Crescenta ha optado por constituirse como gestora de instituciones de inversión colectiva (SGIIC) y no como gestora de entidades de inversión colectiva de tipo cerrado (SGEIC) porque la primera figura permite ofrecer a sus clientes un servicio completo que incluye gestión, comercialización y asesoramiento, y por “las posibilidades de escalabilidad que da esta figura para el futuro”, aseguran desde la fintech.

Desde este martes está abierto el portal de usuario para el registro y en las próximas semanas Crescenta publicará las primeras oportunidades de inversión. “Estamos incorporando nuevos socios estratégicos, así como haciendo captación de inversores activos en capital privado”, explica Ramiro Iglesias, consejero delegado de Crescenta.

Su plataforma permite acceder de forma 100% online a fondos de capital riesgo, venture capital, infraestructuras o deuda privada, entre otros activos. Además, los inversores contarán con un servicio de asesoramiento digital para un proceso de suscripción “más ágil y seguro”.

Por formatos, facilitará la incursión en productos como los fondos de fondos de capital riesgo, un tipo de vehículo diversificado tanto para el inversor minorista como para el profesional; los fondos de inversión libre, un vehículo más concentrado para el inversor profesional, y próximamente activará los fondos de inversión a largo plazo europeos (Eltif, por sus siglas en inglés).

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Crescenta quiere hacer que la experiencia de los usuarios sea completa y, por eso, entre sus próximos hitos lanzará en su web un programa formativo sobre educación financiera e inversión en capital privado. En paralelo, los family offices y grandes fortunas (HNWI, en inglés) pueden acceder a Crescenta Alpha, un software de consolidación, gestión y reporting.

Al frente de Crescenta se encuentran Ramiro Iglesias (que acumula una gran experiencia como inversor tras ser socio en Kentia Capital Partners y Media Digital Ventures) como CEO y Eduardo Navarro (presidente de la gestora Sherpa Capital, además de inversor en Urbanitae) como presidente.

Consejo asesor de renombre

Además, el consejo asesor de la firma está compuesto por distintas personas de relevancia en el ámbito empresarial, financiero y regulatorio como son Sebastián Albella (expresidente de la CNMV y ahora socio en Linklaters), Carlos Paramés (director general en Houlihan Lokey), Salvador Mas (exdirectivo de Allfunds y uno de los mayores expertos del sector fintech español) e Iñaki Arrola (socio de KFund).

Según ha podido saber EL ESPAÑOL-Invertia, la gestora sigue trabajando en la constitución de su equipo de inversión y relación con inversores y anunciará nuevas incorporaciones en los próximos meses.

El proyecto de Crescenta nace al calor de la reciente Ley ‘Crea y Crece’, que ha democratizado la inversión en fondos de capital privado rebajando su acceso desde los 100.000 hasta los 10.000 euros, siempre y cuando haya asesoramiento financiero y no supere más del 10% sobre el patrimonio total de clientes de hasta 500.000 euros.

En la práctica, los inversores podrán acudir a las llamadas de capital a razón de 2.000 euros por año, hasta cumplir con los 10.000 euros en un lustro.

Sin criptoactivos

Para la puesta a punto de la plataforma, Crescenta cerró en verano una ronda de financiación de 1,5 millones de euros para ultimar el desarrollo de su tecnología. Una inyección de capital liderada por KFund y que contó con la participación de FJ Labs, dos de los más destacados fondos de inversión con amplia experiencia en apoyo de tecnologías innovadoras.

Como mínimo, Crescenta siempre tendrá tres fondos en activo, esto es, en comercialización. Su alcance fundacional se limita a España, pero la tecnología de la plataforma es “escalable para más países si hace falta en un futuro”, puntualiza Iglesias. Sus responsables también están en conversaciones con algunas entidades financieras para intentar introducirla como su marca blanca.

Una palabra que define a Crescenta y que su CEO repite hasta en varias ocasiones es “rigor”. Por eso, descartan la inversión en criptoactivos. “Creemos en la inversión a largo plazo, y en los activos digitales no hay tanta educación financiera”, sostiene Iglesias.