobre “la conveniencia de realizar los trámites necesarios con la mayor antelación posible para permitir una tramitación ordenada y evitar retrasos”.