Dando la espalda a este tipo de fondos, los inversores nacionales han desaprovechado la fuerte revalorización de su índice más cercano. Y es que la pérdida de protagonismo de estos fondos en las carteras de los españoles viene de lejos.

Los inversores patrios que contratan fondos llevan años supeditando la bolsa española a las estrategias europeas. Argumentan que ya no tiene sentido invertir sólo en España, dado que su principal selectivo está muy concentrado en bancos y energéticas, sino que España debe formar parte de una visión europea más amplia. Siendo un mercado más, sin sentimentalismos, y con el porcentaje que le corresponda por PIB o momento del ciclo.

Incluso, los fondos de bolsa europea se van difuminando entre aquellos más globales que destinan buena parte de su exposición a geografías como Estados Unidos y temáticas como la tecnología. Una combinación a priori ganadora por el siempre gran potencial de subida que tiene Wall Street y lo tan de moda que están los gigantes digitales o, como algunos les conocen, los ‘siete magníficos’: Apple, Microsoft, Alphabet (Google), Amazon, Nvidia, Meta Platforms (Facebook, WhatsApp o Instagram) y Tesla.

Sin ir más lejos, el Nasdaq 100 se ha disparado un 54% en lo que es su mejor año desde 1999, en plena burbuja de las puntocom.

[Los fondos de inversión cierran 2023 con 18.250 millones en captaciones y una subida del 7,2%]

Volviendo a nuestro país, los ahorradores han dejado pasar un rendimiento anual medio ponderado del 20,65% en unos fondos de renta variable española que han sido el segundo mejor activo por rentabilidad, sólo por detrás de los fondos índice (22,82%), con datos provisionales de Inverco.

Dentro de la categoría, hay fondos que han despuntado al alza y que han batido con creces al Ibex 35. El líder del ranking ha sido el CaixaBank Bolsa España 150, un producto índice apalancado que ha subido un 40%, según Morningstar.

Fondos activos

En segunda posición se ha situado el único fondo internacional que tiene un mandato sobre los parqués de España y Portugal, el Fidelity Iberia de Karoline Rosenberg, con un 28,5%. En su cartera hay empresas como Iberdrola, Inditex, Amadeus, BBVA o Jerónimo Martins. Cierra el podio el GVC Gaesco Bolsalíder de Xavier Cebrián, con un 28,3%.

Por su parte, el Okavango Delta de José Ramón Iturriaga en Abante ha cosechado un 25,8%; Bestinver Bolsa de Ricardo Seixas, un 24,6%, mientras que Lola Solana con su Santander Smalls Caps España ha logrado un 24,3%, misma cota que el Mutuafondo España del equipo de Ángel Fresnillo.

Otros fondos activos que han quedado por encima del Ibex 35 son el Fonditel Lince; el Azvalor Iberia de Álvaro Guzmán de Lázaro y Fernando Bernad; el Fondmapfre Bolsa Iberia; el Cobas Iberia de Francisco García Paramés, o el Rural Renta Variable España.

Unos resultados que, sin embargo, han sido ajenos a aquellos inversores que han llevado su dinero en masa a la renta fija o los monetarios con el alza de los tipos de interés, o a los ‘siete magníficos’ de Wall Street y Silicon Valley.