La startup cosmética cierra esta primera financiación después de tres años de crecimiento ‘a pulmón’, sin recurrir a capital externo y tras registrar un crecimiento del 450% en 2022. El año pasado, su facturación superó los dos millones de euros.

Ferrer, que atesoraba una trayectoria profesional como ingeniera de casi una década en Airbus, abandonó la aeronáutica para apostar por su pasión: la cosmética. Tiene a su cargo un equipo de ingenieras que desarrollan, gracias a su propia I+D, tratamientos cosméticos que resuelven problemas en la piel.

Duplicar facturación

Bewater, el brazo de inversión en capital riesgo y venture capital de los fundadores de Indexa Capital, ha adquirido el 14,95% de la empresa con el objetivo de afianzar e impulsar su estrategia de crecimiento y expansión en nuevos mercados. La gestora de capital privado ha invertido en otras startups como Autocines, Dentaltix, Flame Analytics, Traventia, We Are Knitters, Wetaca o Zacatrus.

La comunidad de LICO Cosmetics supera los 20.000 usuarios, y la firma ya ha lanzado al mercado 11 productos “únicos” para el tratamiento de la piel. Además, cuenta con un ecommerce propio.

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Su plan de negocio para 2023 contempla duplicar la facturación, llegando a más usuarios. A nivel I+D, su apuesta es crecer hasta en seis referencias eficaces que darán respuesta a problemas de la piel que sus usuarios todavía no han logrado resolver.