Así se desprende de los últimos resultados trimestrales presentados por algunos bancos privados, aquellos que asesoran a las grandes fortunas de nuestro país. Banca March acumula 3.180 millones de euros entre alternativos líquidos e ilíquidos, cifra que representa un 13,5% del total de su patrimonio bajo gestión, que asciende a 23.500 millones.

Las inversiones alternativas suelen ser ilíquidas o privadas porque no cotizan en bolsa, y debido a los tipos de interés cero o negativos que se vivieron durante más de una década se hicieron muy populares.

Pero también existen las estrategias alternativas líquidas, aquellas que combinando acciones, bonos, divisas y derivados financieros siguen una senda no tradicional y unidireccional en la adquisición y gestión de los activos cotizados. Son fondos que pueden ponerse cortos y largos al mismo tiempo o que pueden jugar el arbitraje de fusiones, entre otras variantes.

Andbank cuenta con 1.400 millones en alternativos, un 7,5% de su patrimonio total en España, que se eleva hasta algo más de 18.800 millones de euros. En el caso de atl Capital, acaba de adentrarse en este mundo, pero ya tiene compromisos por más de 110 millones, un 5% de sus 2.200 millones de euros.

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Otro grupo independiente de gestión patrimonial que ha puesto un pie fuera de las bolsas es Abante, con 1.200 millones (un 11%) en capital riesgo, inmobiliario e infraestructuras sobre un montante de 11.000 millones de euros.

A la capacidad de estos activos para generar un rendimiento extra, mitigar los riesgos y descorrelacionar las carteras de los inversores con respecto a los mercados tradicionales de renta variable y renta fija, se suma el buen desempeño de España en términos económicos. Lo que está atrayendo la atención de los grandes fondos alternativos internacionales.

Apollo, Macquarie o Tikehau

Como ha publicado EL ESPAÑOL-Invertia, destaca la importación al Viejo Continente de la plataforma de activos privados para las grandes fortunas que ha desarrollado Apollo en Estados Unidos. Esta plataforma también servirá para Oriente Medio, Asia y Latinoamérica.

Desde el año pasado, la normativa española permite invertir en fondos de capital privado con un mínimo inferior: 10.000 euros y no 100.000 como antes. El objetivo de la reforma es democratizar la inversión en activos alternativos y que no sólo esté reservada para los clientes más selectos. Esto es, que los minoristas dispongan de más herramientas para rentabilizar sus ahorros. Aunque se les exige dos condiciones: que haya un asesoramiento de por medio y que estas posiciones no supongan más del 10% de su cartera.

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Como paso intermedio, en modo ensayo-error, las entidades están probando a abrir este tipo de fondos a partir de los 50.000 euros. Sólo Bankinter ha lanzado un proyecto desde 10.000 euros, al que próximamente se le unirá MyInvestor. El resto de grupos prefieren esperar y ver cómo evoluciona el mercado, aunque son conscientes del gran potencial que existe en la venta de fondos alternativos.

Este nuevo ecosistema está generando un importante caldo de cultivo para los acuerdos estratégicos transfronterizos. MoraWealth ha sido una de las firmas pioneras en comercializar el nuevo fondo Goldman Sachs Private Markets ELTIF en España, el primer vehículo de inversión alternativa en mercados privados en el que pueden invertir clientes particulares. Abanca arrancó en 2020 con otro socio de primer nivel: BlackRock Private Equity Opportunities ELTIF.

Fruto de estas colaboraciones, hoy son muy comunes entre los altos patrimonios nombres como Neuberger Berman, Macquarie, Tikehau, Yielco o Cedrus & Partners. Y otros tantos que están por llegar.