Atl Capital cumple su 20 aniversario y ya se plantea nuevos objetivos para su tercera década en funcionamiento. A corto plazo, la firma de asesoramiento financiero sondea su entrada en Barcelona, La Coruña, Bilbao y Sevilla.

A medio plazo, entre tres y cinco años vista, ambiciona crecer desde los 2.200 millones de euros que gestiona hoy día de más de 3.000 clientes hasta el entorno de los 4.000 millones, como ha desgranado su presidente, Jorge Sanz, en una presentación ante la prensa.

La firma de inversión madrileña tiene presencia en Zaragoza desde 2004 y en Valencia desde 2006. Sanz ha dejado entrever la posibilidad de adquirir una empresa de asesoramiento financiero (EAF) fuera de Madrid, algo que “ya estamos en conversaciones”, aunque también ha dejado claro que, si la operación no llega a fraguarse, “empezaremos de cero” en la primera plaza en la que están barajando expandirse de las cuatro previstas.

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La boutique ha renovado su imagen corporativa, que ahora es el timón de un barco. Ha utilizado un símil marino y de navegación en una comparación entre la volatilidad de los mercados y el oleaje del mar, a la vez que “refleja la semejanza con la importancia de conocer el entorno para conseguir los objetivos financieros y alcanzar un puerto seguro”.

Entre los hitos de Atl Capital en estos 20 años, destaca la salida de los socios estratégicos iniciales, Atlas Capital Close Brothers, en 2009, y Julius Baer, en 2010, y su constitución como una compañía con una estructura de socios ejecutivos que se mantiene actualmente.

Capital riesgo

Otro de sus próximos proyectos será el lanzarse a la gestión de activos alternativos no cotizados. Como ha explicado Guillermo Aranda, consejero delegado de Atl Capital, pronto registrarán un fondo de capital riesgo que consistirá en un fondo de fondos “generalista, multiestrategia”, y que estará disponible desde 50.000 euros y no 10.000 euros como ya permite la normativa actual. Cabe recordar que el anterior mínimo legal para estos vehículos era 100.000 euros.

Para ello, en enero incorporó desde CaixaBank a Antonio Pérez-Labarta, quien antes había sido el responsable de gestión alternativa e ilíquidos en Bankia Asset Management.