La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) descarta la posibilidad de que en la gestión de activos en España exista “una burbuja verde”. Por el contrario, defiende que se trata de una tendencia imparable que ha introducido importantes cambios en el mercado financiero nacional.

Así lo señaló Rodrigo Buenaventura, presidente del regulador bursátil español, en el discurso que pronunció este martes ante la Comisión de Asuntos Económicos y Transformación Digital del Congreso de los Diputados. En él, hizo mención a la “dimensión transversal y creciente” de la incorporación de elementos ambientales, sociales y de gobernanza (ASG) en los procesos de inversión.

Rubén Manso, diputado de Vox, interpeló a Buenaventura sobre esta cuestión y señaló que “a lo mejor estamos creando una burbuja verde”. En su alegato, asemejó la situación de la inversión bajo criterios socialmente responsables a la de la inversión en criptodivias.

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Para ello, citó otra parte del discurso del presidente de la CNMV en el que hizo referencia a estos activos. “Su precio futuro depende de la ampliación de la base inversora. La minoría que entró en fases tempranas y sale a tiempo gana mucho dinero, y la mayoría que entra tarde, pierde casi todo”, explicó Buenaventura.

En respuesta al diputado de Vox, el presidente de la CNMV descartó que esté gestándose “una burbuja verde” en la industria de la gestión de activos españolas. “La incorporación de sostenibilidad en las carteras es hoy por hoy una tendencia imparable y está traduciéndose en cambios muy palpables en el mercado financiero español”, subrayó.

Según datos del propio regulador, 183 fondos de inversión españoles cuentan con “etiqueta verde" de acuerdo con el Reglamento sobre Divulgación de Información de Sostenibilidad de la Unión Europea.

SFDR

El conocido como SFDR, por sus siglas en inglés, establece tres categorías de productos a efectos de sostenibilidad. En primer lugar, aquellos fondos que tienen en cuenta riesgos sostenibles en su enfoque de integración ASG. Se enmarcan dentro del artículo 6.

En segundo, aquellos fondos que promocionan características de sostenibilidad y que se engloban en el artículo 8. Por último, aquellos con un objetivo de inversión sostenible (artículo 9).

Bajo el paraguas del artículo 8 se encuentran 176 fondos españoles. Son los conocidos como verde claro. Solo siete, los denominados como verde oscuro, son artículo 9. De manera conjunta, estos productos alcanzan los 68.400 millones de euros, lo que supone casi una cuarta parte del total del patrimonio gestionado en España.

El presidente de la CNMV recordó que, dentro de unos meses, las preferencias de sostenibilidad de los inversores tendrán que tenerse en cuenta en las carteras gestionadas por empresas de servicios de inversión y bancos. También tendrán que tenerse en cuenta en los productos sobre los que se les asesore.

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“Es decir, la demanda de activos financieros se está 'tiñendo de verde' a ritmos muy elevados”, apuntó. “Raro es el caso de gestoras que no han trazado estrategias de incorporación de la sostenibilidad en sus carteras ante el avance de la demanda de sus clientes”, sentenció el presidente de la CNMV.

Las propias empresas cotizadas o emisores de deuda están adaptando sus estrategias a consecuencia del apetito de inversores y gestores por la inversión socialmente responsable. Muchos de ellos han mejorado la información no financiera que publican o están en proceso de obtener calificaciones específicas.

“Unos pocos, incluso, han rediseñado su estructura para hacerla más acorde a las nuevas preferencias de sostenibilidad de los inversores, llegando incluso a escindir ramas de actividad para diferenciarlas por su grado de sostenibilidad y maximizar el valor bursátil conjunto”, añadió el presidente del regulador de los mercados españoles.