El presidente de EEUU, Donald Trump, en los jardines de la Casa Blanca.

El presidente de EEUU, Donald Trump, en los jardines de la Casa Blanca. Europa Press.

Fondos de inversión

Los fondos se enrocan en EEUU aunque son conscientes de que Trump resta fuerza al país

Los mercados estadounidenses podrían perder protagonismo como le ocurrió a Japón, pero muchas gestoras siguen aferradas a ellos y temáticas como la IA.

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Los grandes fondos de inversión internacionales, sobre todo los anglosajones de cuña norteamericana, se enrocan en Estados Unidos y sus mercados de deuda, acciones y el dólar, pese a que son conscientes de que la Administración Trump resta fuerza al país de cara al exterior.

En plena marejada de los inversores sobre si salir de EEUU y orientar sus carteras hacia Europa y Asia, algunas de las mayores gestoras ya están lanzando mensajes de relativa tranquilidad, intentando ponderar los ánimos.

Las políticas del presidente Donald Trump, especialmente en materia comercial, han llevado a numerosos inversores a reconsiderar la significativa (y tradicional) exposición de sus carteras a los mercados estadounidenses.

La incertidumbre derivada de estas políticas, consideradas por muchos expertos como "beligerantes", unida a los recientes rendimientos negativos de Wall Street y a unas mejores perspectivas en Europa y Asia, no han hecho más que reforzar el debate sobre la conveniencia de reducir la exposición a EEUU en las carteras de inversión.

No obstante, como subraya Ana Álvarez, responsable de ventas para la región de Iberia en Franklin Templeton, "las bases económicas de EEUU siguen siendo sólidas".

"Si consideramos el denominado 'excepcionalismo estadounidense' como el dinamismo y la capacidad de adaptación de este mercado, incluso en un entorno de tipos de interés elevados, se puede afirmar que ha habido pocos cambios. El consumo permanece activo, el mercado laboral muestra solidez y la inversión empresarial continúa al alza", pone en contexto Álvarez.

Charlotte Daughtrey, especialista de inversión de renta variable de Federated Hermes, afirmó en un almuerzo de trabajo a su paso por Madrid que "no hay que apostar contra EEUU. La Reserva Federal (Fed) está en modo apoyo y lo último que quiere Trump en su segundo mandato al frente de la Casa Blanca es meter a EEUU en una recesión".

"No es que no haya que invertir en EEUU, pero la sobreponderación de los inversores extranjeros hacia EEUU era muy fuerte y ahora están recolocando posiciones, y quizá siga sucediendo: hacia Europa, Asia u otros emergentes", según Fernando Fernández-Bravo, responsable de distribución de estrategias activas para Iberia en Invesco.

El excepcionalismo de EEUU "puede que acabe de una manera u otra", se teme Fernández-Bravo, algo más pesimista (o realista) con respecto a la primera economía del planeta y sus títulos financieros.

Un hombre pasa por delante de un cartel de Wall Street.

Un hombre pasa por delante de un cartel de Wall Street. Reuters.

"Hace 30 años, la bolsa japonesa pesaba mucho en el orden mundial, y se ha ido reduciendo hasta niveles del entorno del 5%. Estados Unidos puede perder su posicionamiento como activo refugio tanto en su deuda como en su divisa frente a China, Alemania, Japón o Suiza", aventura el ejecutivo de Invesco.

Entre tanto, un punto clave a tener en cuenta es que reducir la inversión en EEUU implicaría disminuir la exposición a algunas de las empresas tecnológicas más grandes y exitosas del mundo, "siendo escasos los mercados que cuentan con competidores de envergadura similar", recuerda Álvarez, de Franklin Templeton.

"Además de los notables rendimientos que EEUU ha generado en las últimas décadas, es importante tener presente su preeminencia en industrias clave con gran potencial para los inversores, como la inteligencia artificial (IA). Nos referimos a empresas globales que probablemente liderarán la implementación de la IA", añade.

En la práctica, sostienen desde Franklin Templeton, "estar infraponderados en EEUU equivale a estar infraponderados en tecnología, y hoy en día la tecnología es mucho más que un sector. Es un motor transversal del crecimiento global".

Escenario sin EEUU

Con unos aranceles que se sitúan en sus niveles más altos desde la década de 1920, los inversores se preguntan cuál es el escenario macroeconómico y de mercados más probable habida cuenta de la imprevisibilidad del republicano Donald Trump.

Exceptuando a Canadá, los pronósticos de Invesco pasan por que EEUU será la segunda economía más perjudicada por la guerra arancelaria que su propio presidente ha abierto contra medio mundo, con una contracción de 0,4 puntos porcentuales del PIB real a largo plazo, frente a los 2,3 puntos de su vecino del norte, los 0,3 puntos de China o los 0,1 puntos de su vecino del sur, México. En cambio, la UE se vería beneficiada por los actuales aranceles con un incremento de 0,1 puntos porcentuales en su PIB y Reino Unido, con 0,2 puntos.

La hipótesis de referencia o escenario central que maneja Invesco, al que da un 75% de probabilidades, dice que es muy posible que la volatilidad y la incertidumbre de la política interna estadounidense persistan durante el resto de 2025.

"Aunque los aranceles de EEUU se mantienen en máximos de varias décadas, son bastante inferiores a los niveles anunciados inicialmente el Liberation Day y las relaciones comerciales entre EEUU y China mejoran gradualmente", subrayan en la firma.

El documento presentado por la gestora añade: "Estos factores combinados probablemente provoquen una leve desaceleración de la economía estadounidense, aunque la ampliación de las rebajas fiscales y la desregulación podrían mejorar las cosas".

Así, los expertos de la casa abogan por invertir en acciones europeas, británicas y asiáticas; en bonos globales corporativos y soberanos, así como en bonos emergentes en moneda local, pero en ningún caso en deuda de EEUU. También en crédito privado, metales industriales y divisas como el euro y la libra.

Repensar a EEUU

Las firmas más confiadas en la economía estadounidense se afanan en buscar fórmulas alternativas para invertir en sus mercados. Por ejemplo, Franklin Templeton ha lanzado el Franklin US Mega Cap 100 UCITS ETF, fondo cotizado que ofrece a los inversores una exposición específica a las 100 compañías de mayor capitalización de EEUU, lo que equivaldría a mejorar el rendimiento del S&P 500.

También ha traído el FTGF Putnam US Research Fund y el FTGF Putnam US Large Cap Value Fund, dos productos que se basan en la selección de valores entre las grandes capitalizadas americanas.

Por su parte, Federated Hermes apuesta por el FH US SMID Equity Fund, cuya tesis es que las empresas de pequeña y mediana capitalización estadounidenses cotizan con descuento respecto a las grandes.

"Para aprovechar la política America First de Trump, las pequeñas cotizadas son mejores. El 78% de sus ingresos son locales, con respecto al 50% de las grandes capitalizadas", defiende Daughtrey, de Federated Hermes.

El fondo del que es responsable, que acumula un retorno anualizado del 13,8% centrándose en las compañías de mayor tamaño dentro de los índices Russell para así evitar los riesgos de quiebra, juega las tres temáticas del Trump 2.0, que son: America First, aumento de la desregulación y mayor eficiencia en la Administración.

Esto se traduce en una sobreponderación en el sector de la industria y las materias primas, en una empresa líder en almacenamiento de gas natural licuado (GNL) y en una sobrerrepresentación del sector de desarrollo de software.

Cuenta con acciones como Martin Marietta Materials, empresa de áridos con posición de líder o segunda en el 90% de los mercados locales, o Tyler Technologies, proveedor de soluciones de software líder del mercado para el sector público.